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7 de abril de 2020

La estructura del agua cambia con el sonido, las emociones y los pensamientos


Ya hemos explicado a nuestros lectores la enorme importancia que tiene el agua en la salud y cómo se puede activar, cromatizar, energetizar, dinamizar, magnetizar, ionizar, polarizar, oxigenar, ozonizar, solarizar, sonorizar, etc. Pues bien, en esta ocasión les hablamos de las investigaciones del doctor Masaru Emoto cuyas conclusiones están avaladas por microfotografías electrónicas que demuestran que una simple frase, emoción o pensamiento puede cambiar la estructura del agua. Un revolucionario descubrimiento con interesantes aplicaciones terapéuticas.

Sabíamos que el agua es fundamental para la existencia de la vida en la Tierra, que de ella depende nuestra salud y que, tratada de diferentes modos, puede curarnos de múltiples dolencias. También se nos había explicado que el agua tiene una especie de “memoria” donde almacena la información que le reportan los campos magnéticos generados por las sustancias –plantas, flores, etc.- con las que entra en contacto. Pues bien, gracias a Masaru Emoto hemos dado ahora un paso más en el conocimiento del elemento que compone el 70% de nuestro cuerpo y de nuestro planeta. Y es que este investigador japonés afirma que ¡la voz, los pensamientos y las emociones humanas pueden alterar su estructura molecular! Y para demostrarlo aporta más de 10.000 fotografías efectuadas a lo largo de numerosos años de investigación, algunas de las cuales pueden contemplarse en los dos volúmenes de su libro Mensajes del agua.

LOS MENSAJES DEL AGUA
Todo comenzó cuando en 1994 Emoto tomó unas muestras de agua de una fuente de agua pura situada en su país, congeló unas pocas gotas, las examinó bajo un microscopio electrónico de campo oscuro y las fotografió. Una vez reveladas las fotografías mostraron un hermoso hexágono cristalino parecido a un copo de nieve. Emoto tomaría entonces agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas era la de un turbio patrón sin forma reconocible, algo completamente desestructurado.
A aquellos experimentos iniciales seguirían tantos que Emoto afirma poseer hoy más de 10.000 imágenes de diferentes muestras de agua. Y gracias a sus fotografías -que para él y otros muchos científicos suponen la evidencia física del poder de nuestros pensamientos- y su experiencia como experto en el estudio del agua Emoto llega a afirmar que “el agua no sólo almacena información sino también sentimientos y conciencia, reaccionando a cualquier mensaje”. Y agrega:“Toda la información que alberga la estructura se hace visible cuando se fotografía una gota de agua en estado de congelación”.
En suma, para Masaru Emoto sus fotografías demuestran que los pensamientos, la voz y las emociones humanas pueden alterar la estructura molecular del agua. Y huelga decir que si las afirmaciones de este investigador japonés son ciertas el descubrimiento es trascendente ya que, como hemos comentado, tanto el 70% de nuestro cuerpo como el del planeta que habitamos es agua.

CRISTALES DE “AGUA CONSCIENTE”
Las miles de fotografías tomadas por Emoto en estos años pueden considerarse además un testimonio visualmente apreciable de las diferencias existentes entre “agua viva” y “agua muerta” o desestructurada. Así, cuando el agua está viva o se la expone a estímulos positivos muestra su estructura interna en forma de hermosos hexágonos con una variedad de presentación ilimitada. En cambio, cuando el agua está contaminada por sustancias nocivas o es expuesta a estímulos negativos su orden interno se perturba y su estructura cristalina se pierde. Lo que queda es una imagen distorsionada, deforme y sin fuerza luminosa. En el libro se pueden ver las fotografías que ilustran diferentes supuestos. Así, podemos ver que…
-…el agua tomada en fuentes y arroyos de montaña forma bellas estructuras cristalinas en contraste con los cristales deformados que conforman las muestras de agua polucionada o estancada.
-…las moléculas de agua expuestas a música clásica adoptan formas delicadas y simétricas muy similares a las que adoptan ante el sonido de la palabra gracias, al menos tanto en japonés como en inglés.
-…cuando las muestras de agua fueron sonorizadas con música heavy metal o expuestas a palabras negativas (¡Eres tonto!) o cuando se enfocaron sobre ellas intencionadamente pensamientos o emociones negativos (grabaciones de los discursos de Adolf Hitler), el agua no sólo no formó cristales sino que en su lugar se crearon estructuras caóticas y fragmentadas. Es más, cuando se expuso el agua a la canción Heartbreak Hotel –Hotel de la tristeza– de Elvis Presley los cristales helados se partieron en dos.
-…cuando el agua fue tratada con aceites florales aromáticos los cristales tendieron a imitar la forma de la flor original. Lo que parecería demostrar que el agua ha captado la información de la flor. Y otro tanto ocurre con las plantas medicinales. Un hecho que fundamenta mayormente la Homeopatía o la terapia con Flores de Bach.

APLICACIONES TERAPÉUTICAS
Entienda el lector que estos descubrimientos de Emoto no se quedan en una anécdota más o menos sorprendente o divertida. Antes bien, sus hallazgos -como él mismo asevera– “pueden hacer factible el descubrimiento temprano de enfermedades, incluso con anterioridad a que se manifiesten de manera física; o a que, ya en su estado avanzado, se hagan visibles en un análisis de sangre”.
Emoto llega considerar al agua como un ser “viviente”, independientemente de si se encuentra en estado libre en la naturaleza o contenida en un organismo vivo. “Creo –afirma Emoto-que se pueden activar dentro del cuerpo humano procesos de autodepuración del agua celular de la misma forma que es posible hacerlo con el agua que está libre en la naturaleza. En ese sentido, he comprobado -tengo fotos que lo demuestran- que la más poderosa combinación de pensamientos en términos de capacidad de transformación y de sanación son ‘amor’ gratitud’. Estas palabras y las emociones positivas que generan convierten cada una de las moléculas de agua que nos componen en una estructura hermosa y equilibrada. Por eso estoy convencido de que nuestras oraciones, meditaciones y afirmaciones ayudan a sanar.”

PROPIEDADES CURATIVAS
En definitiva, lo descubierto por Emoto explica muchas cosas en el ámbito de la salud. Y abre muchas interrogantes nuevas. Por ejemplo, podría explicar que una persona enferme si es constantemente bombardeada con pensamientos y palabras negativas. Porque decirle a menudo a alguien –especialmente si es un niño- que es tonto, inútil o feo –entre otras críticas negativas-, ¿puede llevarle a desestructurarse físicamente? No ya que somatice lo que se le dice sino que tales expresiones puedan incidir directamente en su estructura molecular acuosa… ya que a fin de cuentas somos un 70% de agua. ¿Es posible? ¿Qué mecanismos contrarrestan eso en un ser vivo? Y, en sentido contrario, ¿puede la oración –y, por tanto, las palabras, sentimientos y pensamientos de quienes rezan- incidir en las moléculas de agua del enfermo, previsiblemente desestructuradas, y reestructurarlas?
Aún más, ¿puede –quizás por el fenómeno de resonancia- reestructurarse armónicamente el agua celular de una persona si ingiere agua viva, estructurada y armónica? Las investigaciones de Emoto así lo sugieren.
Desde luego, las posibilidades terapéuticas del agua empiezan a antojársenos, a la luz de lo que empezamos a saber, casi impensables.

IMÁGENES Y PALABRAS
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y quizás su valor resida en que en ocasiones una imagen se convierte en la más simple y convincente de las pruebas. En todo caso, si duda aún de que sus pensamientos, palabras y emociones pueden realmente modelar su salud e incidir en la de quienes le rodean eche un vistazo a las fotografías que publicamos de Emoto.
L. J.
Recuadro:

¿Quién es Masaru Emoto?
Masaru Emoto nació en Yokohama (Japón) y aunque en principio estudió Arte y Comunicación Internacional se interesó pronto por el estudio del agua. Hoy ya fallecido, edita sus propias páginas informativas sobre el agua y es un experto mundialmente reconocido en el campo de la investigación sobre ella. En Japón ya ha editado 12 libros sobre el tema, el último de los cuales lleva por título Mensajes del agua e incluye cientos de fotografías de moléculas de agua congelada.
Recientemente ha fundado en Suiza el Welt Institute for Subtile Energien (Instituto Mundial para las Energías Sutiles) al que pertenecen numerosos médicos y científicos de prestigio internacional. Entre sus próximos proyectos está crear institutos de investigación sobre el agua en Holanda y en la localidad suiza de Thun.


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