Saturno, ahora retrógrado en Capricornio, unido a Mercurio retrógrado en Cáncer,
nos invita a recapitular. A no temer sumergirnos en las memorias del pasado y
traer al hoy la instrucción necesaria para encarar nuestro presente.
Este es un buen tiempo
para reconocer el patrón de sufrimiento heredado y poner un límite a las
narrativas devoradoras de la familia y del linaje. El pasado está aquí, ¿qué
hacemos con él? ¿obedecemos a sus heridas? ¿abrimos un diálogo para aprender y
sanar?
El pasado necesita una mirada, reconocimiento, escucha y también nuestra autoridad y nuestros límites. Si el pasado no nos encuentra presentes, nos devora. El pasado nos quiere escuchar ejercer el arte de la curiosidad sagrada e interrogarlo ¿qué se puede cambiar? ¿qué se puede corregir? ¿qué hay que soltar para seguir?
El pasado necesita una mirada, reconocimiento, escucha y también nuestra autoridad y nuestros límites. Si el pasado no nos encuentra presentes, nos devora. El pasado nos quiere escuchar ejercer el arte de la curiosidad sagrada e interrogarlo ¿qué se puede cambiar? ¿qué se puede corregir? ¿qué hay que soltar para seguir?
Bajo esta luna llena y
eclipse en Capricornio emergen algunos fantasmas antiguos cargados de miedos,
resentimientos, rencores, carencias y soledades, vergüenzas y culpas perdidas
en el tiempo, hilos de desamor que piden rescate. Es tiempo de liberarlos.
Tal vez emergen para
atormentarnos con miedos antiguos. No es para menos, todo lo que emerge es el
espejo de lo que nos habita dentro. Todo parece devolvernos a lo que no se ha
resuelto.
Y mientras unas y otros
empujamos frenéticamente hacia el progreso, (como si esa fuese una palabra que
todavía nombrara algo constructivo) otros y otras ponemos el freno. Esta
tensión hace más grande la brecha que separa la contracción de la expansión.
¿abrimos o cerramos? ¿luchamos o huimos? nos preguntamos.
Ya sabemos qué
maquinarias alimentan el progreso. Ya sabemos que los intereses que nos
gobiernan están al servicio de corporaciones y realidades artificiales, no al
servicio de lo orgánico, ni de lo humano.
Ya sabemos que los
mares están contaminados, que la tierra se calienta, que la esclavitud sexual
intantil se ha desbordado, que los fuegos, los volcanes, los temblores intentan
despertarnos del falso sueño y nos avisan de que algo profundo se mueve dentro
nuestro.
Ya sabemos muchas cosas
más y, sin embargo, obedecemos.
Obedecemos a lo que más
nos daña, tanto en nuestra relación con nosotros mismos, como con el sistema.
Bajo esta luna llena
interroguemos nuestras lealtades y obediencias ciegas. Entreguemos Al Fuego Del
Sol Reflejado En La Luna todo engaño, toda farsa, toda mentira, todo programa
heredado que se alimenta de nuestra obediencia inconsciente, que se alimenta de
todo lo que hay detrás de nuestras obediencias ciegas.
Capricornio pide
obediencia. La pregunta es a qué y a quién. ¿obedecer las leyes de la tierra?
¿obedecer las ordenes de nuestro corazón? ¿obedecer a voz del alma? ¿obedecer
el agua profunda del amor? ¿obedecer al miedo? ¿obedecer al estado, al
gobierno, al poder?
¿Obedecer a nuestra conciencia? ¿ a nuestra visión ? ¿ a la memoria del potencial que venimos a encarnar, compartir?
¿Obedecer a nuestra conciencia? ¿ a nuestra visión ? ¿ a la memoria del potencial que venimos a encarnar, compartir?
Las máquinas vinculares
que armamos con los demás son un espejo de nuestra herida con padre/madre. Bajo
esta luna, y con Mercurio retrógrado en Cáncer, interrogamos.
¿Nos quedamos en la
queja, para que papá/mamá nos dé lo que reclamamos?¿vamos reclamando a otros y
otras los cuidados y atenciones que no recibimos? ¿nuestra niña buena, nuestro
niño bueno, va armando vínculos de ayuda a otros para luego sentirse
desvalorizado?
¿seguimos buscando a papá y mamá afuera? ¿somos autónomos?
¿qué implica emanciparnos de lo que más nos daña?
¿seguimos buscando a papá y mamá afuera? ¿somos autónomos?
¿qué implica emanciparnos de lo que más nos daña?
Este eclipse cierra una
puerta. Un portal.
Es un buen tiempo para el ritual, la ceremonia. Encender un fuego, si podemos.
Encender un fuego y entregarle el pasado muerto, el pasado que ya no nos da vida. Entregamos esa parte de nosotros fiel a ese pasado.
Encender un fuego para despedirnos de nuestra dependencia interna a la autoridad externa.
Encender el fuego para entregar nuestra inconsciencia heredada, para redimir los agravios a la vida que laten en nuestra memoria, en nuestro linaje, en nuestros actos, gustos y hábitos.
Es un buen tiempo para el ritual, la ceremonia. Encender un fuego, si podemos.
Encender un fuego y entregarle el pasado muerto, el pasado que ya no nos da vida. Entregamos esa parte de nosotros fiel a ese pasado.
Encender un fuego para despedirnos de nuestra dependencia interna a la autoridad externa.
Encender el fuego para entregar nuestra inconsciencia heredada, para redimir los agravios a la vida que laten en nuestra memoria, en nuestro linaje, en nuestros actos, gustos y hábitos.
Si tenemos fuego en
tierra, podemos levantar la hoguera por lo personal y por lo colectivo.
Si tenemos brasa podemos hacer ofrendas.
Si tenemos una vela podemos hablarle.
Si tenemos brasa podemos hacer ofrendas.
Si tenemos una vela podemos hablarle.
Con la luna llena en
Capricornio y eclipse lunar también es tiempo de honrar a los ancestros, sí, y
lo hacemos ocupando nuestro lugar. La benevolencia de nuestro pasado nos quiere
al mando. Eso es emanciparse. Tener criterio propio. Reconocer la voz de
nuestra autoridad interna.
Bajo esta luna se
cierra una puerta. Un portal.
Este nuevo ciclo nos exige a que, como adultos, nos emancipemos. Nos pide que reconozcamos la responsabilidad que tenemos de emanciparnos, desinfantilizarnos y crecer. Crecer para participar de la nueva realidad que queremos crear.
Este nuevo ciclo nos exige a que, como adultos, nos emancipemos. Nos pide que reconozcamos la responsabilidad que tenemos de emanciparnos, desinfantilizarnos y crecer. Crecer para participar de la nueva realidad que queremos crear.
Esta nueva realidad que
habitamos y nos propone la autoridad nos lo exige. No podemos cuidar a las
futuras generaciones -ni a la memoria de benevolencia humanitaria que honramos-
si no nos hacemos también cargo de la sombra y el horror que criticamos.
Nuestros reclamos y protestas se anclan en lo que creamos. No podemos dejar de
crear la vida. Somos creadoras de vida.
Si obedecemos a la
búsqueda de la comodidad, si buscamos asegurar nuestra seguridad y la de los
nuestros, sin contemplar el costo de nuestras elecciones y decisiones en las
futuras generaciones, estamos participando del horror. Cada decisión personal
es colectiva. Cada obediencia inconsciente tiene un costo humanitario. Cada una
cuenta.
Esta luna llena y
eclipse lunar Capricornio nos pide una renuncia a una identidad basada en
valores y creencias que ya no sostienen nuestra integridad. Emanciparnos es
definir nuestra integridad en nuestros propios términos, sin permiso de nadie,
y al servicio de la vida, de la integridad de la vida. Nuestra integridad
personal contribuye a la integridad de la red de la vida.
Bajo esta luna llena y
eclipse lunar en Capricornio quemamos el tiempo muerto, quemamos la estructura
rígida y limitante, castrante, que nos habita -llamada obediencia inconsciente,
obediencia ciega- para abrazar la obediencia íntegra, la obediencia plena.
Obedecer al amor que
somos, siempre fuimos y seremos, es no olvidar.
Luna de Abril.
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