Las Siete Leyes Fundamentales o los Siete Principios Universales fueron dados a conocer por el sabio del antiguo Egipto Hermes el grande, el padre de la sabiduría, el fundador de la Astrología y la Alquimia. Los egipcios lo inmortalizaron bajo el nombre de Dios Toth. Años después los griegos le llamaron Hermes Trismegisto, el tres veces grande, y lo adoraron como el Dios de la Sabiduría.
La vida de Hermes Trismegisto es legendaria, los detalles se
pierden en la gran inmensidad de las edades, pero su aporte a la humanidad es
eterna. A través de su vida y obra, conocemos una forma de pensar la vida del
Ser Humano y el Universo, a través de un sistema de leyes.
El conocimiento de estas leyes ocultas, que son ocultas no por
oscuras sino porque pertenecen al mundo sutil, lo intangible y místico,
únicamente pueden descubrirse a través del cultivo de la Conciencia.
Por medio de estas leyes cósmicas fundamentales podemos
lograr alcanzar estados de mayor evolución y desenvolvimiento. Nos hablan
de la verdad del Universo y, por ende, nos hablan de la verdad del Ser Humano.
Estos principios fueron agrupados en el famoso libro
llamado Kybalión, un documento
de 1908, que resume las enseñanzas del hermetismo.
Los principios de la verdad son siete. Quien logre
comprenderlos y aplicarlos a la vida cotidiana, descubrirá una clave mágica
para aprender a pensar de forma expansiva, desenvolverse en la vida en sintonía
con la esencia universal y crear de forma naturalmente evolutiva.
Estos Principios Universales son:
1. Principio del Mentalismo
Esta ley se basa en un aforismo que dice “todo es
mente, el universo es una creación mental”. El Universo en el que vivimos
es una creación mental. Todo lo que existe es producto de la mente divina y
toda manifestación captada o no por nuestros sentidos físicos es esencia
mental.
Dicen los diferentes textos bíblicos que Dios creó al hombre a
su imagen y semejanza. Esta semejanza o imagen divina proviene del fluido
mental del cual formamos parte; es por ello, que como hijos de Dios, Alá,
Jehová, el Tao, Buda, el Sol, o cualquier manifestación simbólica del Todo,
creamos con nuestra propia mente todo lo que nos rodea en el mundo físico.
Toda creación es traída por la mente humana a este plano
físico, pero como el ser humano está dotado de libre albedrío, éste le
permite usar la mente para el bien y para el mal. Se dice que la mente es la
matriz del cosmos. Debemos aprender a controlar nuestra mente, ya que por
medio de ella construimos nuestro mundo, el cual no puede ser diferente de
nuestra forma de pensar. Es por ello que se dice que todo en el mundo es una
apariencia, y la apariencia sólo se vive de acuerdo al pensamiento que estamos
emitiendo desde nuestra mente.
2. Principio de Correspondencia
La ley de correspondencia se basa en el enunciado de: “Como
es Arriba es Abajo, como es Adentro es Afuera”. Este principio
encierra la verdad de que, entre los diferentes planos en que se manifiesta la
vida y todo cuanto existe en el Cosmos, hay una concordancia o correspondencia
que los unifica y nos permite comprenderla. Reconocer la clave nos permite
resolver las grandes inquietudes de la naturaleza.
El macrocosmos se corresponde con el microcosmos y así la
unidad del Universo y el Ser Humano. En este sentido, al estudiar el átomo
podemos comprender un sistema planetario y viceversa.
Para comprender esta Ley, es importante tener en cuenta
que, según la filosofía hermética, la vida se manifiesta en 3 planos: el plano
físico, el plano mental y el plano espiritual. En realidad son uno solo,
únicamente están separados uno del otro por su grado de vibración
electromagnética de tal forma, que a mayor vibración tanto más elevado es el
respectivo plano. Por lo tanto no existe exactamente una línea que los separe
sino que se van esfumando el uno del otro hasta construir un todo armónico,
siendo su punto de manifestación más bajo o denso, la materia y el más alto o
sutil, el espíritu.
Por medio del Principio de
Correspondencia podemos comprender la Astrología y la
Alquimia también, partiendo del átomo, conocer las moléculas, los tejidos y el
microcosmos y a partir del microcosmos analizar los sistemas solares, planetas
y lunas, lo cual nos lleva conocer las galaxias y de ahí al Cosmos.
Este mismo principio nos permite entender que tal como es
arriba un Padre todopoderoso creador, abajo es un hijo que también tiene la capacidad
de crear, porque ha sido creado a imagen y semejanza del Padre Creador. Ese es
nuestro viaje alrededor del Sol.
3. Principio de Vibración
El principio o ley de vibración nos dice: “nada está
inmóvil, todo se mueve”. Todo en el Cosmos vibra desde el Todo que es puro
espíritu hasta la más tosca forma material. Desde el gran Universo hasta el más
pequeño de los átomos, la diferencia está dada por la onda vibratoria.
La vida es vibración. Absolutamente todo lo que el Ser Humano
percibe a través de sus cinco sentidos son diferentes grados de vibración que
se hacen palpables y visibles. La ciencia actual ha comprobado que todo lo que
se conoce como materia y energía, son diferentes modos de movimiento
vibratorio. Que todo se manifiesta en mayor o menor grado de vibración, lo cual
produce los cambios de temperatura, de calor y sonido. Igualmente se ha
comprobado que toda partícula tiene movimiento circular al igual que los
planetas y los sistemas planetarios, los cuales a su vez giran en torno de
otros más grandes y así hasta el infinito.
4. Principio de Polaridad
El principio o ley de polaridad nos dice que: “todo
tiene su par de opuestos, todo es dual, todo tiene dos polos, los semejantes y
los antagónicos son lo mismo, los supuestos son idénticos, pero diferentes en
grado, los extremos se tocan”.
La ley de polaridad afirma que todo par de puestos pueden
reconciliarse mediante la aplicación de este principio, el cual ha servido de
punto de partida para grandes avances de la ciencia y que nos ha llevado a comprender
como todo movimiento es un Todo, es decir, el resultado de dos fuerzas
contrarias: una centrifuga y otra centrípeta.
Veamos cómo se manifiesta esta ley en los diferentes planos:
por ejemplo en el plano físico, podremos ver que el calor y el frío aunque
parecen ser dos cosas diferentes son realmente una misma temperatura expresada
en diferentes grados de una misma escala térmica. Lo que nos permite conocer el
calor es la existencia del frío y viceversa; lo mismo nos permite apreciar como
existe lo negro y lo blanco, la luz y las tinieblas, lo grande y lo pequeño.
El espíritu y la materia son polos de la misma cosa, siendo
los estados intermedios solamente diferentes grados vibratorios.
5. Principio del Ritmo
Esta ley o principio nos dice que: “todo fluye y
refluye”. Todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo asciende y
desciende, todo se mueve como un péndulo.
El ritmo es la ley de compensación, es el reflejo de la vida
misma. En el Universo todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida y
vuelta. Todo asciende y desciende, todo tiene su avance y retroceso porque todo
obedece a periodos cíclicos en los cuales podremos observar tres etapas o
momentos: expansión, descenso y recuperación. En la Tierra, por ejemplo, las
mareas, la forma como suben y bajan; el ir y venir de las olas del mar ilustran
perfectamente estos tres pasos o etapas.
Esta ley rige al igual que todas las demás para el Cosmos, los
planetas, soles, animales, plantas, el Ser Humano y su medio. Igualmente
se manifiesta en los gobiernos, la economía, los negocios, y la resultante de
todos ellos, nuestros estados anímicos y emocionales. Por medio de ella nos
podremos explicar la razón por la cual a una gran alegría desbordante, le sigue
un periodo de tristeza; a una risa descomunal, le sigue el llanto; a momentos
de dolor y angustia le suceden y superan momentos de placer y tranquilidad.
6. Principio de Causa y Efecto
La ley de causa y efecto nos dice: “toda causa tiene
su efecto, todo efecto tiene su causa”. Es por esta ley que todas las cosas
son, han sido y serán.
Es la misma ley conocida en la filosofía como principio de
causalidad; en el materialismo dialéctico se le conoce como la unidad de los
contrarios; en la ciencia actual la encontramos expresada en la tercera ley de
Isaac Newton: la ley de acción y reacción. Además se encuentra expresada en
casi todos los libros sagrados de las diferentes religiones, con muy variados
ejemplos como el pasaje bíblico que nos dice que aquello que sembremos eso
mismo habremos de cosechar.
En el Universo todo movimiento tiene su verdadera resonancia,
su propio efecto. Todo en el Universo se concatena. La ley de Causa y Efecto se
manifiesta tanto el plano físico como en el plano espiritual, por eso se la
relaciona con la Ley del Karma.
Todas las cosas y el Ser Humano también se mueven en
ciclos progresivos, de manera que puedan gozar de todas las ventajas y de todas
las oportunidades de desarrollo que el universo puede ofrecerles. Es por ello,
que la vía evolutiva de la vida se mueve en espiral, que siempre va adelante y
hacia arriba, un espiral evolutivo.
7. Principio de Generación
Esta ley nos dice que: “la generación existe por
doquier. Todo tiene sus principios masculino y femenino, la generación se
manifiesten todos los planos”.
La palabra generación deriva de la raíz latina que
significa “concebir, procrear, producir” y tiene un
significado mucho más amplio que la del sexo. Todo cuanto existe tiene sus
principios masculino y femenino es decir todo contiene los principios activo y positivo,
en todo se manifiesta la acción del ánodo y el cátodo.
La polaridad y la generación se manifiestan en todos los
planos tanto en el físico como en el espiritual. Por un lado, recibir,
germinar, producir, dar forma; y por el otro, atraer, estimular, sembrar.
Origen y y Fin de la Dualidad. Athanasius Kircher, Ars magna
lucis et umbrae, 1671
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