Argentina es un gran Núcleo energético donde residen distintas herramientas muy importantes. De siete Centros Planetarios, Argentina tiene dos:
Centro P Erks, Capilla del Monte:
Conocimiento iniciático.Centro P. Iberah, en Viedma: Transmutación de la
Materia.
En cada Provincia hay una Ciudad Intraterrena, entre todas se comunican formando un entramado energético único llamado El Árbol de la Vida, puesto que este entramado es la raíz pura de donde emerge la nueva conciencia del Ser humano, el nuevo Hombre.
Además en una de estas ciudades
intraterrenas, existe un espacio, llamado Retiro Intraterreno, donde resguardan
una herramienta llamada Disco Solar en Talampaya. El disco tiene el nombre de
Mitakunah, su función es la siguiente: enlazar los Orígenes indígenas
ancestrales junto con la energía vital y esencial de la madre tierra, anclando
nuestros cuerpos y el cuerpo de la madre tierra en la Red del tiempo. Este anclaje permite el nacimiento de la sabiduría
original.
La Red del tiempo es una Red de discos
solares, en total 13, que están a lo largo de la Neuroesencia de América (La
Cordillera).
Argentina tiene una Vibración de
transformación, sustentación y potenciador. Además de ser la cuna de un entramado
energético multidimensional donde ayudará a la transición planetaria, ya que
contiene toda la información necesaria de las pautas que la humanidad necesita
para enlazar con su verdadera historia y en consecuencia dar un paso más.
Argentina reúne el mayor nivel evolutivo de
conciencias junto con Uruguay.
Contiene una Red de Espejos conectados a
través de lagos y ríos, haciendo un enlace con el Océano Pacífico y Atlántico.
Esta Red de espejos culmina con el Gran espejo Antártico que enlaza a Sirio. Los
espejos distribuyen la información de transformación, nacimiento y redención.
Argentina es Especial y todos los que
estamos respirando en estas Tierras sagradas tenemos un propósito que
desarrollar muy importante y vital. Caminemos despacio pero firmes, hacia
nuestra propia transformación interna para poder comprender más allá del
Sistema de Creencias.
Rubens Fridman
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