La fe en Dios implica el reconocimiento de la Omnipresencia de lo Divino en el Universo y el esfuerzo por llegar a experimentar esa divinidad dentro de uno mismo. Lo Divino es Uno, aunque se le pueda llamar por muchos nombres. Es necesario darse cuenta de que Dios está presente en todo y que nada existe sin el poder de lo Divino.
Hay que evitar que la fe en Dios se vea afectada por los altibajos de la vida. Todas las dificultades han de considerarse como pruebas y desafíos que hay que encarar con valentía y con fe. Hay que aprender del ejemplo sentado por Ranthi Deva, quien mantuvo su fe en Dios y mostró su compasión por los
sufrientes, incluso en medio de las privaciones extremas a que se viera reducido por las vicisitudes de la vida. Para alimentar a un hambriento, él y su familia renunciaron a los pocos alimentos que habían logrado reunir, y hasta renunciaron al agua que tenían para aliviar la sed de un hombre acosado por ella.La Madre Teresa de Calcuta, otro
excelente ejemplo, no se sentía afectada por todos los desafíos a que fuera
sometida, porque en todos y en todo veía la forma de Dios. Ella ejemplifica la
fortaleza que nace del amor a Dios, excluyendo todo lo demás.
El amor mundano es ciego y voluble. El
Amor Divino lo comprende todo y desafía toda descripción. Cuando el corazón es
liberado de toda impureza, puede llegar a vivenciar lo Divino. Se deleitará en
la dicha de esa experiencia y no buscará ya otros placeres triviales. Cuando
uno se encuentra inmerso en el néctar del Amor Divino, llega a experimentar una
dicha inefable: ésa es la persona que vive la experiencia directa de lo Divino.
Por supuesto que ustedes pueden tener
el dominio sobre las enfermedades y la muerte y evitar la agitación y la
ansiedad, tomando las medicinas prescritas y observando el régimen señalado.
Canten la Gloria del Señor cuando se sientan afligidos por el sufrimiento o la
angustia; pues en esos momentos es cuando más necesitan de El. Cuando hay
fiebre es el momento de tomar las tabletas a intervalos más cortos o en mayores
cantidades (analogía).
Manténganse firmemente establecidos en
la fe, alimenten sus raíces con las oraciones. Sólo aquellos que están
dedicados a la práctica y a las ofrendas de adoración con miras a impresionar a
los demás, las abandonarán cuando la fortuna les de la espalda. El resto
aceptará lo que sea con la suprema indiferencia de un santo, pues la buena o la
mala fortuna para ellos es sólo el anverso o el reverso de la moneda de la
Gracia Divina.
La fe en Dios dentro del corazón, la
fe en su constante presencia y su constante guía, les conferirá valor, virtud e
iluminación. Los Sastras dicen: tengan fe en el doctor para que se curen de su
enfermedad; tengan fe en el mantram en el cual los inició su preceptor, porque
sólo así podrá ser fructífera la disciplina espiritual, tengan fe en la
santidad del templo, pues sólo así será provechoso su peregrinaje. Tengan fe en
el Maestro, porque sólo entonces sus pasos en el sendero de la auto-realización
serán firmes y constantes. La fe en el Maestro les traerá la fe en el Alma, o
de otra forma el Maestro sería un obstáculo.
Avancen más hacia la luz, y las
sombras quedarán detrás de ustedes; aléjense de ella y entonces tendrán que
seguir a su propia sombra.
El Amor del Señor es como una tela
contra los mosquitos; ella los protegerá de los transmisores de la enfermedad
del apego, orgullo, lujuria, ira, codicia y maldad. Desarrollen la fe para que
puedan amar sin ninguna duda. La “enfermedad” primero hace titubear la fe de
muchos, pero más tarde reafirma esta fe. Esto no es tan bueno como mantener la
fe inmutable sin importar lo que suceda. ¿Cómo podía estar firme en el
estornudo la nariz que se cae con una simple tos?
Sean perseverantes en la disciplina
espiritual y nunca titubeen una vez que hayan decidido realizarla. Cuando el
autobús está en movimiento, el polvo flota detrás de él como una nube;
solamente cuando se detiene completamente, la nube de polvo envuelve la cara de
los pasajeros. De igual forma, mantengan su marcha, continúen perseverantemente
dedicados a la práctica espiritual. Entonces la nube de polvo del mundo
material no les ensuciará la cara.
“Oh
Llama, tú fundas al mortal en una inmortalidad suprema para incrementar el
inspirado Conocimiento día a día; para el vidente sediento de nacimiento dual,
tú creas la divina bienaventuranza y la humana dicha”.
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