Cada
vez que el aspirante entra en Aries, se le empuja en el sendero de la vida a un
terreno que quema para que se purifique durante esa encarnación. Las junglas
del karma se incendian, despejando el camino del aspirante hacia la anhelada
meta de luz. Aries nos da el adecuado empujón que procede de Marte para entrar
en el campo de batalla y luchar para cumplir con el karma. Una vez el karma
está consumado, las junglas quedan despejadas. Cumplir con el karma es una
actividad inteligente. Un aspirante debería ser lo suficientemente inteligente
para no crearse más karma mientras va cumpliendo con su karma actual.
Mercurio
en Aries resulta de ayuda; Marte en Aries da el impulso, Mercurio proporciona
la voluntad discernidora mientras trabaja. Una palabra que no se requiere y una
acción que no se requiere incurren en acciones de consecuencia. Cuando las
acciones de consecuencia surgen de las acciones, el aspirante se mueve en
círculos y círculos; no puede progresar; es como generar suciedad mientras se
está limpiando. Siempre que las acciones se orienten al deber y al resultado,
hay mucha propensión a crear suciedad no deseada. Cuando el aspirante se
asegura de limpiar progresivamente el karma, alcanza la luz en sí mismo, que
representa el Sol exaltado en Aries. El trabajo triangular que se les sugiere a
los aspirantes es enlazar la energía de Mercurio con la energía de Marte para
realizar el Sol en sí mismo. Que así sea para todos los aspirantes bien
intencionados.
Master K.P.K.
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