Michael Berg
La porción
de Vaerá comienza con: “El Creador le dice a Moshé, ‘Me revelé ante
Avraham, Yitsjak y Yaakov en un nivel de Luz, en un nivel de conexión. Pero en
este alto nivel de conexión no hice que Me conocieran”. Así que los kabbalistas
preguntan: ¿qué secreto le da el Creador a Moshé en esta frase? Y lo que es más
importante, ¿qué entendimiento y secreto queremos recibir de dicha frase?
"El
Creador está hablando a través de nosotros".
Para responder
esto, me gustaría compartir una enseñanza del Pri HaAretz, el libro
que tiene una recopilación de las enseñanzas de Rav Menajem de Vitebsk; el
libro del que Rav Brandwein estudiaba cada porción semanal. Es una sección
larga, pero voy a concentrarme en el punto que tiene que ver con el habla;
específicamente, el habla de la oración y el estudio. Las palabras originales
del Rav Menajem de Vitebsk en hebreo son muy bellas y poderosas. Él pregunta:
“Cuando una persona ora, ¿cree que es ella quien habla, quien dice las palabras
de la oración o las palabras de conexión?”. Porque, según Menajem de Vitebsk,
debemos tener mucho cuidado en no hacer eso.
Mientras
decimos cualquier palabra de oración, conexión o enseñanza, nuestra conciencia
debe ser que no seamos nosotros los que hablemos, sino que el Creador está
hablando a través de nosotros. Nuestro pensamiento debe ser que no son nuestras
palabras las que salen de nuestra boca, sino las palabras del Creador. Y si
logramos mantener la conciencia constante de que no es nuestra boca la que
habla u ora sino la boca del Creador, entonces Rav Menajem de Vitebsk nos dice
que estamos creando un nuevo mundo con cada palabra que sale de nuestra boca
para orar, estudiar o enseñar. Así como dice en Salmos que con
las palabras de Dios se crearon los cielos y la tierra, de la misma manera
nostros podemos crear un mundo nuevo con cada palabra u oración que decimos si
somos capaces de recordar que no somos nosotros quien está hablando, sino que
es el Creador hablando a través de nosotros… ¡Imagina la diferencia entre que
nosotros pidamos que la Luz se revele, por ejemplo, versus que lo haga el
Creador! Cuando sabemos que es la voz del Creador la que habla, y no nosotros,
en ese momento somos tan poderosos como para crear nuestro mundo. Y al hacerlo,
cada palabra que digamos será aún más poderosa de lo que podamos
imaginar.
"Nos
conectamos con la Luz infinita".
Por eso Menajem
de Vitebsk dice que si simplemente tenemos la conciencia de que es la Luz del
Creador la que habla a través de nuestra boca, entonces sin importar quiénes
seamos o nuestro estado espiritual, la Luz del Creador trae sanación,
protección o aquello por lo que oremos. Además, cuando una persona no se
involucra con lo que dice sino que sabe que la Luz del Creador habla a través
de su boca, se conecta inmediatamente con la Luz infinita y la Luz simplemente
fluye a través de ella. Esto es lo que Menajem de Vitebsk explica que es el secreto
de Shabat Vaerá.
En el inicio de
la porción Vaerá dice que la diferencia entre Moshé, Avraham, Yitsjak y Yaakov
fue que a Moshé se le dio, en este Shabat, la habilidad de convertirse en la
boca del Creador, mientras que Avraham, Yitsjak y Yaakov, aunque estaban en un
nivel muy alto, solo pudieron traer sanación a través de su propio poder, de
sus propias bocas. Por lo tanto, lo que ocurre en Shabat Vaerá es la habilidad
de conectar la boca de Moshé con la boca del llamado Yud Hei Vav Hei,
el Nombre de Dios de cuatro letras, la infinita Luz del Creador. Tenemos que
entender que Moshé era una persona muy poderosa, aún antes de recibir ese don
en este Shabat; él podía despertar gran cantidad de Luz, pero no Luz infinita.
Entonces, lo que cambia en Shabat Vaerá es que Moshé recibe la conexión de su
boca con la boca del Creador: la conciencia de la que hablaba Menajem de
Vitebsk y que ahora nosotros también tenemos la posibilidad de recibir. Primero
le fue dada a Moshé, ahora pasa de Moshé a todos nosotros; conectar nuestra
boca con la boca del Creador para que podamos traer bendiciones infinitas.
Aprendemos de
esta enseñanza cuán importante es que todo lo que digamos sea con esta
conciencia. Cuando oramos, hacemos nuestras conexiones, leemos el Zóhar, cuando
enseñamos, tenemos que recordar constantemente que no es nuestra boca la que
habla sino la boca del Creador. Y si podemos, como Menajem lo llama,
“practicar” esto y entrenarnos en este sentido, entonces nos conectamos con la
Luz infinita y nuestras oraciones, estudio y enseñanza se vuelven infinitamente
más poderosos.
En Shabat Vaerá
recibimos la capacidad de que solo con nuestra conciencia conectemos nuestra
boca con la boca del Creador, decir palabras que en consecuencia puedan traer
Luz infinita.
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