Cuando mueren los apegos nace la libertad
Tenemos la tendencia de hacer del apego una forma de
vida, se nos hace difícil tener algo que nos guste y no generar apegos, se nos
hace difícil estar con alguien y no temer perderlo, vivimos en un estado
natural que nos hace aferrarnos a lo conocido, aunque esto no sea
necesariamente positivo para nuestra vida.
Hacernos conscientes de que todo es impermanente y que
los apegos solo nos generan sufrimiento es una forma de liberarnos y
encaminarnos hacia la auténtica libertad.
Cuando adoptamos como forma de ser el desapego,
maravillosas cosas se manifiestan en nosotros:
Nos tomamos la vida más a ligera: Entender
que todo es transitorio nos da una herramienta de valoración ante la vida, nos
permitirá vivir cada momento sin complicarlo.
Apreciar más nuestro presente: Disfrutaremos
más de lo que vivimos, de lo único que está a nuestro alcance que es nuestro
presente.
Conocernos: Cuando vemos
a qué estamos apegados y su porqué nos permite descubrir y entender nuestras
creencias, lo que fundamenta cada uno de nuestros pensamientos y observarlos
nos permite, aparte de modificarlos, conocernos.
Limpiar nuestros sentimientos: Dejar
ir la nostalgia, la tristeza, el rencor, el miedo, la culpa… y darle espacio
solo a sentimientos que nos nutran y alimenten nuestra alma, liberará nuestro
corazón de sufrimiento.
Alejarnos del ego: Aquel que se
encarga de desvirtuar todas las cosas, de suspendernos en una bola de humo,
donde todo lo que está allí es irreal, alejarnos de él nos conduce a la
autorrealización, a la búsqueda de lo que realmente es trascendente e
importante.
Liberarnos de los temores que embargan en nuestra
mente: Nos damos cuenta que temer carece de sentido,
que tememos por los apegos que hemos generado en nuestra mente.
Abrirnos paso a nuevas oportunidades: Cuando
decidimos soltar, de forma cíclica abrimos los canales para que nuevas cosas
lleguen a nuestras vidas.
Conectarnos con nuestra esencia: Hacernos
conscientes de que nuestra vida trasciende más allá de lo que conocemos nos
hace confiar en el proceso de la vida, nos hace perder el temor ante la muerte,
ante las enfermedades, nos hace sentirnos uno con el universo.
¿Cómo voy a ser feliz mientras estos guardianes de la
prisión del samsara que me torturan y atormentan en los infiernos y en otros
lugares permanecen en mi mente en la red del apego?”
―Shantideva
―Shantideva
Todo cambia, tarde o temprano, todo cambia, ajustar
nuestra mente a este principio nos hará transitar nuestro camino con una
actitud más dispuesta a aceptar esos cambios, sin generar en nosotros el dolor
por un pasado al cual no tenemos alcance, o la angustia por un futuro incierto.
La práctica del desapego nos llevará de la forma más
cómoda a nuestra libertad.
Por: Sara Espejo
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