La
entrada del Sol en Sagitario nos da la oportunidad de caminar en la vida
interna y eterna sin alterar la vida objetiva externa. Esta es la especialidad
de Sagitario. Sagitario es el signo de aspiración ardiente, y la aspiración
puede hallar un propósito doble. Mientras crecemos hacia afuera en la vida,
también podemos crecer en la vida interna y sutil. Júpiter, el Señor del signo,
facilita este propósito doble a toda alma aspirante.
Los
aspirantes tendrán que planificar su vida diaria, asignando tiempo para el
trabajo externo y para el trabajo interno. Debe haber un tiempo adecuado para
el trabajo
interno, y el trabajo interno deberá llevarse a cabo con la misma
intensidad que el trabajo externo. Eso no suele ocurrir. Por tanto, no se abren
las puertas al trabajo interno. A medida que el alma evoluciona en sus
encarnaciones, se da prioridad a la vida interna como un plan del tiempo.
Cuando uno decide viajar a la vida sutil, interna, uno ha de respetar su propia
decisión y seguirla.
La
Ciencia de la Sabiduría dice que una cuarta parte de la vida es visible y
mortal, mientras tres cuartas partes de la vida son invisibles e inmortales.
Hasta que el hombre no desarrolle la dimensión invisible de la vida no puede
considerar que esté trabajando en todo su potencial.
Hoy
día, el hombre vive hasta una cuarta parte de su potencial. Pero para un
aspirante resulta demasiado restringido y limitado vivir una cuarta parte de la
vida. Un verdadero aspirante se siente como un pájaro enjaulado en una
habitación, mientras ve un cielo ilimitado a su alrededor. El pájaro se siente
naturalmente inclinado a moverse por el cielo abierto y no a permanecer
restringido y limitado a una habitación. Hasta que a uno no le llegue esta
“sensación”, uno no puede llamarse a sí mismo aspirante. Cuando la “sensación”
genera el calor necesario, la naturaleza abre puertas a través de
acontecimientos para que el pájaro escape a una vida ilimitada.
La
entrada del Sol en Sagitario debería recordarnos a todos los verdaderos
aspirantes la vertiente invisible e inmortal de la vida. Es un recordatorio
para que los aspirantes inflamen su aspiración y avancen más allá de las
limitaciones que son autoimpuestas.
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