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La conjunción de Júpiter con Saturno es la
más importante que vamos a vivir; desde el elemento Aire, iniciará un ciclo
de 200 años y generará un cambio drástico en el mundo.
La conjunción de Saturno y Júpiter es la conjunción
máxima, ésta indica cambios en las sectas, partidos y religiones.
Las configuraciones universales son situaciones de
carácter general y que de una u otra manera afectan a todos los seres vivos.
Por ejemplo: un eclipse, el ingreso de un planeta a un signo, las conjunciones
planetarias, etc. Las más importantes son los ciclos planetarios que
comienzan con una conjunción; a finales de este año, el 21 de diciembre de
2020, tendrá lugar la conjunción más importante que vamos a vivir próximamente,
la de Júpiter con Saturno, que generará un cambio drástico en el mundo.
Ciclos planetarios
Un ciclo se inicia con la conjunción entre dos astros y
se produce cuando el planeta más rápido alcanza al más lento. A partir de
entonces, todos los aspectos entre ambos planetas se interpretarán con respecto
a esta conjunción hasta que se produzca una nueva.
Dentro de este sistema de ciclos, los más cortos
son las lunaciones. Es el instante exacto de la conjunción del Sol con la
Luna (Luna Nueva) que se produce cada 29 días aproximadamente. En ese
pequeño ciclo, podemos ver que la Luna aparece, crece, alcanza su plenitud,
decrece y desaparece. Este fenómeno constituye el modelo de ciclo planetario
donde con cada conexión celeste algo nace, crece, se corrompe y muere. La
generación se corresponde con el ciclo creciente y la corrupción, con el
decreciente.
Desde hace siglos, los astrólogos han trabajado con
los ciclos planetarios, pero es J. B. Morin (1583-1656) quien en el Libro XXV
de Astrología Gallica sistematiza la interpretación en una teoría general de
los ciclos planetarios. En un texto astrológico magrebí encontramos la
siguiente sentencia: “Las conjunciones celestes son tres: la primera, la
conjunción de los luminares; la segunda, la conjunción de los superiores; la
tercera, la conjunción de los maléficos”.
- La conjunción de los luminares se refiere a las
lunaciones, la Luna Nueva que se produce casi cada mes.
- La conjunción de los maléficos se refiere a la
conjunción de Marte con Saturno que se produce cada dos años (este año se hará
exacta en abril).
- La conjunción de los superiores se refiere a la
conjunción de Júpiter con Saturno, los “cronocratores” (planetas que marcan
tiempos).
Un ciclo se inicia con la conjunción entre dos astros
y se produce cuando el planeta más rápido alcanza al más lento. Foto:
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Conexión Júpiter y Saturno: de Tierra a Aire
Messhallah, uno de los padres de la astrología árabe,
nos dice en su texto sobre las conexiones de los planetas: “La conjunción
de Saturno y Júpiter es la conjunción máxima, ésta indica cambios en las
sectas, partidos y religiones.”
Júpiter y Saturno forman una conjunción cada 20
años pero, a su vez, las conexiones de estos dos planetas forman a su vez
un ciclo de conjunciones. Su ciclo combinado influye sobre períodos muy largos,
de aproximadamente 240 años en el mismo elemento y, a veces, durante
ese período se intercalan conjunciones de un elemento distinto.
Cuarenta conjunciones de Júpiter y Saturno generan
un período de 800 años divididos en 4 períodos de 200 años
aproximadamente cada uno, que responden al orden Fuego, Tierra, Aire y Agua.
Mientras los períodos de veinte años en un mismo
elemento indican variables dentro de un mismo proceso, por el contrario, las
transformaciones generadas por el cambio de elemento dan lugar a una importante
evolución de fondo para la humanidad.
Este año, esta importante conjunción se va a producir
exactamente el 21 de diciembre, pero sus efectos ya se están sintiendo. Cambiará
del elemento Tierra (donde se venía produciendo), al elemento Aire. La conexión
de Saturno y Júpiter en un nuevo elemento señala el comienzo de un ciclo social
que va a afectar la economía, la política y la cultura mundial. Por eso
hablamos de un cambio de paradigmas.
La Gran Mutación: Fase del elemento Aire
El cambio de un elemento a otro se denomina “Gran
Cambio o gran Mutación”, y supone el inicio de importantes
transformaciones sociales que estarán relacionadas con el elemento
implicado y afectarán a los siguientes doscientos años.
Durante todo el siglo XX hemos visto que las
conjunciones de Júpiter con Saturno se han producido en signos de Tierra. La
última, sucedió en el año 2000 en el signo de Tauro y será la última en este
elemento. Este año entrará de lleno con Acuario en el ciclo del elemento Aire
hasta 2199.
Finaliza un ciclo en un elemento y analógicamente
deberá finalizar aquello que representa.
Los signos de Tierra están relacionados con lo
concreto, lo práctico, materialista, tangible, con los bienes, la
productividad, la economía, la propiedad: “tanto tengo: tanto valgo, tanto
poseo, tanto soy”.
Los signos de Aire son humanos, sociales, de
asociación e intercambio, de comunicaciones, ciencias, artes, de inteligencia,
de humanismo.
Tenemos derecho a pensar que a partir de la conjunción
del año 2020 el mundo tendrá una estructura socioeconómica diferente. Las
ciencias, la comunicación (que ya ha sufrido un notable cambio), las relaciones
sociales, e incluso la sociedad probablemente se organicen y sean vistas de
otra forma. Este cambio no sólo indicará nuevos arquetipos, sino que señalará
de alguna manera el inicio de la Era de Acuario. Los ciclos de Júpiter con
Saturno marcan ciclos socio- económicos, religiosos y culturales conocidos
desde la más remota antigüedad.
PATRICIA KESSELMAN
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