Con el final de 2022 en el horizonte, diciembre nos lleva a un momento de plenitud y finalización donde nos integraremos completamente y comenzaremos a manifestar todo lo que se ha trabajado a través de nosotros este año. El impulso se está acumulando para encender la energía necesaria para impulsar nuestro camino a seguir. Sin embargo, debemos ser conscientes de la necesidad de un progreso lento y constante, ya que se pueden esperar algunos giros y vueltas con oportunidades provenientes de espacios y lugares que menos esperamos.
Este fin de semana
Neptuno se estacionará directo después de estar retrógrado desde junio. El
retrógrado de Neptuno nos llevó profundamente a nuestros aspectos sombríos
donde pudimos ser testigos de lo que necesitaba sanación. Con su movimiento
directo, surgirá una mayor claridad, comprensión y perspicacia, ayudándonos a
ver los patrones, las reacciones automáticas y las respuestas habituales que
ahora deben liberarse. Nuestra intuición, que puede haber sido confusa, se está
aclarando y comenzaremos a percibir de una manera nueva hacia qué nos está
guiando nuestra alma.
En diciembre tu
capacidad se eleva preparándote para lo que deparará el 2023. Puede haber
momentos de incomodidad y conflicto a medida que las energías entrantes te
empujan a cambiar y cambiar la dinámica de tu vida. Ya no estás atado al pasado
y como tal debes elegir lo nuevo. Los viejos ciclos que se repiten y sus
efectos kármicos se están derrumbando, dándote una nueva visión de tu vida y el
nuevo propósito que se está revelando. Reduce la velocidad lo suficiente como
para ver y experimentar la mayor totalidad que se está desarrollando. Tómate el
tiempo para percibir y sentir el nuevo espacio intuitivo que se está abriendo y
ver qué claridad emerge.
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