El 19 de febrero el Sol hizo su
ingreso a Piscis, donde estará hasta el 19 de marzo. Es el signo en el que
finaliza la rueda zodiacal, lo que implica en su sentido más profundo el último
eslabón de un ciclo evolutivo, por lo que la energía pisciana se asocia a
vibraciones más elevadas y sutiles.
En efecto, Piscis es un signo de
mucha sensibilidad y perceptibilidad, con cualidades para captar aquello que
está más allá del mundo físico, para conectarse con el infinito, con el ser
superior.
Es un signo de agua y se asocia a
los mares profundos, al igual que el planeta que lo rige, Neptuno, el Dios del
Océano.
Esa relación con el mar implica una
personalidad profunda, misteriosa, una tendencia a no saber establecer límites,
a vivir la vida desde una perspectiva universal, con una sensación de totalidad
que no sabe de principios ni fines, y que por ende le cuesta comprender la
división entre el bien y el mal.
Por eso
Piscis une estos dos conceptos (bien y mal)
De una manera desconcertante para
los demás: es un signo de mucha compasión, de mucha caridad y espíritu
humanitario, pero a la vez es capaz de cometer sin desenfado hechos ilícitos en
nombre de una causa noble.
Es esa la visión de totalidad de los
piscianos, que se bambolean entre el bien y el mal de una manera natural y sin
complejos. Los piscianos son flexibles, adaptables y sugestionables.
Así como
el pez vive en el fondo del mar, así los Piscis viven en la profundidad de su
psique
Se encuentran por tanto ajenos al
mundo terrenal, tienen siempre una sensación de “no pertenencia”, de “estar y
no estar” a la vez, por eso tienen un aire ausente, y pueden estar en compañía
de muchas personas y sentirse solos y aislados.
Poseen cierta sensación de ser
extraños al mundo cotidiano y tienden a crearse su propio universo, y por eso
casi siempre están soñando despiertos.
Aunque los Piscis son muy sensibles,
su naturaleza pasiva y poco pasional los hace aparecer como indiferentes, no
obstante, son fáciles de herir y muy llorones.
Son personas de mucha intuición y
psiquismo, por algo el símbolo de Neptuno, el planeta que los rige, es el mismo
que utilizan los psicólogos como su logotipo o emblema. Los grandes “médium” y
videntes, tienen una notoria influencia de Piscis y de Neptuno.
Los
Piscis son muy enamoradizos
Subliman el amor a su máximo punto e
idealizan al ser amado hasta convertirlo en un mito, en un ser de cuentos de
hadas, por eso, al conocer a la persona en su real dimensión, suelen
decepcionarse.
Tienden a enamorarse platónicamente
y el amor es para ellos una gran fuente de inspiración poética.
Los
piscianos son muy evasivos
Les cuesta ser frontales y prefieren
escabullirse antes que enfrentar a alguien. Siempre los envuelve un aura de
misterio, son difíciles de precisar, tienden a divagar y prefieren mentir a ser
crueles.
Tienen que tener cuidado porque como
viven en su propio mundo a veces suelen crearse sus propias realidades, no
acordes con la realidad externa, creándose un desface que los hace aparecer
como mitómanos o mentirosos, cuando en realidad lo que viven y sienten es muy
real para ellos, aunque sea fantasioso para el resto de las personas.
Por eso los piscianos tienen gran
capacidad para la creación, para el arte, la música, la literatura, el teatro y
el cine, porque crean su propio mundo y hacen de él una realidad.
Esta misma tendencia a ser evasivos
a veces los hace caer en la tentación de las drogas o el alcohol en exceso,
pues la realidad a veces los perturba y buscan un escape; por supuesto, que
otra manera de lograrlo es a través de la creatividad y especialmente a través
de la música, que los eleva y los abstrae del mundo.
A Piscis
le cuesta un poco integrarse a la cotidianidad
Por eso su imagen es de pasividad,
no luchan contra la corriente sino que se dejan llevar por ella, porque a la
larga, para ellos, su meta fundamental es trascender, ir más allá de lo
tangible, entrar en contacto con lo superior.
Neptuno es en la mitología el rey de
los mares, y se asocia por lo tanto a ese mundo acuático donde nada se ve y
todo debe ser intuido.
El hombre se siente irremisiblemente
atraído por el mar, pese a que sólo ve una inmensidad vacía ante sí; es lo que
adivina bajo la superficie lo que llama su atención y que, como todo lo que
está oculto, se presta a mayor especulación y romanticismo.
El mito
de Neptuno o Poseidón, el dios de los mares
Ha sido sustituido hoy día por el
simbolismo psicológico, que asocia al mar con los sentimientos; en uno u otro
caso se sabe que bajo esa superficie vacía y tranquila, se esconden tesoros,
misterios y vida en toda la extensión de la palabra. Así es Neptuno, de acción
que pasa desapercibida hasta que nos enfrentamos con su efecto.
En estos momentos las energías
esenciales de Piscis, activadas por el Sol, se encuentran muy reforzadas, por
el tránsito de su planeta regente, Neptuno, que estará en la franja pisciana
hasta el año 2025.
Además, Mercurio también está
allí retrocediendo, lo que hace más intenso su efecto psíquico e
introspectivo, y aún más fuerte con la visita de la Luna el 23, 24 y 25 de
febrero. Nos sentiremos más allá… de este mundo!
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