Con respecto al inicio de la porción Vayeshev, que cuenta la historia de la
familia de Yaakov, Rashí cita una explicación del Midrash que habla del por qué
esta historia está justo después de la porción anterior, Vayishlaj. La porción
describe a todos los reyes que existieron en aquel tiempo, todas las
generaciones y la familia de Esav, quien, en aquel tiempo, era considerado como
el hermano negativo de Yaakov.
"Hay un aspecto interno y uno externo."
Para explicar por qué esta porción, Vayeshev,
comienza con Yaakov y su familia, Rashí cuenta una parábola sobre un hombre que
viajaba con sus camellos cargados de lino. El hombre y sus camellos pasan
delante de un minero quien los ve y dice: “¡Vean todo este lino! ¡Estoy
abrumado!” a lo que una persona responde: “No pienses en todo ese lino; si una
chispa de tu llama le cae, lo quemará todo”. Rashí explica que así es cómo
Yaakov veía a todas las generaciones de Esav; no como historias sobre familias,
sino, como el lino, fuerzas de negatividad y, por lo tanto, quedó abrumado.
Así pues, Yaakov está abrumado en el inicio de
la porción Vayeshev, y para calmarlo y responder su pregunta sobre cómo alguien
puede luchar contra todas estas fuerzas y energías de oscuridad, negatividad y
destrucción mencionadas al final de la porción anterior, el Midrash dice que la
casa de Yaakov es fuego, la casa de Yosef es una llama, y las fuerzas de Esav,
las fuerzas de oscuridad y negatividad, son como el heno; una chispa puede
salir de Yosef y quemar toda el heno que es Esav.
Entendamos literalmente lo que Rashí cita del
Midrash. Yaakov ve todas las generaciones de Esav y queda abrumado. No ve una
manera de salir de toda la oscuridad y el dolor que existirá en el mundo, y
pregunta: “¿Cómo puedo detener toda esta oscuridad y destrucción?”. La
respuesta que da el Midrash, al igual que en la parábola, es que es posible que
tengamos una chispa de Luz que queme todas estas fuerzas de negatividad.
Entonces, ¿cuál es el secreto de la parábola?
Y más importante aún, ¿cómo lo usamos en nuestra propia vida? Los kabbalistas
explican que en todas las cosas del mundo hay un aspecto interno y uno externo.
Desafortunadamente, la mayoría de nosotros vive en el plano del aspecto
externo; nos preocupamos por lo que los demás dicen de nosotros. Ese es un
indicador claro de que estamos más involucrados con el aspecto externo de las
cosas que con el interno. Lamentablemente, el dolor, el sufrimiento, la muerte
y la oscuridad también forman parte del aspecto externo, y si un individuo
fortalece uno de los aspectos externos de algo en su conciencia y en la manera
en la que vive su vida, también les da poder a los aspectos externos del mundo;
las fuerzas no solo traen oscuridad al mundo en su conjunto, sino también al
individuo.
"Comenzamos a enfocarnos sólo en
nuestra transformación y nuestra conexión con la Luz del Creador."
Por tanto, ¿cómo quemamos ese aspecto externo?
¿Cómo puede alguien quemar el juicio y la negatividad que está viviendo para
hacerla desaparecer? La respuesta es simple. Si un individuo comienza a vivir
su vida sin preocuparse por lo externo, sino solo por el aspecto interno: el
alma, la transformación y el trabajo espiritual, entonces esa chispa puede
quemar todos los juicios externos. Cuando somos abrumados por la oscuridad y el
juicio, podemos eliminarlos al recordar que eso es solo el aspecto externo; no
es real, no tiene existencia, y una chispa de la Luz interna puede quemarlo por
completo.
Por lo tanto, la pregunta que debemos hacernos
es: ¿Cuáles son mis preocupaciones y dónde está mi enfoque? Porque si
continuamos concentrándonos en lo externo y preocupándonos por ello, entonces
no podremos detener el juicio ni quemar toda esa negatividad. Por el contrario,
si entendemos que la única manera en la que podemos quemar todo lo externo es
concentrándonos solo en enviar una chispa del aspecto interno, comenzamos a
enfocar nuestra vida sólo en nuestra transformación y nuestra conexión con la
Luz del Creador. Al hacerlo, tal y como dice el Midrash: “La chispa salta y
quema toda la negatividad”.
Podemos quemar el juicio y todas las fuerzas
abrumadoras de oscuridad, tanto individualmente como para el mundo, al enviar
una chispa de nuestro aspecto interno. ¿Cómo lo hacemos? Al reenfocar nuestra
mente para no preocuparnos por lo que los demás piensan o dicen de nosotros, al
no preocuparnos más por todas las cosas externas en las que pasamos
concentrados la mayor parte de nuestros días. Más bien, dirijámonos al aspecto
interno de nuestra alma y enfoquémonos allí. Ese es el secreto de este Midrash;
Yaakov es abrumado por todas las fuerzas de negatividad, pero el Creador dice:
“No olvides que no son reales”. Y luego nosotros, al igual que Yaakov, podemos
eliminar esas fuerzas de negatividad y juicio con una chispa, pero tenemos que
estar conectados con esa chispa, el aspecto interno.
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