Mientras que
entramos en la porción de Vayélej, también estamos entrando en el mes de
Tishrei y en la festividad de Rosh Hashaná. La porción de Vayélej es una de las
más cortas de la Biblia, y sabemos que donde hay menos, siempre hay más; por lo
tanto, esta es una de las semanas más poderosas del año entero para inspirar
cambio interno y cercanía con el Creador.
Rosh Hashaná es
el nacimiento de la humanidad, el nacimiento de Adán y Eva. También es el
nacimiento de un nuevo ciclo; un nuevo mes, un nuevo año. En nuestros estudios
en
el Centro aprendemos que el nivel de la semilla -el inicio- lo contiene
todo. De hecho, nos alentamos mutuamente a ser aún más cuidadosos en el primer
día de un nuevo mes, ya que nuestras acciones y conciencia de ese día influyen
directamente en todos los días del mes entrante. Si así ocurre con cada mes,
aplica aún más para el año.
Es interesante
que no bendecimos el mes de Tishrei como lo hacemos con los otros meses; está
escrito que la razón es que no le preguntamos al Creador qué puede hacer por
nosotros en este mes, sino que le preguntamos qué podemos hacer nosotros para
hacer borrón y cuenta nueva, y de ese modo participar en este nacimiento de la
humanidad, hacerlo de manera distinta con respecto a antes.
En otras
palabras, en este momento se nos pide que seamos como la Luz.
La Luz es
generosa. La Luz es misericordiosa. La Luz es bondadosa. La Luz ve la
perfección que está en nuestro interior y, por lo tanto, la Luz sabe que somos
capaces. La Luz es motivadora. La Luz es desinteresada. La Luz es
incondicional.
En una palabra,
la Luz es amor.
Se dice que
después de un mes de ver nuestra negatividad -todos esos lugares oscuros en
nuestro interior que quisiéramos cambiar- deberíamos llegar a Rosh Hashaná como
si fuésemos una persona totalmente distinta. Una nueva persona. Es nuestro
cumpleaños, nacemos de nuevo. Regocijémonos durante estos días. Sé feliz en
este tiempo. Ve sólo lo bueno. Sé como la Luz.
Los kabbalistas
dicen que si hay una sentencia de juicio en el cosmos destinado a una persona,
Dios no lo quiera, y esa persona, al tener la oportunidad, rechaza juzgar a
alguien más, entonces la sentencia de esa persona será eliminada. En estos
próximos días, por favor, evita juzgar algo o a alguien por la razón que sea.
Más bien, concentrémonos en lo que está bien, bueno e íntegro. Preguntemos qué
podemos dar en lugar de tomar. Comportémonos como la Luz y, al hacerlo,
plantemos las mejores semillas posibles para nuestro año nuevo, y eliminar
cualquier juicio que esté por ser decretado hacia nosotros y el resto del
mundo. De esa manera, quizá, sólo quizá, merezcamos ver al Mashíaj en nuestro
tiempo.
Esta semana,
que ser como la Luz sea tu verdadero norte.
Que tengas una
semana llena de bendiciones,
Karen
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