Venus en Capricornio 2016: Presencia, Conciencia y Responsabilidad

Por Carolina G

Nov 19, 2016

Venus está en Capricornio y con este tránsito el Cielo nos irradia energía para revalorizar la responsabilidad, el compromiso, la constancia y el esfuerzo para materializar nuestros deseos y crear abundancia.

Desde el 13 de Noviembre y hasta el 7 de Diciembre 2016, recibimos la energía de Venus en Capricornio.  La oportunidad central es crear valor a partir del contacto pleno con la realidad presente, para proyectarnos hacia el crecimiento a través del planteo de objetivos, metas y logros concretos. Valorar la estructura y la estabilidad es la clave.

Venus es el planeta que representa la energía femenina, y se expresa en la forma de dar y recibir amor, goce sensual y cuidado con los demás. Es la energía Yin del Universo. El deseo y la atracción, el amor por uno mismo, la autoestima, la belleza y la armonía, son el eje central de esta energía, como también la producción de recursos. Venus simboliza nuestra capacidad de dar forma e identidad a lo que valoramos, y es la base de la autenticidad de nuestras elecciones personales.

Bien. Capricornio es un signo que corresponde al elemento Tierra, modalidad Cardinal. Su energía se orienta a la construcción, paso a paso, de los deseos, la materialización de los proyectos, y el logro de metas, objetivos.

Capricornio es energía material (Tierra), que crea poder a través de la toma de responsabilidades como base de nuestras acciones concretas. El compromiso y el esfuerzo son valores fundamentales para poder perfilar un camino hacia la cima comenzando por pequeños pasos.

El planeta que rige este signo es Saturno, y su arquetipo es la autoridad, la construcción de límites, responsabilidad, ambición y firmeza, todas características que modelan esta función. Y junto a ello, la exigencia para la excelencia.

Aquí y ahora, el tránsito de Venus en Capricornio 2016 pone de relieve la valoración de la estructura como modo de crear abundancia y crecimiento. Por eso mismo vamos a estar vibrando en este tiempo mucha energía para la materialización de nuestros deseos. El disfrute y la armonía cobran un nuevo sentido: lograr construir abundancia liderando nuestra capacidad de materialización para lograr lo que queremos de forma concreta y sólida.

En materia de relaciones, con Venus en Capricornio la necesidad de compromiso aflora de forma renovada, sobre todo con nosotros mismos, nuestros valores, gustos, preferencias, etc. Esto nos trae la oportunidad de elegir nuestros vínculos con más seriedad, basándonos en lo que realmente somos y queremos, para poder construir una perspectiva a futuro sólida y estable. La seguridad y estabilidad material cobran hoy nueva atención.

Asumir las responsabilidades por lo que somos, y por todo lo que queremos producir en nuestra vida aquí y ahora, nos pone en pleno contacto con la realidad presente, lo que hay y lo que no hay. Venus en Capricornio irradia una energía que nos da poder para liderar nuestra vida real, hacernos cargo del esfuerzo y compromiso que implica la producción de nuestros deseos, y tomar responsabilidad para lograrlos.

Así, con Venus en Capricornio la gran oportunidad es empoderarnos para proyectar concretamente la construcción de todo aquello que somos y realmente necesitamos, ni más ni menos. Porque si hacemos contacto pleno con nuestra realidad presente, y todo aquello que implica la materialización de nuestros deseos, vamos a estar construyendo un nuevo equilibrio entre nuestros deseos y necesidades personales. ¿Lo ves?

Generar Conciencia respecto a lo que realmente queremos crear en nuestra vida, ni más menos, sino lo justo, da lugar a un nuevo compromiso con quiénes estamos siendo hoy. Con Venus transitando por Capricornio tenemos la posibilidad de hacernos cargo, y eso nos dispone al compromiso, la constancia, la estabilidad, y la disciplina necesaria para que la manifestación ocurra.

Entonces, ¿qué es lo que realmente quieres construir? ¿Cuáles son tus necesidades aquí y ahora? Crea Conciencia en este sentido.

Debemos aprender a producir abundancia en virtud de lo que somos (tanto en cuanto a los recursos, como también en relación a los afectos). En esto se basa la evolución de nuestra energía Yin: en la capacidad de verdaderamente comprometernos con nosotros mismos, el otro y el Todo que nos rodea.