Todo
ocurre por la gracia de Dios. Absolutamente nada ocurre sin la presencia de la
mano del Creador.
Esta
semana, dos porciones, Behar y Bejukotai, están
combinadas. Ambas hablan independientemente del precepto de shemitá,
el año sabático que tiene lugar en Israel y es el séptimo año del ciclo
agrícola de siete años. Así como la gente descansa de los esfuerzos de los días
laborales en el séptimo día, también se le pide a la tierra de Israel que se
desconecte del mundo de Maljut en el
séptimo año y que no sea trabajada.
También es interesante notar que la shemitá fue el único
precepto dado en el Monte Sinaí. ¿Por qué es tan importante que durante todo el
séptimo año Israel no trabaje la tierra? ¿Por qué es tan crucial el año
sabático? Más importante aún, ¿cuál es la lección para nosotros que se
relaciona con nuestra vida hoy día?
El
Zóhar revela que el año sabático consiste en desarrollar la certeza, una
confianza total y absoluta en la Luz del Creador. Es como si el Creador dijese:
“No trabajen la tierra el séptimo año y Yo les daré bendiciones para todos los
años”. ¿Debemos dejar de trabajar por todo un año y sólo confiar en que el
universo proveerá? No, no se trata para nada de eso. La Biblia es hermosamente
precisa en su poesía. Fíjate en que no dice que nosotros no
debemos trabajar, sino que la tierra no debe ser trabajada.
Esto es un indicio de que realmente se está hablando de un alejamiento del
mundo físico.
Es
muy fácil atascarse en el mundo físico. Después de todo, es donde vivimos. El
lugar donde trabajamos, nos esforzamos y empeñamos nuestra sangre, sudor y
lágrimas con el fin de manifestar para nosotros y los demás. Estamos destinados
a hacer todas estas cosas, pero también debe haber una conciencia de que el
sustento y las bendiciones no son provocadas sólo por nuestras manos, debido a
que la mano del Creador está involucrada al menos en igual proporción. Por
ejemplo, una persona podría registrarse en todas las páginas web de citas del
mundo. ¡Podría tener siete citas a la semana! Aun así, no encontrará a su alma
gemela hasta que el Creador lo considere oportuno. Tan importante como es
invertir esfuerzo lo es aprender a soltar y dejar actuar a Dios.
Este
es un trabajo espiritual intenso. Vivir en el mundo de la físicalidad, luchar
con toda nuestra alma y corazón por nuestras metas y, aún así, no apegarnos al
resultado, teniendo certeza en que la Luz prevalece. Es bastante paradójico,
pero como solía decir el Rav: La verdad está en la paradoja.
La
energía de esta semana puede ayudarnos a soltar nuestras intenciones ocultas,
nuestra idea rígida sobre lo que deberíamos obtener, sobre hacia dónde vamos y
por qué. Durante los próximos siete días, practica el arte de soltar. Pase
lo que pase, recuerda que Dios está allí.
Esto
no significa que debamos dejar de luchar por ser la mejor persona que podamos
ser, hacer el mejor esfuerzo posible y cumplir nuestros objetivos. Sólo
significa que también debemos recordar que nuestros sueños son muy pequeños al
compararlos con todo con lo que el Creador quiere bendecirnos. A veces, todo lo
que necesitamos para sentir la abundancia de la Luz es simplemente entregarnos
a ella.
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