¿QUÉ ES EL
MIEDO?
Según nos dice el diccionario, el miedo es una
alteración de nuestro estado de ánimo que genera episodios de ansiedad ante un
peligro real o imaginario. Sin embargo, el miedo tiene un origen más profundo y
desconocido…
Recuerdo claramente cuando Abudamir, aquel miembro de la Hermandad Blanca de nuestro planeta me hablaba del miedo, haciendo referencia a que era una energía de control y sumisión usada contra la humanidad desde tiempos inmemoriales, e insertada en nuestra conciencia para esclavizar nuestra voluntad.
Recuerdo claramente cuando Abudamir, aquel miembro de la Hermandad Blanca de nuestro planeta me hablaba del miedo, haciendo referencia a que era una energía de control y sumisión usada contra la humanidad desde tiempos inmemoriales, e insertada en nuestra conciencia para esclavizar nuestra voluntad.
Haciendo un simple análisis de nuestra historia como
humanidad, de las diversas sociedades de nuestro mundo y de nuestro mismo
comportamiento, podemos ver que el MIEDO es una herramienta que ha cumplido un
rol de sumisión y que nosotros aprendimos a usar para controlar consciente o
inconscientemente a otros seres humanos.
Las guerras, los conflictos globales, las hambrunas, las crisis sociales y económicas, las enfermedades (les aseguro que el COVID – 19 no es la excepción) han formado parte de proyectos de control masivo usados por la “cúpula” para dar rienda suelta a su mejor arma contra la humanidad, aquel MIEDO que hace que enfoquemos nuestra atención en el mundo ilusorio que nos rodea, perdiendo perspectiva de lo que realmente es importante y trascendental, NUESTRO INTERIOR...
Las guerras, los conflictos globales, las hambrunas, las crisis sociales y económicas, las enfermedades (les aseguro que el COVID – 19 no es la excepción) han formado parte de proyectos de control masivo usados por la “cúpula” para dar rienda suelta a su mejor arma contra la humanidad, aquel MIEDO que hace que enfoquemos nuestra atención en el mundo ilusorio que nos rodea, perdiendo perspectiva de lo que realmente es importante y trascendental, NUESTRO INTERIOR...
Nos hemos habituado a vivir de forma tan cercana con
la energía del MIEDO que sin darnos cuenta la hemos vuelto parte de nuestra
vida, de nuestra misma educación. Es común ver por ejemplo como algunos padres
buscan generar la obediencia de sus hijos a través del MIEDO, frases como “si
no me haces caso, te van a pasar cosas malas” o “si te portas mal, Dios te va a
castigar” son más comunes de lo que imaginamos.
Esta energía fue infiltrada hábilmente en aquello que nos enseñaron como “espiritualidad”, y es que la gran mayoría de religiones nos dicen que somos impuros, imperfectos e indignos de Dios, como consecuencia nos enseñaron a tener MIEDO y RECHAZO hacia nosotros mismos. También nos llevaron a creer en un Dios castigador, implacable al que debíamos tener MIEDO, al punto que el TEMOR por Dios pasó a ser una idea común entre los seres humanos.
Esta energía fue infiltrada hábilmente en aquello que nos enseñaron como “espiritualidad”, y es que la gran mayoría de religiones nos dicen que somos impuros, imperfectos e indignos de Dios, como consecuencia nos enseñaron a tener MIEDO y RECHAZO hacia nosotros mismos. También nos llevaron a creer en un Dios castigador, implacable al que debíamos tener MIEDO, al punto que el TEMOR por Dios pasó a ser una idea común entre los seres humanos.
Hay una gran diferencia en actuar bien por propia
convicción y consciencia de nuestros actos, a simplemente seguir un conjunto de
normas y reglas impuestas por temor a un castigo divino que caerá sobre nosotros
al partir de este mundo; y es que la imposición de ideas nunca ha sido un
camino a la liberación de nuestra consciencia.
El miedo a la enfermedad, a la pobreza, a la soledad, al futuro, el miedo a nosotros mismos es el gran velo que nos aleja de quienes somos realmente, y como consecuencia de nuestra naturaleza espiritual y misión de vida.
El miedo a la enfermedad, a la pobreza, a la soledad, al futuro, el miedo a nosotros mismos es el gran velo que nos aleja de quienes somos realmente, y como consecuencia de nuestra naturaleza espiritual y misión de vida.
¿CÓMO PODEMOS
TRASCENDER LA ENERGÍA DEL MIEDO?
Donde ponemos nuestra atención esta nuestra fuerza,
nuestro poder creador. Si nuestra consciencia está enfocada en lo convulso del
mundo que nos rodea, ahí estará nuestra energía dándole poder a todo cuanto ahí
sucede, ya que todo aquello que sale de nuestro control y nos da la sensación
de inseguridad… genera MIEDO. Esta energía a su vez produce represión,
conflicto, rechazo, ira, confusión, y negatividad, no nos damos cuenta de que
el MIEDO que sentimos siembra en nuestro interior emociones y vibraciones bajas
que posteriormente son depositadas en el mundo, transformándolo a imagen y
semejanza de lo que emanamos, es decir caemos en un círculo vicioso en el que
nos retroalimentamos de nuestra propia negatividad.
Mi consejo para trascender el MIEDO “injustificado” es
la práctica de la aceptación de todo cuanto sucede en nuestro mundo, si
deseamos salir del control del MIEDO y la manipulación que este ejerce sobre
nosotros, pongamos nuestra atención donde es realmente importante y
trascendental, en NOSOTROS MISMOS. Dejemos de lado la necesidad de controlar, y
aquella falsa sensación de seguridad que nos da ese poder ilusorio.
Haz que la transformación del mundo que te rodea, y que tiene algo que enseñarte, no se dé a través de una lucha externa contra un sistema que tú creas por medio de tu propia energía; sino más bien que sea como consecuencia de una búsqueda interior, del reconocimiento de quien eres, de la aceptación de ti mismo. Haz que la GRAN LUZ que se manifiesta en ti, ilumine tu ser, y en coherencia con lo que emana de ti construye el mundo que anhelas y estas llamado a vivir.
Haz que la transformación del mundo que te rodea, y que tiene algo que enseñarte, no se dé a través de una lucha externa contra un sistema que tú creas por medio de tu propia energía; sino más bien que sea como consecuencia de una búsqueda interior, del reconocimiento de quien eres, de la aceptación de ti mismo. Haz que la GRAN LUZ que se manifiesta en ti, ilumine tu ser, y en coherencia con lo que emana de ti construye el mundo que anhelas y estas llamado a vivir.
Alonso Calderón Vela.
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