Es muy fácil confundir la libertad con la capacidad de
hacer lo que queramos. Espiritualmente hablando, la libertad es la fortaleza
para abstenernos de hacer lo que no queremos.
Esta es una semana muy especial ya que es la
festividad de Pésaj, tiempo en el que el mismísimo Creador sacó a
los israelitas de Egipto, los liberó de la esclavitud. En el Centro de Kabbalah
enseñamos que aunque nosotros quizá no estemos en un estado de “esclavitud”
física,
todos tenemos al menos una cosa en nuestra vida a la cual estamos
atados. Puede que unos seamos esclavos del alcohol, las drogas o alguna otra
forma de adicción, mientras que otros lo seamos del poder, el control, la
riqueza o incluso de culpar a los demás. Ninguno de nosotros, mientras estemos
en este mundo, somos totalmente inmunes a las artimañas de lado oscuro, esa
fuerza que busca mantenernos subyugados para que permanezcamos atascados,
incapaces de avanzar y vivir el potencial de nuestra alma y la totalidad de la
Luz.
Sin embargo, sabemos que en la época del éxodo de
Egipto, Dios les otorgó a los israelitas inmunidad ante esta fuerza
esclavizadora, y cada año en la misma ventana de tiempo se rompen las cadenas
para nosotros también. Tal y como la energía divina del Creador liberó a los
israelitas de su esclavitud, la misma totalidad de energía está disponible para
nosotros en el cosmos durante esta semana, es decir: la libertad de todo lo que
nos aparta de la Luz. Con el regalo de Luz que recibimos en Pésaj, nosotros
también podemos obtener el privilegio más divino.
Por supuesto, sólo porque la energía esté disponible
no significa necesariamente que accederemos a ella automáticamente o la
mantendremos. ¿Qué pasó después de que el Creador liberara a los israelitas de
Egipto? Ellos se quejaron. Querían regresar a la vida con la que estaban
familiarizados. Después de todo, tenían la comodidad y sus necesidades estaban
cubiertas. Suena un poco sorprendente, ¿no? ¿Quién querría volver a una vida de
esclavitud?
No obstante, este es el desafío que cada uno de
nosotros enfrentará también, no sólo esta semana, sino en los 49 días después
de Pésaj, ya que nuestra soberanía aún está siendo afianzada. La
libertad es igual de importante que las cosas que hagamos con ella. En la noche
de Pésaj, la Mano del Creador podría librarnos de nuestros
grilletes, pero en los días siguientes lo que hagamos con nuestra
autodeterminación estará completamente en nuestras manos.
Los israelitas deseaban regresar a su vida de
esclavitud por una sola razón: era el camino más fácil. Es muy fácil regresar a
nuestros viejos patrones, complacer al ego al buscar atención sólo porque sí,
tratar de manipular las situaciones o tomar un poco más en los momentos en los
que sabemos que es más necesario dar. Esta semana, somos llamados a alejarnos
de esos comportamientos que no le sirven a nuestra conexión con la Luz y a
avanzar hacia una nueva manera de ser. Busca las oportunidades para crear
nuevos patrones parecidos a los de la Luz; cambiar esos placeres a corto plazo
nacidos del ego por la plenitud a largo plazo sólo puede lograrse al
convertirnos en una fuerza creadora.
Ser verdaderamente libre es ser un Creador por
iniciativa propia, recorrer el camino espiritual y hacer lo que no sólo nos
beneficie a nosotros, sino a todos los que nos rodean.
Esta semana, que la libertad sea tu
verdadero norte.
Que tengas una semana llena de bendiciones,
Karen
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