Año bisiesto. /Shutterstock
Rodeados de augurios negativos, oscuros presagios y
curiosas costumbres, los años bisiestos están en el foco del
debate desde la antigüedad. Para algunos traen mala suerte; para otros, todo lo
contrario. A días del 29 de febrero, los secretos de una tradición
ancestral.
¿Un año bisiesto es un año funesto?
¿O es todo lo contrario? Lo cierto es que rondan muchos mitos y
leyendas en torno ese "día fantasma" que,
cada cuatro años, se agrega al calendario.
La expresión "año bisiesto" deriva
del latín "bis sextus dies antes calendas martii" (sexto
día antes del mes de marzo repetido) que se refería a un día extra que los
romanos intercalaban entre el 23 y el 24 de febrero.
Curiosidades del tiempo
Lejos de la mística, la explicación viene de la mano
de la astronomía: los años de 366 días funcionan como "ajustadores
del reloj". Es que, en realidad, cada año tiene 365 días, 5 horas, 48
minutos y 45 segundos. Todo este tiempo excedente se suma y conforma el 29
de febrero cada cuatro años.
La palabra Calendario proviene del
latín calendarium y, según su definición, es el sistema
utilizado para agrupar y coordinar los intervalos de tiempo (días, semanas,
meses y años) determinados por los fenómenos astronómicos (solsticios y
equinoccios que determinan las estaciones). La medición del tiempo nunca ha
sido una tarea fácil. Agrupar días en meses, meses en años y mantenerlos a tono
con el universo y las estaciones induce a serias dificultades.
Haciendo historia, la astróloga Patricia Kesselman explica
que: "Nuestro calendario actual se asemeja mucho al calendario
egipcio, que constaba de 12 meses de 30 días cada uno, lo que sumaba
un total de 360 días. Sin embargo, observando que el tiempo se desajustaba, le
añadieron 5 días festivos extras, que fueron llamados epagómenes por los griegos y
que, según sus creencias, correspondían a los nacimientos de los dioses Osiris,
Seth, Horus, Isis y Neftis".
Pero hubo que esperar hasta 1582, para que
el Papa Gregorio XIII estableciera el calendario
gregoriano, que es el que rige hoy en día. Actualmente, se consideran bisiestos los
años divisibles por 4, excepto los divisibles por 100, salvo que estos últimos
sean divisibles por 400 (como sucedió en el año 2.000).
Qué dice la
Astrología
¿Qué pasa con los que nacen un 29 de febrero?
¿Hay algo diferente en su Carta Natal? "Para
la Astrología, el problema de los años bisiestos no
existe ya que todas las personas nacen cuando el Sol está en
un determinado grado, minuto y segundo del zodiaco, que es la forma
de medir el paso del Sol u otros planetas por las constelaciones -explica Kesselman-. Cada signo tiene 30 grados y toda la rueda
zodiacal, 360".
En este sentido, todos los años el Sol pasará por ese
mismo grado (retorno solar), aunque no siempre eso sucederá el mismo día.
"No importa que se haya nacido un 29 de febrero, ese momento
coincidirá con un grado, minuto y segundo de la constelación de Piscis (aproximadamente
el grado 10)", detalla la astróloga.
Sobre la mala fama
y otras tradiciones
Al momento de justificar su posición, todos aquellos
que aseguran que los años con 366 días acarrean la desgracia, abundan en
ejemplos.
En 1912, por ejemplo, se hundió el Titanic;
en el '48 asesinaron a Ghandi; veinte años más tarde a Martin
Luther King; y en 1980, a John Lennon. Sí, no hace falta
googlear, todos fueron bisiestos.
La última foto que le tomaron a John Lennon antes de
morir el 8 de diciembre de 1980, un año bisiesto.
Al 29 de febrero en especial, los escoceses lo
consideran un día de tanta mala suerte como los martes
13 en algunos países o los viernes 13, en otros. A esta
creencia se suman los griegos quienes, además, creen
que casarse en año bisiesto lleva al fracaso de la
pareja.
Del lado opuesto, en Irlanda, relacionan a
este día con la buena fortuna. Entre sus tradiciones, inclusive, se conoce a
este día como Bachelor’s Day -el Día de los Solteros-,
en el que las mujeres le proponen matrimonio al hombre. Si él rechaza la
propuesta, antiguamente le tenía que comprar un vestido de seda a la dama.
Esta costumbre se originó en una leyenda que cuenta
que en el siglo V, Santa Brígida y San Patricio -ambos
santos patrones de Irlanda-, acordaron que ese sería el único día en el que era
permitido a una mujer le pudiese proponer matrimonio al hombre.
¿Mito o realidad? Nadie tiene la respuesta... La
realidad es que todos los años -sean bisiestos o no- suceden tragedias o
cambios rotundos. Entonces, a no preocuparse y a disfrutar al máximo este día
que cada 4 años nos regala el almanaque.
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