La Luna llena en Leo tuvo lugar el 9 de febrero
Leo, signo donde tendrá lugar la próxima Luna llena, es un signo poderoso y audaz, que además rebosa de vitalidad y brillo, un signo magnánimo y carismático, aunque también puede llegar a ser muy egoísta si está vibrando bajo. Es un signo vinculado al ego, pero también a la consciencia que está más allá de este.
Igualmente, guarda relación con el niño interior, ese que brilla por sí mismo y que reclama nuestra atención, ese que disfruta de jugar y de sentirse vivo, ese que se apasiona por algo y que desea ser tomado en cuenta, ese que a veces también puede ser caprichoso y egocéntrico, un pequeño dictador que no cesa hasta conseguir lo que ambiciona y lo que siente que necesita.
Todo lo anterior nos permite vislumbrar la tendencia que, a nivel emocional, reinará- nunca mejor dicho tratándose de Leo- en esta Luna llena.
Nuestras emociones rebosarán de pasión e intensidad, mostrándonos más reactivos que de costumbre, máxime cuando la Luna se encontrará haciendo un trígono a Marte en el signo de Sagitario, lo cual impulsará nuestra voluntad a querer ir más allá y lanzarnos con decidido entusiasmo hacia en pos de esa expansión y abundancia que satisfaga nuestra necesidad interior de sentirnos vivos y dignos.
Si estamos vibrando alto, nos mostraremos especialmente generosos con aquellos que, de alguna manera necesiten de nosotros, no obstante, si estamos en un nivel de vibración, digamos, más bajo, tenderemos a mostrarnos egoístas y a querer imponer nuestras necesidades por encima de las ajenas, pudiendo avasallar a los demás, al no tener en cuenta que ellos también tienen sus propias demandas.
A nivel afectivo nos mostraremos más efusivos que de costumbre y disfrutaremos más que nunca de dar abrazos y mimos a nuestros familiares y seres queridos en general, prodigándoles mucha atención, que de igual manera reclamaremos para nosotros.
Por otra parte, ciertas emociones como los celos y la posesividad pueden aflorar durante esta lunación, así que será importante saber gestionar de forma adecuada nuestras emociones para no abrumar al otro con nuestro drama interno ni arder nosotros mismos en este de forma descontrolada.
No se trata, no obstante, de reprimir esas emociones, sino de observarlas sin juzgar, aceptándolas y sabiendo ver en ellas un reclamo de nuestro niño interno, que es posible que se sienta contrariado por ciertos temores muy arraigados en el inconsciente y que salen a la luz a través de esas emociones intensamente dominantes, por medio de las cuales intenta controlar la situación para sobrevivir a ellos, sin darse cuenta que, de esta manera, no hace más que alimentarlos, darles fuerza, consiguiendo que, allí donde buscaba preservar su poder, de alguna manera, sólo acabe dando señales de inseguridad y debilidad. Y esto es así porque ha proyectado su poder en otros, cediéndoles el mando sobre sus propias emociones.
Es momento pues de tomar consciencia de esta dinámica y empoderarse sobre su mundo emocional, no a través del orgullo y una arrogante actitud autosuficiente, propios también de este signo, sino apoyado en ese sentimiento de dignidad del cual también es poseedor.
El dispositor de esta Luna es el Sol, por su regencia sobre el signo de Leo, el cual se encuentra iluminándola desde el opuesto signo de Acuario, signo que inclina a actuar guiados por el propósito de cambio, así que es buen momento para romper con los patrones limitantes del ego y hacerlo detonar para poder reinventar la manera que tenemos de autoexpresarnos, dando ese salto cuántico que nos permita actuar desde niveles más elevados de consciencia.
Esta sería una forma maravillosa de dejar atrás esas actitudes infantiles que nos sumergen en dramas emocionales innecesarios y permitir que nuestro niño interior experimente plenamente la dicha de estar vivo y manifieste libremente todo su potencial creativo.
El Sol en Acuario también nos invita a brillar en equipo, a reconocer la importancia de los grupos de los cuales formamos parte, honrando nuestro lugar en ellos al igual que el de cada miembro del mismo, recordando que todos somos importantes y necesarios, pues todos tenemos algo que aportar.
Así mismo, indica un tiempo en el que la amistad y la fraternidad han de prevalecer por encima de los personalismos, cosa que no será tan fácil durante la Luna llena, pues las acciones sorprendentes e incluso erráticas de los demás pueden contrariar nuestras necesidades emocionales más acuciantes, y viceversa, puede que nuestras acciones inesperadas, o bien, irreverentes, sean recibidas con cierto dramatismo por aquellos que, de alguna manera, no se sientan complacidos en sus demandas.
En todo caso, el espíritu amistoso del Sol en Acuario y la generosidad emocional de la Luna en Leo, a la que no sólo le gusta ser complacida sino también complacer, encontrarán la manera de resolver el conflicto propio de la oposición solilunar del eje Acuario – Leo.
Es de destacar también la reciente entrada de Venus en el signo de Aries que nos propone luchar por aquello que amamos pero, sobre todo, querernos a nosotros mismos.
También nos invita a tomar la iniciativa en el tema del amor, a vivirlo con pasión e intensidad y a relacionarnos con los otros de forma decidida, valiente y auténtica, siendo fieles a nosotros mismos y reafirmando nuestros sentimientos y nuestra autoestima.
Es momento de querernos y valorarnos más, así como de pararnos firmes ante el espejo y mostrarnos tal cual somos. Venus en Aries nos enseña que no hay mayor belleza ni nada más seductor que ser auténtico.
Para las mujeres es tiempo de que entremos en sintonía con el arquetipo de la mujer salvaje, así como también con el de la guerrera, en definitiva, con esa mujer fuerte e independiente, capaz de sobrevivir por sí misma en este mundo tan convulsionado.
Venus se encontrará además en conjunción a Lilith y a Quirón en Aries, por lo que es un excelente momento para tomar consciencia de ciertas heridas relacionadas con nuestra independencia, sexualidad e iniciativa, aprendiendo a reconocer en qué medida hemos permitido que otros decidan por nosotras, en qué medida no hemos sido fieles a nuestros propios impulsos y deseos, etc.
Esta conjunción es un llamado urgente a recordar nuestra sacralidad y apelar a la profunda sabiduría del Sagrado femenino para aprender a autoafirmarnos como mujeres y sanar esas heridas que venimos arrastrando y que no nos han permitido ser del todo fieles a nosotras mismas, ser más valientes, emprendedoras y decididas.
Sea cómo sea, la presencia de Venus en Aries en conjunción a Lilith y a Quirón, aunada a la Luna llena en el brillante y poderoso signo de Leo, hará que lo femenino tome un papel preponderante durante esta Luna llena que promete ser intensa y apasionante.
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