Centro Holística Hayden

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7 de mayo de 2020

La Ley de la Atractividad Cósmica


Conferencia de Vicente Beltrán Anglada en Barcelona

Vicente.― Vamos a continuar discutiendo el tema tan importante y trascendente como es el que se refiere a la muerte. Naturalmente, que cuando hablo de la muerte le doy un sentido trascendente de vida, por lo cual, todo el enfoque mental que hasta aquí ha sido adjudicado al tema de la muerte tendrá que sufrir profundas modificaciones. En primer lugar, porque hay que desechar de una vez para todas las ideas y los conceptos mediante los cuales la muerte se convierte en una figura pavorosa que causa terror y a veces desesperación. La enseñanza
religiosa de los últimos siglos acerca de la muerte ha llenado de terror los corazones de los hombres, en virtud de esto, la muerte ha sido considerada como una aniquilación y no como lo que realmente es: uunnaa lliibbeerraacciióónn. Está involucrada en todo este proceso la vida del Alma que es inmortal, por lo tanto, ya de base, vamos a sentar la premisa de que la muerte es una liberación del Alma y que lo único que desaparece es la materia, es decir, la forma de la materia, porque la materia por su propia cualidad tiende a volver al depósito de unidades expectantes que llamamos el espíritu de la tierra, todo vuelve a la tierra, “polvo eres y en polvo te convertirás”, que significa la condición de que todo lo que es materia va a la materia y que todo lo que es espíritu tiende al espíritu, es decir, aquello que tan bien definió Cristo cuando decía: “Dadle a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, otorgando aquí una importancia a esta distinción que existe entre el espíritu y la materia, y también entre la intermediaria celeste, entre el espíritu y la materia, que es el Alma que todos conocemos.
Evidentemente, si bien el mundo ha dado grandes pasos en el sentido técnico, científico de la vida, ha perdido, no obstante, la gloria del vivir creador, porque todo cuanto el hombre ha aprendido a través del tiempo, lo único que ha sabido asimilar durante el período que va desde su nacimiento hasta la muerte son teorías acerca de este punto fundamental de la muerte. Teorías basadas en el temor, en la desesperación, en la inquietud, y esto ha creado más víctimas en la Tierra que la propia muerte. El hecho de que la persona esté pendiente de la muerte obliga a la mente a reestructurarse de una manera diferente a tal como lo tiene dispuesto el Creador, es decir, que la vida debe ser una constante liberación; liberación mental, liberación emocional, liberación física, es decir, aquello que técnicamente llamamos: La Ley de Restitución. La Ley de Restitución es cósmica, no tiene sólo que ver con la humanidad o con los reinos inferiores de la naturaleza, es un hecho en la naturaleza, en el cosmos, y cuando muere un universo, automáticamente surgen otros del espacio, es decir, que es volver a surgir del éter y re-volver al éter, de esta manera, es un toma y daca la Ley de la evolución, siendo cada vez más enaltecida la conciencia y cada vez más sublime la forma donde la vida tiene que manifestarse.
Hay que distinguir, también, que si bien tenemos técnicas para nacer —existen infinitas aportaciones científicas al respecto—, no existe una técnica definida para preparar el individuo para la muerte. De esta manera, la muerte siempre es un punto negativo dentro de la conciencia del hombre. Jamás puede decirse que el hombre comprende exactamente la virtualidad del proceso de vivir. De esta manera, siempre está embargado de temores, de inquietudes, de desazones, está constantemente muriendo en la vida siendo al contrario de lo dispuesto por el Creador, que debe estar viviendo aún dentro de la propia muerte, en el caso de la idea de la propia muerte, tal como ha sido bien dada por todas las religiones casi en su entero. Porque al terminar la vida ¿qué es lo que hay? No hay explicaciones científicas que puedan respaldar ciertas ideas de tipo religioso basadas en la muerte, por ejemplo, al Cristo nunca se le presenta como resurrección y como vida sino como a un hombre clavado en la cruz, eso demuestra que la propia religión que tendría que hablar de vida, está hablando de muerte, pero no en un sentido positivo sino en un sentido negativo, en un sentido despiadado y cruel para las conciencias de los hombres, y seguramente que habrá un canon preparado para toda esta mistificación del proceso, de este ocultamiento solapado de las verdades eternas, porque al final de la vida solamente quedan como opciones una eternidad de gloria o una eternidad de desesperación. Clama la justicia del cielo. Por tanto, en la Nueva Era, donde la presentación de la verdad debe ser lisa y llana, simple, con toda la simplicidad de nuestra mente coherente, habrá que hacer un énfasis especial sobre la vida que triunfa de la muerte, que está más allá de la muerte, que es la liberación del Alma, que no es la negatividad ni tampoco la aniquilación, que es el vivir más allá del tiempo y del espacio, hasta aquel momento en que espacio y tiempo se convierten en los aliados del Alma, controlados por el Alma, y resucitando constantemente en cada uno de los momentos de la existencia, tal como debiera ser la preparación técnica de la vida: este constante morir en sí mismo, este constante vivir dejando jirones del yo vencido entre las malezas de la vida social, este trabajo inmenso, no de recopilación de cosas, porque cuando hablamos de liberación hablamos de un proceso constante y eterno de restitución. ¿Qué es lo que estamos restituyendo? El cuerpo, mejorando siempre las actitudes; el cuerpo emocional sublimando las emociones, y la mente, el precioso tesoro de la mente, dejándola desguarnecida de vanos pensamientos o llevando el pensamiento a la más elevada sublimidad abstracta. He ahí el trabajo, he ahí el proceso, he ahí el desafío a nuestra conciencia.
¿Aceptaremos el reto de la acción? Eso depende de todos y cada uno de nosotros. Solamente queda en pie que de la misma manera que hay técnicas para nacer, debe existir forzosamente una técnica de morir y tenemos que aplicarnos a la técnica aprendiendo todo el proceso de la vida desde el ángulo de la resurrección y no de la propia muerte, es decir, empezando a desechar valores, simplificando el ánimo y llevando nuestra mente a la unción espiritual, he ahí nuestro trabajo. Y para ir ordenando las ideas acerca de la muerte, para hablar de la muerte en un sentido científico, despojada por completo del hálito de la tradición, vamos a explicar científicamente lo que es la muerte, cómo se produce la muerte y todo cuanto va aliado con el proceso de la muerte, incluida la propia resurrección de la carne, tal como se dice, que no es más que la liberación del espíritu contenido en la carne o en la sustancia material, la parte etérica condensada.


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