Afirmemos con toda nuestra fuerza y con la certeza que el corazón da, “LOS HIJOS DE LOS HOMBRES SON UNO Y YO SOY UNO CON ELLOS”, así comienza diciendo el Mantram de Unificación y sosteniendo firmemente con la mente y los corazones unidos, esta poderosa afirmación, salgamos del espejismo mayor, de la mentira más perniciosa, “el espejismo de la separación”.
La Sra. Helena Petrovna Blavatsky nos enseñó que el más grande espejismo, la mayor herejía era “creer que estamos separados”. Ella no fue la primera que hablo de la irremediable unidad de todos los seres humanos. En las cosmogonías ancestrales cuyos testimonios han llegado a nuestros días se habla de la “unidad de la vida”, en la filosofía Ubuntu de África se dice que todos estamos tan unidos, que no habrá felicidad para uno, si hay otro humano que sufre la vulneración de sus derechos.
Por otro lado la unidad
inexorable de todos los seres humanos, se recordaba en la sabia cultura maya,
en el saludo de cada día, cuando se veían, uno le decía al otro, IN
LAK’ECH que quiere decir “yo soy otro tu” y el saludo se contestaba
HALA KEN “tú eres otro yo”, afirmando lo que la Vida nos intenta enseñar con
todo lo que nos ocurre tanto a nivel personal como comunitario.
Cada vez que nos olvidamos de esta
verdad, llega algo como la actual pandemia para mostrarnos que el “sálvese
quien pueda” solo funciona en el cortoplacismo de las mentes miopes, y
que “todos juntos podemos” es la verdad que, la ignorancia y su hijo
dilecto el egoísmo, nos impiden ver.
“Que nadie juzgue a su hermano, si no
ha caminado una milla dentro de su mocasín”. Nos enseña la cultura de los
aborígenes del norte de la América total.
En esta hora de desafíos y de cambios
algunos deseados y otros no, busquemos juntos “amarnos unos a los otros, como
nos amamos a nosotros mismos. Este requiere la osadía de reconocer que soy
imperfecto y por mi propia imperfección no puedo prometer no herir, por eso la
oración también dice “busco curar y no herir”. Si no puedo prometer no herir a
nadie más en mi vida, ¿con que derecho me permito no perdonar al que me haya
herido?
Busquemos juntos, el Gran Cambio,
decidamos hoy “perdonar….. para ser perdonados”, “Dar ……. para recibir” y no
esperar a que me den, esperar a que me perdonen.
Con la certeza de que podemos.
Marta Paillet - martapaillet@gmail.com
PLENILUNIO DE
VIRGO
Miércoles 2
de septiembre – 5:22am Hora Greenwich
“Soy la Madre
y el Hijo, Soy Dios, Soy Materia.”
Tipo de
energía: Nutritiva
Función:
Servicio sacrificado
Rayos: 2do. y
6to.
Regente
Exotérico: Mercurio (4to.Rayo) - Regente Esotérico: Luna (4to. Rayo)
- Regente Jerárquico: Júpiter (2do. Rayo)
El signo de
tierra de Virgo simboliza la Madre del Mundo, quien da a luz y alimenta toda
vida desde las profundidades de su ser. En su matriz, las cosas maduran lenta y
finalmente son traídas a la luz. Las cualidades relacionadas son la
perseverancia y la persistencia. La energía de Virgo nutre, protege y revela la
realidad espiritual. La madre protege, ampara y cobija al alma oculta. La nota
clave que más exactamente encierra la verdad en cuanto a la misión de Virgo es:
“Cristo en ti, esperanza es de Gloria”.
La Virgen es
la madre del principio Crístico. La Virgen es la pureza. Ella auspicia su
nacimiento. Virgo es el símbolo de la materia, polo contrario del espíritu que se une a ésta a través del nacimiento del Hijo. La constelación de
Virgo es un campo energético en el espacio que impulsa al sistema solar, al
planeta y a cada ser humano para que cumplan la meta de la evolución a través
del principio Crístico. Esta energía expresa todo lo bueno, lo bello y lo
verdadero. Sostiene el plan de nuestra alma, lo nutre.
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