Por Dr. David Hamilton
"No
hay nada mejor que una buena carcajada".
Este es un
dicho popular donde yo vivo.
Es una de
las cosas más placenteras que puede hacer una persona. Uno de mis mejores
recuerdos de la infancia es ver episodios de Laurel y Hardy.
Es una divertidísima comedia de payasadas ambientada entre mediados de los años 20 y mediados de los 50 que sigue la suerte de dos hombres desafortunados: Stan Laurel y Oliver Hardy. Pero no fueron solo Stan y Ollie los que formaron mi memoria, sino ver a mi padre reírse tanto con ellos que se le brotaban las lágrimas.
Este tipo
de comedia siempre me ha gustado. Hace poco vi un episodio en el que Laurel y
Hardy tenían que subir un piano a lo alto de una escalera y el piano se caía
una y otra vez, arrastrando a Hardy con él. Me reía tanto que me dolían las
costillas.
Si alguna
vez necesitas que te levanten el ánimo, te recomiendo un poco de Laurel y
Hardy.
Reír no
solo es una de las cosas más placenteras que puede hacer el ser humano, sino
también una de las más saludables.
Los
beneficios de la risa para la salud
Muchos han
oído al menos una referencia a la famosa historia de Normal Cousins, quien,
tras sufrir los dolores debilitantes de una enfermedad del tejido conjuntivo y
espondilitis anquilosante, descubrió que solo diez minutos de risa abdominal al
día tenían un efecto anestésico que le proporcionaba unas dos horas de sueño
sin dolor.
La
investigación moderna puede señalar ahora por qué la risa tuvo tanto éxito para
Cousins. Ahora sabemos que puede reducir drásticamente la inflamación,
especialmente en personas con inflamación aguda. Y la inflamación aguda es
característica de las enfermedades del tejido conjuntivo y las formas de
artritis, como la espondilitis anquilosante.
Y ahora
también sabemos que puede reducir el dolor no solo desinflamando, sino también
aumentando las endorfinas.
La risa
también es un tónico para la salud mental. Puede aumentar la felicidad, aliviar
la depresión y reducir el estrés y la ansiedad. Incluso puede darnos una
sensación de optimismo ante la vida. Y se sabe que mejora la calidad del sueño.
Es
excelente para el corazón. Puede reducir la tensión arterial, mejorar la
circulación sanguínea y el funcionamiento de las arterias.
Incluso
ejercita algunos músculos y quema calorías. Por eso los investigadores llaman a
veces a la risa "footing interno". La risa mejora incluso la
respiración.
Y es bueno
para el sistema inmunitario. Los estudios demuestran que aumenta los niveles de
anticuerpos beneficiosos y potencia la actividad de las células asesinas
naturales*.
También
favorece la conexión humana. La risa es una emoción social. Fuera de ver
comedias en la televisión, tendemos a reírnos con los demás. Reír juntos por un
motivo común nos demuestra que nos sentimos cómodos en ese espacio juntos.
Rompe barreras y hace que la conversación sea más libre. Puede unir a grupos de
personas que no se conocen e incluso a quienes no suelen llevarse bien.
También es
contagiosa. Una vez lo demostré durante una conferencia en la que hablé un poco
sobre la risa, expliqué algunos de sus beneficios para la salud y luego señalé
que cuando ves reír a alguien te hace reír a ti también.
Así que
respiré hondo y solté una sonora carcajada. Es una técnica del yoga de la risa.
Empieza como una risa fingida, pero rápidamente se convierte en risa de verdad.
Entonces, otros empezaron a reírse. En menos de un minuto, todo el mundo se
había unido al coro de risas.
Y todo
empezó con una sola carcajada.
Pero no
siempre es fácil reír. A veces en la vida, las cosas han sido difíciles durante
un tiempo, y nos cuesta encontrar una razón para reír. O incluso escapar de un
sentimiento de pesadez el tiempo suficiente para poder reír.
Todos hemos
pasado por eso. Muchos lo están ahora mismo.
Pero
podemos aprender, o volver a aprender, a reír. Solo que a veces nos falta
práctica.
La risa se
puede entrenar. El cerebro es neuroplástico. Significa que siempre se está
moldeando y recableando. Es lo que hace posible el aprendizaje.
Dicen que
los bebés se ríen unas 300 veces al día, en comparación con los adultos, que se
ríen unas 17 veces, y algunos apenas se ríen. Cuando crecemos y aprendemos a
tomarnos la vida mucho más en serio, perdemos el hábito de reírnos de las cosas
cotidianas.
Pero es un
hábito que sería saludable recuperar.
(*) La
célula NK (del inglés Natural Killer ), asesina natural o célula asesina
(anteriormente llamada linfocito grande granuloso) es un tipo de linfocito, y
un componente importante del sistema inmunitario innato para la defensa del
organismo. Su función es la destrucción de las células infectadas y de las
células cancerosas, además de regular la defensa inmunitaria. (Wipipedia)
Tu proyecto
de la risa
¿Qué tal si
te fijas un "Proyecto de la risa"? Ponte como meta aumentar cuánto te
ríes en la vida.
Aquí tienes
algunas ideas:
1) Haz una
lista de programas, series y películas cómicas con las que te hayas reído en el
pasado.
Determina
ver o escuchar con frecuencia algo de tu lista. Piénsalo como si tomaras un
analgésico para el dolor de cabeza, con la diferencia de que estarás tomando
una píldora de risa experimental como elevador del estado de ánimo.
2) Haz una
lista de cómicos que te parezcan divertidos.
Determina
ver o escuchar algo de tu lista tan a menudo como puedas, aunque solo sean unos
minutos.
3) Busca
nuevas películas o series cómicas.
4) Practica
el yoga de la risa. Respira hondo y despacio, esboza una amplia sonrisa y
suelta una carcajada al exhalar.
Hazlo diez
veces al día, preferiblemente por la mañana, porque te preparará para el día.
Las primeras risas serán fingidas, por supuesto, pero pronto te darás cuenta de
que se volverán más naturales a medida que las practiques y que los músculos de
la sonrisa empezarán a sentirse mucho más cómodos en la posición de la sonrisa.
5) Intenta
ver el lado divertido de la vida. Estate atento a las cosas divertidas que te
ocurren a lo largo del día.
Si decides
hacerlo, te sorprenderá lo que verás, oirás o te encontrarás que normalmente
pasarías por alto.
6) Toma
papel y bolígrafo y escribe algunas de las cosas divertidas que te han ocurrido
en la vida, ya sea a ti mismo, a tus amigos o a tu familia.
Recuerda
sucesos graciosos, cosas que hayas presenciado o vivido, cosas que no te
parecieron graciosas en su momento pero que ahora, pensándolo bien, son
divertidísimas.
7) Busca
fotos, tarjetas o incluso tiras cómicas que te hagan gracia. Pégalas por toda
la casa para que las veas todos los días.
¿Por qué
nos reímos en momentos inoportunos?
Como he
escrito antes, la risa se puede entrenar. A veces, en la vida, perdemos el
hábito. Así que entrenémonos para recuperarlo.
Antes de
terminar este blog, ¿alguna vez te has reído en momentos inoportunos? Es
bastante habitual.
Sé que a mí
me ha pasado. Hay varias teorías sobre por qué lo hacemos. Una teoría dice que
lo hacemos inconscientemente para intentar aligerar momentos dolorosos. Forma
parte del aspecto social de la risa. Una parte de nuestro cerebro piensa que
riendo reduciremos el dolor de otra persona.
Otra teoría
dice que es una forma de regular nuestras propias emociones, sobre todo si nos
hemos sentido emocionados o abrumados. Es una especie de reflejo que nos ayuda
a reducir la intensidad de lo que sentimos.
Pero sea
cual sea el motivo, es habitual. Así que no te avergüences si lo haces.
Permíteme
terminar este blog con uno de mis chistes favoritos.
"¿Has
oído hablar del espantapájaros que ganó un Premio Nobel? ¡Destacaba en su
campo!"
Oh bueno, a
mí me hizo gracia.
Y para
terminar, aquí van algunos enlaces a algunos de mis vídeos favoritos de risas
contagiosas.
Risas en el
tranvía. https://www.youtube.com/watch?v=Wk9-gkT2bI8
Risas en el
metro de Nueva York https://www.youtube.com/watch?v=qphhyx8_vkk
O
simplemente busca "Contagious Laughter" en YouTube.¡Acabo de hacerlo
antes de publicar esto y me he pasado los últimos 15 minutos llorando de risa!
https://drdavidhamilton.com/the-healing-power-of-laughter/
Traducción:
Susana Peralta
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