Cómo afecta la temporada de eclipses al
eje Cáncer-Capricornio. Qué implica tener a Plutón y Neptuno retrógrados, y a
Mercurio y Venus directos.
Cáncer es un signo cardinal, de agua, femenino,
regido por la Luna. Se
llaman cardinales a aquellos signos que corresponden al comienzo
de las estaciones. Cáncer está relacionado con el comienzo del verano
en el hemisferio norte, y del invierno en el hemisferio sur. Este año 2020
el Sol ingresó al
signo tropical de Cáncer el 20 de junio a las 18:43 hora de
Argentina y permanecerá en ese signo hasta el 22 de julio cuando
ingrese en el signo de Leo.
Este ingreso es denominado solsticio (sol-titi
= Sol quieto). Es el momento en que se producen los dos cambios más
importantes: días largos y noches cortas y, a la inversa, días cortos y
noches largas. Ambos fenómenos están asociados con la luz y la
oscuridad, así como también con las dos fases en que la naturaleza
ofrece o niega sus frutos.
El signo de Cáncer es especialmente fecundo,
ya que en el hemisferio norte, donde se originó la Astrología, el Sol llega a su punto más alto y
también al punto de mayor intensidad de las fuerzas cósmicas. Es
cuando soplan los vientos nutricios que hacen madurar los frutos de la tierra.
El signo de Cáncer está relacionado con la nutrición.
Su regente es la Luna, el
planeta que reina en la noche, que nos transmite la luz del Sol, el símbolo
de la madre cósmica. Tiene una clara conexión con el agua debido
a su influencia sobre las mareas. Sus fases -que han servido
desde antiguo para
computar el tiempo- sincronizan con el ciclo
femenino y simbolizan todo lo que tiene carácter de movilidad,
fluidez, transitoriedad, cambio.
La Luna ha sido un instrumento de medida universal
que vincula el agua, la lluvia y la
fecundidad de las mujeres, los animales, la vegetación, etc. El
simbolismo de la Luna se manifiesta en correlación con el del Sol. Sus dos
caracteres más fundamentales derivan de que la Luna carece de luz
propia y no es más que un reflejo del Sol; además de
que atraviesa fases diferentes y cambia de forma.
La identificación del Sol con el fuego condujo a que
la Luna se hiciera señora del otro gran elemento de la creación: el agua.
Así se establece la relación de la Luna con las mareas, con el rocío de las
mañanas y con la menstruación femenina; toma como punto coincidente la
fertilidad a través del agua o de la mujer. El gobierno de la Luna se
extiende a la maternidad, a la gestación, al parto, al
amor maternal, a la familia, las mujeres, la patria,
las aguas, los ríos, la emotividad, el hogar, y
todo lo concerniente a la alimentación.
En cuanto a las partes del cuerpo regidas por
Cáncer y la Luna, se encuentran el pecho, los senos, el estómago y todos
los procesos digestivos.
Los cancerianos son de naturaleza pasiva, y muestran
más fuerza de inercia que de voluntad
Los cancerianos
Los compasivos, intuitivos y memoriosos nativos de
Cáncer son emocionales y muy sensibles. Es por eso
por lo que comprenden los estados de ánimo de los demás. Amistosos, tiernos, y
protectores son variables como la Luna, su regente.
Son de naturaleza pasiva, y muestran más fuerza
de inercia que de voluntad. Son caprichosos y fantasiosos.
Aceptan las restricciones y, aunque son poco conflictivos, llega el momento en
que una simple gota rebalsa el vaso. Les encanta cocinar, comer, departir con
amigos, viajar y ¡dormir! Son hogareños, les gusta vivir en el
pasado, donde todo parece más seguro y familiar. La intuición y la inspiración
son las fuentes que alimentan su mundo de imaginación y fantasía. Ligados
a sus raíces son nostálgicos y muy ahorrativos.
Con una carta natal armónica son
divertidos, amables, protectores, proveedores y hospitalarios. En una carta
inarmónica, en cambio, pueden ser muy cambiantes, malhumorados,
susceptibles y algo perezosos.
Un tránsito muestra dónde se encuentran los planetas
en un momento determinado.
Los tránsitos del
mes
¿Qué son los tránsitos? Un tránsito muestra dónde se
encuentran los planetas en un momento determinado. A esto se lo compara con las
posiciones de los astros en el instante del nacimiento: la carta natal.
Debido a que el Sol, la Luna, Mercurio y Venus se
mueven con relativa rapidez, sus tránsitos son pasajeros y rara vez se
correlacionan con períodos significativos. Marte y Júpiter son más
lentos, y sus efectos pueden hacerse notar algunos meses o, en el caso de Júpiter,
incluso un año o más.
Los tránsitos de los planetas lentos –Saturno, Urano, Neptuno y Plutón–
indican más bien períodos largos en que sus efectos se pueden hacer notar como
“telón de fondo”. Cualquier tránsito de estos planetas advierte épocas
claves de aprendizaje, lecciones y desafíos que se presentan a través
de cambios.
En el momento de un tránsito, el planeta ocupa
realmente un grado zodiacal determinado y puede -o no- formar aspecto con otro
o con un punto particular de la carta. Es por esa razón que no todos los
signos son mencionados. Son tenidos en cuenta en este informe solamente
aquellos signos influenciados por los tránsitos desarrollados.
Tampoco se tienen en cuenta todas las influencias todos los meses, sino
aquellas que por alguna particularidad necesitan ser mencionadas.
Plutón continúa
retrógrado
Plutón continúa
retrógrado hasta el 4 de octubre transitando en este período
el grado 24 de Capricornio (tercer decanato) afectando en aspecto de
tensión a aquellos nacidos en los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra, Capricornio) y en aspecto
favorable a los signos de Tierra Tauro, Virgo. El planeta
de los cambios recorre el zodiaco en 256 años, por lo tanto, su avance
sobre un punto determinado puede durar, incluso, varios años.
Plutón, llamado el planeta de los cambios profundos,
ineludibles y definitivos, marca las transformaciones que se
pueden vivir a lo largo de la existencia. Se vincula así mismo con la voluntad
y el poder. Plutón refuerza e intensifica todo lo que toca. Aquellas
personas que estén viviendo esta influencia están atravesando un proceso
de cambios, muchos de ellos radicales, en algún área de su vida.
Plutón estará presente en todo proceso de
destrucción como antesala de la regeneración y el cambio,
para llevarnos luego a un estadio superior. Puede ser indicador de
traslados, mudanzas o hasta de beneficios económicos cuando se recibe su
influencia de forma armónica como sucede con los Signos de Tauro, Virgo y
en menor medida con Escorpio, Piscis.
Para los nacidos a final del segundo decanato o en los
primeros días del tercer decanato los signos cardinales Aries, Libra,
Cáncer, Capricornio la tendencia al cambio está presente con una cuota
de esfuerzo adicional.
Como Plutón está asociado con eliminación podemos
ayudar a drenar mejor la energía del planeta eliminando cosas que se
han ido acumulando del pasado, vaciando lugares como armarios, roperos,
desvanes, sótanos etc. También será bueno controlar nuestro propio sistema de
evacuación.
Sagitario, Géminis, Acuario y Leo no
reciben no reciben esta energía en aspecto mayor al Sol.
Neptuno en Piscis retrógrado.
Neptuno, que continúa su tránsito por el signo
de Piscis, se ha “estacionado” en el grado 20 y, se
pondrá retrógrado el 23 de junio. En ese grado permanecerá hasta
fin de agosto influenciando a aquellas personas que tengan puntos
sensibles a fin del segundo y principios del tercer decanato de los mutables (Géminis, Virgo, Sagitario, Piscis) de forma tensa y,
en cambio, a los otros signos de Agua (Cáncer y Escorpio) de manera más
armónica.
Cuando un planeta avanza tan lentamente, su influjo se
hace más poderoso. La influencia de Neptuno es nebulosa, misteriosa, impalpable
y actúa sobre la mente, nos damos cuenta de sus efectos cuando ya
ha tomado posesión de nosotros y nos hallamos prisioneros en las mallas de sus
redes. Psicológicamente estaremos más predispuestos a la distracción, equivocación,
y a soñar despiertos. Podemos tocar el cielo con las manos, o
también estar frente a angustias, miedos y ansiedades. Experimentamos caos,
falta de visión, confusión, podemos ser víctimas de engaños, y caer en la
traición y estafa. El planeta nos lleva a la desilusión. Es
una influencia de la que debemos desconfiar en todos los casos,
exceptuando en aquellas cosas asociadas al planeta.
Neptuno rige la espiritualidad donde
no habrá límites para su expansión. Es más prudente observar a este
planeta como dador de beneficios no materiales como idealismo,
inspiración, imaginación y creatividad.
Los tránsitos de Neptuno señalan, según los aspectos,
o bien períodos de idealismo, de progreso espiritual, misticismo,
de sentimientos sublimes, aumentando la sensibilidad, la creatividad y la
empatía con los demás; o bien un período de exceso de sensibilidad
y susceptibilidad, inestabilidad psíquica, donde primará el desorden, la
indecisión y la apatía, la confusión. Puede ser un momento de gran desconcierto
e incertidumbre.
Las pérdidas de gas, combustible o agua también pueden
ser un problema. Neptuno está presente en envenenamientos, en adicciones, se
asocia con la locura y con las actividades vinculadas con las drogas.
Aquellos que están recibiendo su influencia
fuertemente son aquellas personas con puntos sensibles en la mitad del segundo
decanato de los signos mutables: Piscis, Virgo, Sagitario, Géminis.
Cáncer y Escorpio reciben su
influencia desde un ángulo favorable marcando una época importante para el
desarrollo interno. Puede haber durante este período para estos nativos cierto
tipo de idealismo muy marcado y un aumento del interés en cuestiones
espirituales, religiosas o filosóficas.
Acuario, Leo, Cáncer, Capricornio no
reciben esta energía en aspecto mayor al Sol.
Saturno reingresa a Capricornio.
Saturno está
retrógrado todos los años por un poco menos de cinco meses. En la actualidad
está retrógrado y así permanecerá hasta el 29 de septiembre,
cuando retoma su movimiento directo.
Saturno ha llegado hasta el primer grado de Acuario,
allí ha retrogradado y en su retrogradación reingresará a Capricornio llegando
hasta el grado 25 los primeros día de septiembre, donde se estacionará para
retomar su movimiento directo.
Los tránsitos de Saturno representan un tiempo
de limitación, restricción y, probablemente, dificultades.
Retrógrado, aún más. Cuando Saturno está retrógrado en el cielo es prudente revisar
y lograr finalizar cualquier asunto pendiente, las cosas tienden a
dificultarse y retrasarse. Todo tipo de bloqueos, restricciones y obstáculos
son indicados por Saturno.
Saturno es el planeta más lejano en el esquema
planetario de la antigüedad. Es el final, es el último. Saturno rige todo
tipo de cosas que terminan: son finales o cosas que son insalvables, por lo
tanto, Saturno rige la muerte, así como el tiempo. Todas las cosas
decaen en el tiempo, y Saturno rige este decaimiento, o los efectos de la
vejez. Es viejo y lento. Cuando afecta algo, lo vuelve lento bajo
presión y puede hasta aplastarlo con su peso y poder restrictivo. Por el lado
bueno, estas cosas dan pautas para enfocarse en cosas provechosas, es
decir, aplicar presión para lograr ciertas metas. Saturno puede
hacer que uno se enfoque o se controle y muchas veces eso es una buena
circunstancia.
Pero Saturno tiene otro lado bueno. Consideremos al
diamante, que es creado del carbón sujeto a una gran presión por mucho tiempo.
Saturno rige el carbón, la presión, y los períodos largos de tiempo. Por lo
tanto, Saturno se asocia al diamante, que es valioso, hermoso y
extremadamente duro. Cuando una persona está bajo la influencia de Saturno,
eventualmente puede tener muchas dificultades y problemas, pero después se
volverá fuerte por la experiencia que pueda haber adquirido. Es a
través de las enseñanzas de Saturno y de sus lecciones duras, que uno aprende y
se hace maduro.
Por lo tanto, Saturno nos hace fuertes y
sabios por ponernos a prueba por un período largo de tiempo en el que a su
vez podemos desarrollar fuerza y voluntad.
Saturno en su reingreso a Capricornio influencia
en forma tensa a los últimos grados de los Signos
Cardinales que son los más afectados por su paso: Capricornio, Cáncer, Aries, y Libra, especialmente a
aquellos nacidos en el tercer decanato.
Los restantes signos de Tierra, Virgo y Tauro, y los de
Agua, Piscis y Escorpio reciben
esa influencia estructuradora y organizadora en forma
favorable, sin embargo, mientras dure su período de retrogradación sus expresiones
serán débiles y poco tangibles.
Los signos de Géminis, Sagitario, Acuario y
Leo no reciben esta energía en aspecto mayor al Sol.
Marte en Aries.
Marte, el
dios mitológico de la guerra, el planeta de la acción y de la puesta en marcha,
ingresará en el signo trópico de Aries el 30 de junio de 2020 permaneciendo
largamente en este signo hasta el 7 de enero de 2021, cuando
ingrese a uno de los signos de su detrimento, Tauro. Como lo hace cada dos
años, Marte hará un “bucle” de avance y retrogradación y permanecerá
seis meses en un mismo signo, Aries.
Aries es uno de los domicilios del planeta Marte
por lo cual su expresión, mientras esté directo, será clara, notable y
estimulante, aunque quizás un poco excesiva lo que puede inclinar hacia
la irascibilidad, a comportarse muchas veces de manera arrogante,
osada y en exceso temeraria. Marte otorga una fuerte voluntad y
grandes dosis de optimismo y dinamismo. Quien haya nacido con
Marte en Aries será vigoroso, independiente, dominante, valiente y agresivo.
Con mucha iniciativa será líder, le gusta llevar las riendas.
Marte favorece en este período a
los signos de fuego: Aries, Leo, Sagitario, pero también a los de Aire: Géminis y Acuario para los que
será un tiempo de gran vitalidad de acciones creativas, donde se podrá
orientar el poder de la voluntad. Sentirán mayor energía física, alegría de
vivir, mayor necesidad de acción y decisión. Buena época para emprender nuevas
tareas. Aunque es un aspecto favorable, también es un momento que puede
implicar cierto descuido por sentirse pleno y energético y tender a tomar
riesgos financieros o comprar cosas innecesarias. Demasiada confianza en sí
mismo puede ser también perjudicial.
Marte también puede implicar tensiones, una
conducta impulsiva o una actitud agresiva con sus consecuentes resentimientos
en especial relación con los demás. En ese sentido habrán de prestar
especial atención los signos de Libra, Capricornio, y Cáncer, no exponerse a
riesgos innecesarios, ni tomar decisiones apresuradas, evitar discusiones y
peleas. Si tienen litigios entre manos, obren con prudencia.
Piscis, Virgo, Tauro, Escorpio no
reciben esta influencia de forma directa.
Venus directo
Venus, el
planeta del amor y del placer, es asociado con el arte y las relaciones.
Después de permanecer retrógrado 41 días en el signo de Géminis, retomará
su movimiento directo ya convertido en el lucero del alba el día 25
de junio. Se trata de la primera elevación heliacal después de la
conjunción inferior, cuando esa Venus se vuelve más “guerrera”, más
activa. Hay, en su expresión, una actitud emocional impulsiva y sensible,
comunicativa, creadora y llena de entusiasmo. Venus en Géminis se comporta de
forma: voluble, cambiante, adaptable, mental, independiente, inquieta y superficial.
El signo de Géminis será el que recibe esa influencia más
directa y el más movilizado por este tránsito. Sagitario lo toca desde la oposición, por lo que su
influencia llegará a través de los demás. Los signos de Piscis y Virgo reciben
este tránsito a través de un ángulo adverso, lo que seguramente se
traducirá en esfuerzos y dificultades en la expresión afectiva. Esta
influencia se presentará probablemente a través de problemas, conflictos o
desafíos en la economía o las relaciones.
Libra y Acuario, en cambio,
reciben esta influencia desde un ángulo favorable, por lo cual será
benéfica y refrescante la influencia del planeta del amor en ese tiempo.
Para Leo y
para Aries, el
paso de Venus será suavemente favorable.
Capricornio, Cáncer, Escorpio y Tauro no
reciben influencia directa de Venus desde Géminis.
Mercurio directo en
Cáncer.
Mercurio, el planeta de la mente y la
comunicación, retoma su movimiento directo en el signo de Cáncer el 12
de julio y allí permanecerá hasta el 5 de agosto, cuando
ingrese en Leo.
Mercurio en Cáncer se expresa de manera muy emocional.
Transitar por un signo de agua relacionado con la sensibilidad, la fantasía y
la ilusión no es una buena ubicación para el planeta de la mente y de la
razón, el que está asociado con facultades mentales concretas. Si
bien puede aumentar la intuición, la imaginación y la ensoñación propias de
este Signo, dificultan la concentración y la estabilidad anímica.
Quien haya nacido con Mercurio en Cáncer será
intuitivo, cariñoso, fantasioso, soñador, pero inconstante y variable.
El tránsito de Mercurio por Cáncer favorece a
los signos de agua: Cáncer, Piscis y Escorpio en las compras, las ventas, la firma de acuerdos y
contratos, así como en los viajes de trabajo y las perspectivas para las
mejoras de vivienda o de bienes relacionados con el hogar.
Cuando Mercurio transita en aspecto armónico
con nuestro Sol natal nos sentimos más lúcidos mentalmente, las ideas
fluyen mejor y más rápidamente dentro de nosotros, aprendemos con mayor
facilidad, entendemos mejor lo que los demás nos dicen y nos hacemos entender
mejor cuando somos nosotros los que explicamos algo.
Aumenta nuestra velocidad de elaboración de las
informaciones. Los pensamientos fluyen rápidos y claros. Serán capaces de llegar
enseguida al núcleo de los problemas. Será favorable aprovechar
este estado para tratar de aclarar malentendidos sobre cuestiones enmarañadas.
Virgo y Tauro también
se benefician con este tránsito de Mercurio, haciendo más
fluidos los tratos, pactos, acuerdos y las negociaciones ya que mejora el
potencial de intercambio con el ambiente en todos los sentidos.
Los menos beneficiados con esta
posición son los signos cardinales: Capricornio, Aries y Libra, los cuales deben estar atentos a no crear falsas
expectativas que los puedan hacer perder de vista el centro de los problemas.
Será aconsejable tener la mente clara para no caer en errores. Puede haber
demoras y complicaciones en los viajes. Puede haber dificultades en comprender
y en hacernos comprender. Nuestra capacidad de comunicación no está al máximo.
Las ideas no fluyen bien por nuestra mente o bien fluyen demasiado rápidas y
nos llevan al error.
Temporada de
eclipses
Las lunaciones del mes de Cáncer son
dos eclipses, que afectan aún al eje Cáncer-Capricornio. Un eclipse total de Sol, y uno de Luna. A
poco del ingreso Solar se ha producido un eclipse anular de Sol en el primer
grado de Cáncer y estará vigente hasta el 14 de diciembre cuando
se produzca el próximo eclipse total de Sol en Sagitario.
Normalmente los eclipses se producen en pares,
lo cual significa que el eclipse de la luna llega dos semanas antes o después
que el eclipse del sol.
El Sol y la Luna se corresponden con factores
conscientes e inconscientes, respectivamente. Durante un eclipse, al opacarse u
oscurecerse uno de los luminares, se genera una movilización, una
crisis que puede ligarse con un reordenamiento, una reorganización de asuntos
vitales que tal vez requieran de mayor atención y energía.
Un eclipse solar (en Luna Nueva)
tiende a marcar comienzos. Un eclipse lunar (en Luna Llena)
marca finales, el tiempo de conclusión o de culminación de ciertos
acontecimientos. Sin embargo, un eclipse de Sol puede
simbolizar la desaparición momentánea de nuestro potencial interior. Entonces
sentimos la ausencia de poder personal, de voluntad, de la capacidad de
visualizar metas. Un eclipse lunar, en cambio, nos fuerza a
comprobar nuestro pasado (Luna) a la luz de la experiencia actual. Así, puede
relacionarse con confusión y momentos propicios para esconder, ocultar,
fomentar o expandir "sombras" de manifestación emocional.
El Sol es
dador de vida y energía, y su oscurecimiento en el cielo –aun durante una breve
porción de tiempo como sucede en un eclipse- es una señal de ausencia de
ésta. Existe una interacción entre eclipses y desvitalización, por
lo que podemos sentirnos más cansados, estresados o abatidos durante un eclipse
de Sol.
Un eclipse lunar usualmente marca
situaciones culminantes. Sin embargo, durante los eclipses de Luna,
nuestras emociones y sentimientos pueden desbordarse hasta el punto de ser
percibidos claramente por los demás. Se manifiestan momentos de alteración,
desorden, desconcierto o confusión, cierto sentimiento teñido de nostalgia o
pesimismo por cosas de la vida que uno siente que está dejando atrás. Y ocurre
que lo que parece ser, en realidad no es.
Astrológicamente consideramos que los eclipses
afectan un determinado punto de la carta natal y su punto opuesto y,
en el caso de estar afectado dicho eclipse por malos ángulos, también los
consideraremos como puntos sensibilizados por el fenómeno celeste.
En ambos eclipses van a estar sensibilizados los
signos de Capricornio y Cáncer. En el eclipse de Luna que se
produce el 5 de julio se verán afectados aquellos nacidos en
la primera mitad del segundo decanato, sin embargo, en todas las cartas natales
están esos grados del zodiaco por lo cual siempre algún área de la carta se
verá afectada. Los eclipses movilizarán los tránsitos activos y traerán tensión
en la casa afectada.
Los eclipses pueden anunciar eventos importantes en
nuestra vida, así como encuentros, rupturas o cambios de trabajo.
Los eventos que siguen a un eclipse tienen mayor peso
que los eventos que traen las Lunas nuevas normales. De hecho, un eclipse es
como una nueva turbina, una Luna Nueva que trae mucha más energía y empuje.
Si un eclipse cae en el día de cumpleaños (o muy
cercano), el año que comienza probablemente será un año de eventos. Se
experimentará un cambio grande en una parte específica de la vida y habrá que
cuidar la salud porque se está más sensible a enfermarse que lo usual.
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