Dejamos
atrás a un año Mago y su capacidad refinadora que sacó a la luz todo aquello
que se guardaba bajo la alfombra, exponiendo las fallas de las reglas y sistemas
humanos reinantes bajo los que hemos habitado en los últimos años. ¡Pero esto
no ha terminado, amigos! ¡La Tormenta ha llegado al fin y su poder
transformador nos pone cara a todos los cambios y modificaciones, así que tomen
papel y lápiz y empiecen a anotar!
¡Esta
amable pero no menos implacable energía pertenece a la onda encantada del
Espejo y nos obliga a mirarnos profundamente y sin filtros, ya que esto no son
las redes sociales…es la vida misma!
Antes
de cambiar al mundo nuestra máxima aspiración y desafío será cambiarnos a
nosotros mismos y para eso deberemos desnudarnos y apuntar a que ese cambio sea
profundo y vaya al hueso.
El
Universo nos está proporcionando una hermosa oportunidad, habida cuarentena,
pandemia mediante, para analizar tranquilamente. Algo así como cuando nos
mandaban al rincón en la escuela para que reflexionáramos sobre nuestros actos
e ideas.
Sabemos
que tenemos que borrar y escribir de nuevo el guión de la vida del Hombre sobre
este maravilloso planeta. ¡Hombre!...¡qué hemos fallado grosso! Así que no
perdamos tiempo y saquemos de la manga a los aliados que nos ayudarán en la reconstrucción:
sensatez, sentido común, solidaridad, amor incondicional y tantos otros que
están esperando a que despertemos y nos hagamos la vida más amable: a nosotros,
al ecosistema y al planeta.
Hay
un viejo proverbio popular que dice: “No aclares, que oscurece”, pero me limito
a exponer la realidad tal y cual como se presenta y mi lema es: “Al que
madruga, Dios lo ayuda”, así que mejor empezar antes que dudar: la historia nos
espera, Gaia nos espera, y, sobre todo, nuestros niños nos esperan, ellos serán
los herederos de todo este cambio. ¡Abran las alas de vuestros corazones y
comencemos a volar!
¡Feliz
tarea para el año de la Tormenta Azul!!!
Maga
Ben Oxlahun
Caminante
del Cielo Cósmico Rojo-kin 13
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