Tal es el reto
que nos propone el signo de Escorpio, donde veremos florecer la actual
lunación.
En
este caso, será la Luna llena en Escorpio la que nos inicie, a través de la
experiencia emocional, haciéndonos morir interiormente para renacer más fuertes
y sabios en ese ámbito de nuestra vida donde ella se encuentre desplegando la
nocturna luz que, cual espejo de obsidiana, reflejará, proveniente del Sol en
Tauro.
Esa fértil luz
que el Sol en Tauro le obsequia vendrá a iluminar la misteriosa faz de la Luna
escorpiana, brindándonos la oportunidad de prestar atención a nuestras
emociones más profundas, sobre todo a aquellas más densas y oscuras, la rabia,
la envidia, el odio, el rencor, los celos, con el fin de tomar consciencia de
estas y reconocer, más allá de su naturaleza destructiva, el enorme potencial
creativo que entrañan.
El gran reto
será transmutar ese plomo en oro, para lo cual se requiere, básicamente,
voluntad.
Y, dada la presencia
de Plutón y Marte, dispositores de esta Luna, en el signo de Capricornio,
también será necesario aplicar una buena dosis de paciencia, templanza, rigor y
disciplina.
Esto se verá
facilitado y apoyado por el sextil y el trígono que, respectivamente, estarán
formando la Luna y el Sol con el planeta Saturno, el cual, transitando su
propio signo, Capricornio, se constituye en el dispositor final de las energías
de este plenilunio.
Es
por ello que hacernos cargo del trabajo interior que nos toca realizar a cada
uno será fundamental si queremos salir de esta Luna más sabios, renovados y
fortalecidos.
Sin una cuota
de esfuerzo sostenido, responsabilidad y madurez no habrá transformación
posible y, al mismo tiempo, si asumimos el reto de transformarnos habremos
ganado en madurez y experiencia.
Hay un riesgo,
sin embargo, en toda esta impronta energética, que es el “fracasar” en el
intento de transformarnos y empoderarnos y acabar frustrados, agotados y
amargados, al vernos atrapados en nuestras propias resistencias y ante las
dificultades que proyectamos en nuestra vida.
En este
sentido, hay que comprender que el trabajo interior es un proceso lento, arduo,
donde cada caída nos enseña, donde cada revés nos revela un conocimiento más
profundo, y que cuanto más hondo toquemos más alto podremos luego elevarnos,
pero ello lleva tiempo y, esta Luna, precisamente, viene a recordarnos que
nuestra alma, cual ave fénix, tiene que estar preparada para morir y renacer de
sus cenizas cada vez que sea necesario.
Para
ello es preciso aprender a soltar, a cerrar ciclos, a aceptar la impermanencia
y reconocer que sólo lo verdadero trasciende mientras que lo ilusorio, tarde o
temprano, se desintegra. Escorpio es el valle donde todo lo caduco va a morir
para dejar paso a lo nuevo, entendiendo la muerte, no como un final, sino como
un cambio de estado o vibración.
La cruz cósmica
que el Nodo Sur en Acuario y el Nodo Norte conjunto a Ceres en Leo se
encontrarán configurando con la Luna en Escorpio y el Sol en Tauro, estará señalando
un momento de tensión que, para algunos, puede estar marcado por la salida
repentina de algo o alguien en nuestra vida, o el retorno inesperado de
personas del pasado, abriendo así la puerta al drama de la pérdida o a la
celebración del reencuentro, o bien, puede apuntar al hecho de dejar atrás
amistades o grupos con los cuales nos podamos sentir limitados o enzarzados en
luchas de poder, para encaminarnos al reencuentro de nuestro propio espacio de
brillo y creatividad, dejando la multitud y la dispersión colectiva que a veces
puede tornarse conflictiva, o por el contrario, la reaparición de viejas
amistades que nos ayuden a volver a nosotros mismos, para empoderarnos y
autoexpresarnos y ofrendar nuestra luz, concentrada e intensa, como una llama.
Obviamente, la
evolución no se logra en un día ni en un mes, sino en años, en vidas… Sin
embargo, la Luna llena en Escorpio nos ofrece la oportunidad de enfocarnos con
mayor atención en ese proceso, marcando el tiempo de una mayor profundización
capaz de impulsar ese proceso evolutivo a través del trabajo consciente con
nuestro mundo interior.
Sin embargo,
para aquellos que llevan tiempo haciéndose cargo de su proceso evolutivo,
trabajando intensamente en la sana integración de su sombra y la trasmutación
interior, se potencia la posibilidad de revelar el gran tesoro luminoso que se
oculta en lo más oscuro y profundo de su alma. No en vano, fue bajo la poderosa
y transformadora luz de una Luna escorpiana que el Buda Gautama se iluminó.
Y es
que, Escorpio, al igual que puede llevarnos a lo más oscuro y tenebroso,
también puede elevarnos a lo más sublime y luminoso, pero siempre nos pedirá
haber conocido primero la oscuridad, donde el ego ha de morir para que la Luz
de la consciencia pueda brillar.
La Luna también
hace referencia a la familia, y como Escorpio está relacionado simbólicamente,
entre otras cosas, con lo profundo y con la muerte, es el momento ideal para
ahondar en nuestras raíces, así como para recordar y honrar de manera especial
nuestro linaje.
También será un
buen momento para reconocer la sombra familiar y hacer el trabajo interno que
nos corresponda para sanarla e integrarla creativamente en nuestras vidas. No
será raro, de hecho, que en esta Luna afloren conflictos familiares con todo el
dolor y desazón que ello comporta.
Otra de las
características de la Luna llena en Escorpio es su enorme poder psíquico, por
lo tanto, durante esta lunación es muy probable que veamos potenciada nuestra
intuición y algún otro tipo de don que podamos poseer y que tengamos sueños más
simbólicos, misteriosos y reveladores y, en algunos casos, trasformadores,
dolorosos, densos y/o grotescos, ello se debe a que estamos liberando contenido
muy profundo del inconsciente, lo cual puede resultar sanador e, incluso, darnos
pistas sobre el trabajo interno a realizar.
Es
una Luna llena muy propicia para la magia, el ocultismo, el chamanismo, las
practicas tántricas, el yoga, el trabajo terapéutico y las disciplinas o formas
de sanación en las que la energía tiene un papel preponderante, tales como el
Tai Chi, el Chi Kung y el Reiki.
Inclina también a experimentar nuestro lado más instintivo y apasionado,
a disfrutar de la sexualidad, de ese encuentro íntimo y profundo con el otro y
consigo mismo, puesto que Escorpio tiene la inquietud de unir las polaridades,
de fusionarlas para integrarlas en una sola fuerza poderosa, con un enorme
potencial creativo.
Así mismo, nos
propone fusionar nuestras polaridades, masculina y femenina, con el fin de
autoengendrarnos, de manifestar ese Ser íntegro que somos en esencia, realizar
lo que los antiguos alquimistas denominaban Hierosgamos, la boda alquímica
entre nuestro Sagrado Femenino y Sagrado Masculino, entre esas dos polaridades
fundamentales de la energía que precisan reunirse para revelar plenamente el Ser,
que es lo que se busca precisamente a través de la práctica del Yoga.
Esta Luna llena
en Escorpio puede llevarnos a experimentar la necesidad de empoderarnos, de
reconocer nuestro profundo potencial creativo y transformador, no obstante,
también pone a la orden del día las luchas de poder y, en este sentido, es
posible que nos veamos expuestos a ellas, especialmente, en el ámbito familiar,
emocional o territorial, así que hemos de estar atentos para no caer en juegos
de poder, en los cuales reina la manipulación, el control y la subyugación.
Lo
mejor será, en lo posible, alejarnos de personas y ambientes negativos, o bien,
si no queda otra que interactuar con ellos, obrar con la mayor consciencia
posible. En ese caso, el autocontrol y el empoderamiento, aunados a la
paciencia y el saber poner límites, serán nuestras mejores herramientas.
Aprovechemos
pues la oportunidad de transformación, sanación y empoderamiento que nos ofrece
esta mágica Luna llena en Escorpio y renazcamos más fuertes y sabios de su oscura
fuente, que sepamos encontrar el invaluable tesoro que allí se esconde, nuestra
propia luz.
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