Luna nueva en Sagitario. “Y
la verdad, os hará libres”
por elarcadeastrotrina
El próximo 29 de noviembre a
las 7:49 hora de Venezuela a los 7 grados 43 min, tendremos la Luna nueva en el
signo Sagitario, desafiando nuestros dogmas, lo que consideramos como real y lo
que creemos como ficticio. Sagitario es el signo de la búsqueda de la verdad
metafísica, la verdad que está más allá de lo evidente, es una excelente
oportunidad para meditar desde los niveles de la conciencia Crística. El Cristo
es el yo superior, el diamante cristalino de nuestro ser.
"La verdad os hará
libres" (Jn 8,32), es una de las exclamaciones más recordadas del maestro
Jesús. Con esa frase dicha a sus discípulos y colocando a un niño como ejemplo
para ilustrarles, quiso explicar que la llave de la puerta al paraíso, residía
en tener la actitud inocente de un infante, quienes están ávidos de sabiduría,
pero desde una posición de humildad y no de superioridad.
Con tanto bombardeo de
información, que proviene de los noticieros, las redes sociales y del Internet
en sí, vivimos 24/7 queriendo “saberlo todo y no perdernos de nada”. Estamos
ansiosos de acumular información en nuestro disco duro, pero rara vez nos
detenemos a asimilar la misma y menos, preguntarnos para qué nos sirve y cómo
podemos aprovechar el “conocimiento”.
Si bien alguien una vez dijo,
que el conocimiento es poder, lo que teníamos que inferir de esa frase es que
dicho poder viene de aplicar la sabiduría a nuestra vida diaria, para
transformarla. De lo contrario, sencillamente somos acumuladores de
información, llegando al punto de sufrir
“infoxicación”, un término a menudo empleado en los últimos años, para
definir una sintomatología emocional, que se acompaña de sentimientos de
agobio, ansiedad y apatía, al vernos tan abrumados de información, sin saber
cómo filtrarla o de qué manera emplearla.
Entonces, justo aquí es donde
encaja la parábola del maestro Jesús, para finalmente entender, que no tenemos
por qué saberlo todo y que la acumulación de conceptos intelectuales, no
necesariamente nos llevan a la iluminación. Es el aprender y aprehender, según
nuestras propias capacidades, como hacen los niños, que nos vamos forjando el
camino hacia la verdadera sabiduría, que implica una verdad que se siente en el
corazón y en el alma, esa que nos libera y nos hace posibles.
Así como Jesús, otros
maestros ascendidos o avatares importantes en la historia de la humanidad,
tales como Krishna, Budha, Mahoma y
Moises, nos enseñaron que la gran verdad que debíamos conocer es la del amor
incondicional, que debe nacer de nuestro ser por nosotros primero, y por
consiguiente, extenderse hacia los demás y todo lo creado. No olvides el
undécimo mandamiento, también del maestro Jesús: “Ama a tu prójimo, como a ti
mismo”.
Ahora bien, la libertad que
viene de conocer la verdad, generalmente está representada por el libre
albedrío, según el cual, todo hombre es libre de hacer su vida según sus
propios conceptos y con base en lo que él mismo considera como “su verdad”.
Pero, si revisamos algunas acciones del hombre llevadas por su concepto de
verdad y ejerciendo su libertad, tendríamos que reprochar las dos guerras
mundiales, el holocausto judío y los sistemas políticos que tanto daño han
hecho a la humanidad, como lo son el Capitalismo y el Socialismo.
Entonces, no toda la verdad
que predica el hombre es verdadera y no todos sus actos son libertarios. Somos
completamos libres, cuando elegimos lo que es bueno no solo para nosotros, sino
para nuestro prójimo, tomando decisiones y ejecutándolas desde un lugar de integridad,
amor y justicia, y que esta última no se confunda con el ajusticiamiento sin
base, o sobre la base del odio.
Así pues, en el ejercicio de
la libertad, el hombre debe apegarse a su responsabilidad con la humanidad,
desde una cosmovisión auténticamente objetiva y con amor, para edificarse a sí
mismo, elevando a quien tiene al lado. De lo contrario, el hombre solo actúa
bajo el libertinaje y la anarquía, conceptos a menudo confundidos con el de
libertad.
La
Gran Invocación
Se trata de una plegaria, una
técnica de alineamiento, una fórmula de meditación y una invocación mántrica
por Luz y Amor, que evoca una respuesta. Personifica la intención divina y
resume el propósito del Plan para la Humanidad. El pensamiento concentrado,
meditativo, puede revelar la idea abstracta subyacente en la Invocación. Puede
dirigirnos a nuevos niveles y dimensiones del pensamiento.
Esta invocación no pertenece
a una persona o grupo alguno, pertenece a toda la Humanidad. La belleza y la
fuerza de ella reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades
esenciales que todos los hombres aceptan innata y normalmente: la verdad de la
existencia de una inteligencia básica, a la que vagamente damos el nombre de
Dios; la verdad de que vino a la Tierra una gran individualidad, llamada el
Cristo por los Cristianos, que encarnó el Amor para que pudiéramos
comprenderlo; la verdad de que el amor y la inteligencia son ambos, efectos de
la voluntad de Dios; la verdad evidente de que el Plan divino sólo puede
desarrollarse a través de la Humanidad misma.
A propósito de esta Luna
nueva en Sagitario, donde todos buscaremos lo real, te invito a que te unas a
la única verdad absoluta, que nos enseñó nuestro maestro Jesús, la del amor
incondicional. Pronuncia La Gran Innovación, en tu meditación de Luna nueva, con
fe y desde el corazón. Dice así:
Desde
el punto de Luz en la Mente de Dios,
que
afluya luz a las mentes de los hombres,
Que
la Luz descienda a la Tierra.
Desde
el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que
afluya amor a los corazones de los hombres,
Que
Cristo retorne a la Tierra.
Desde
el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que
el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres,
El
propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde
el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que
se realice el Plan de Amor y de Luz
Y
selle la puerta donde se halla el mal.
Que
la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.
OM,
OM, OM
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