by
elarcadeastrotrina
Este sábado 12
de noviembre, emprende su tránsito Venus en Capricornio, a las 4:53 UT. El
tránsito de Venus en Capricornio, es una temporada en la que la seguridad y la
estabilidad en nuestras relaciones, son sustanciales. Somos más prudentes con
nuestras emociones, y algo escépticos tanto con nuestros propios sentimientos,
como con las expresiones de afecto de los demás.Valoramos las conexiones
duraderas, la confiabilidad y la fidelidad.
En ocasiones,
durante este tránsito nos encontramos con personas que nos dicen: “Yo vivo solo
de la realidad". Defienden sus puntos de vista basados en el hecho de que,
siendo realistas, lograrán lo que quieren, y sufrirán pocas desilusiones.
Sin embargo,
aunque esto no parezca en principio del todo malo, lo cierto es que se trata de
una condición humana limitante, que finalmente evita que progresemos en nuestra
vida. Ser realista de esta manera, implica hacer las cosas sobre la base de lo
que existe en nuestra realidad, y nuestro presente; por lo que jamás pensaremos
en algo nuevo, jamás tendremos en cuenta nuevas ideas, y jamás llegará el
futuro que tanto anhelamos.
Pensar en grande,
soñar y contar con metas grandes, es indispensable cuando se quiere llegar
lejos, eso es también ser realista. Pero, los realistas mal encaminados, son
quizás los peores pesimistas que existen. Son aquellos que dicen que no se
puede, que se debe dejar de soñar y por tanto, nunca logran nada destacable.
Con Venus en
Capricornio, debes analizar tu forma de valorar la realidad. Muchas veces
dejamos nuestro actuar en piloto automático, cuando esto no siempre es lo
mejor. Es importante controlar lo que pensamos, y para ello debemos saber que
es lo que sentimos. No importa la situación, los grandes piensan en grande.
Nunca escucharás a personas como Bill Gates o Warren Buffet, decir cosas como
“No lo lograremos” o “Es demasiado difícil"… No. Ellos piensan en grande,
y por tanto, logran cosas grandes.
Por otro lado,
ser un soñador sin fundamento tampoco es la nota en todo esto. Reconocer la
verdad de lo que somos o de lo que nos pasa y sentimos, o de lo que son
nuestras relaciones con los demás puede ser doloroso, decepcionante o aburrido.
Pero negarla o ignorarla, suplantándola por una ilusión irreal, no solucionará
el dolor, la decepción o el aburrimiento. Simplemente los esconderá. La
solución a nuestros problemas solamente se consigue cuando nos enfrentamos a
ellos.
¿Qué hacer para
tener los pies en el suelo y no vivir de falsas ilusiones?
- Acostúmbrate
a mirar lo positivo que hay en ti, en el mundo, en la vida, en otras
personas... No ambiciones metas que sabes que no podrás alcanzar.
- No huyas de
la realidad, por muy dolorosa que sea. No todo es negativo.
- Céntrate más
en la solución de los problemas, que en el mismo problema. En lugar de
lamentarte de tu dolor, céntrate en preguntarte: ¿Qué tengo que hacer para
superar esto que me está pasando y me produce tanto dolor?
- Date tiempo.
Hay personas que quieren soluciones inmediatas en forma de píldoras, a temas
que se han ido elaborando durante años de sufrimiento. En la vida no hay
soluciones automáticas de un momento a otro. Lo que se ha ido construyendo poco
a poco, hay que irlo desmontando poco a poco.
-No hay que
poner las esperanzas en pensamientos como “me ganaré la lotería y se acabarán
mis problemas...” y cosas como “la suerte”, “el destino”, etc. Lo mejor es
llamar a las cosas por su nombre y afrontar sin miedos los retos que la vida te
ofrece.
- Procura
relacionarte con personas realistas y alejarte de personas que se crean mundos
artificiales. Con las personas que afrontan las cosas, aprenderemos a ser
realistas. Con las personas cobardes, lo único que aprenderemos es seguir
creciendo con nuestros miedos y nuestras cobardías.
- Si no sabes
por ti mismo cómo dejar el camino de las ilusiones, lo mejor es pedir ayuda a
personas que te puedan orientar.
Casi en todos
los libros y charlas de motivación las personas hablan de pensamiento positivo.
Hablan de ser optimistas.
En mi opinión,
tener un pensamiento positivo por sí solo no es siempre sano o completo. Pienso
que el optimismo o pensamiento positivo necesita derivarse de la unión entre la
fe, la esperanza y el pensamiento realista. Es decir, luego de analizar
riesgos, situaciones potenciales y planes de acción, entonces y sólo entonces,
el optimismo florecerá como la consecuencia de una planeación realista,
profunda y poderosa.
John Maxwell en
su libro “Piense para obtener un cambio” explica que la esperanza es muy
importante, pero no es una estrategia. Cuando las personas entienden que la
esperanza no es una estrategia, se ven obligadas a establecer metas y un plan
de acción para lograrlas.
Para lograr tu
sueño tendrás que superar obstáculos y problemas. Mientras más lejos estás del
problema (o inclusive si estas cegado a un problema potencial), más difícil
será resolverlo. Con el objetivo de protegerte a ti mismo, tu motivación y
actitud, lo mejor es ser realista positivo acerca de lo que puede suceder, y
estar preparado.
El pensamiento
positivo en extremo es tan peligroso, como el pensamiento pesimista. Recuerda
siempre fundamentar tu esperanza y fe en un pensamiento realista equilibrado,
para que tu optimismo sea sano, contagioso y te lleve a los resultados que
deseas.
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