Imagen de Ronnie Biccard
En el Hemisferio Norte, el caluroso agosto
trae el Festival de Lammas, también llamado Lughnasadh. El verano va
promediando y las verduras y las frutas nos marcan el momento de comenzar a
cosechar los frutos del año.
Pero, pocas veces se recuerda que es un “tiempo de Lammas” y no sólo una “fiesta”. Y que esta Rueda del Año representa simbólicamente el ciclo de la Vida, dibujado en la metáfora de las estaciones. Lammas marca el comienzo de la época de la cosecha, la maduración de las primeras frutas, y fue tradicionalmente un tiempo de reunión de la comunidad…. Por eso vale la pena detenerse en este significado y lo que está pasando en nuestras vidas. El tema de la Abundancia nos
preocupa, pues vivimos en una cultura del dinero. Hacemos Talleres y pedimos “Abundancia”, olvidando que lo primero es despegarse de las ataduras que nos esclavizan y cortan el fluir de esta Energía en nuestras vidas. Convocamos a los dioses de la abundancia y nos olvidamos que debemos dar algo a cambio en retribución, con agradecimiento.La mayor parte de las veces nos
preguntamos, ¿“Qué frutos hemos cosechado??” “Qué semillas elijo para
continuar??” …pocas veces indagamos en “nuestra parte”, nuestro dar. Cómo hemos
nutrido esto en nuestro último año…y qué hemos hecho para que esta energía de
Abundancia circule. ¿Hemos aprendido a compartir o hemos acaparado?
Tal vez, comprender su auténtico
significado nos ayude. Su origen es una festividad gaélica celebrada el 1 de
agosto en el Hemisferio Norte), durante la época de maduración de la cosecha
local de bayas. Se trata de la “primera cosecha”, cuando se recogen los
cereales y comenzamos a guardar la fruta para el invierno. Lammas es el tercero
de los cuatro Festivales de fuego y está dedicado a la Madre Naturaleza,
embarazada y dadora de vida. Por eso en este Sabbat, cosechamos los frutos de
las semillas que hemos plantado en Ostara, y de ellos recogeremos las semillas
que esperarán durante el invierno a ser plantadas.
Durante el cristianismo toma su nombre del
Inglés Antiguo «hlaf», que significa «pan» y «Maesse», que significa fiesta.
Era el momento de llevar a la iglesia el pan hecho con el “primer trigo” del
año. Durante la época medieval esta fiesta era conocida como «Gule of August»,
pero el significado de «gule» es desconocido. Ronald Hutton (1) sugiere que
esta palabra puede ser una anglicanización de «gwyl aust», el nombre galés para
el 1 de agosto y que significa «fiesta de agosto»; y propone un origen pagano y
pre-cristiano de Lammas entre los anglosajones y su conexión con el festival
gaélico de Lugnasad («bodas de Lug», el dios celta).
El mito irlandés nos cuenta como Lug
realiza un festival fúnebre,Áenach Tailteann, en honor a su madre (Foster
mother) Tailte. Ella sobrevivió a la invasión de los Tuatha Dé. El relato nos
dice que murió de agotamiento después de despejar las piedras de las llanuras
de Irlanda para la agricultura. También llamada Taillten, pudo haber sido
originalmente el nombre de la Gran Madre Celta, la personificación de la tierra
misma, como tantas diosas irlandesas. De hecho, Lughnasadh tiene un nombre más
antiguo, Bron Trogain (2), que se refiere al penoso trabajo de parto. Porque en
esta época del año, la Tierra da a luz a su primer fruto para que sus hijos
puedan vivir.
Nos hemos separado tanto de la Naturaleza,
que las celebraciones de los primeros frutos fueron olvidadas. Nuestra fuente
de alimentos es el supermercado, dónde conseguimos el pan todo el año, las
verduras y las frutas. Tal vez sólo reparemos en su precio, pues nuestra cabeza
está pendiente de otras cosas, lejos de los ritmos de la Tierra. Puede ser que
alguna vez la problemática de la producción de alimentos, la agroindustria,
pesticidas y fertilizantes químicos, la radiación a algunos comestibles, la
ingeniería genética, las semillas no reproductivas – y por, sobre todo, el
cambio climático, ¿concentre nuestra atención…pero cuanto le dedicamos??? ¿Será
que pensamos que es un problema que no nos atañe??? ¿O que
frente al cual…no podemos hacer nada??
Debemos asumir la responsabilidad que nos
toca como Hijos de la Tierra. Y de la misma forma reflexionar sobre la sequias
y cambio del régimen de lluvias que estamos atravesando. Sus razones no son
exclusivamente “climáticas”, estamos empezando a sentir los efectos del
maltrato a la Tierra. Tal vez, es el momento de de hacer algo por Ella.
Te invito a celebrar este Festival hasta
el Equinoccio de Otoño, día a día, reflexionando y actuando sobre esto. Desde
tu lugar y tu comunidad. Tu ofrenda puede ser una acción en su favor. La toma
de conciencia sobre la producción de alimentos. El compartirlo con tu familia,
tu grupo, tu decisión al momento de elegir…
Detengamos nuestra rutina un momento…para
agradecer a la Diosa Madre…es la época de enseñar y de compartir los frutos de
nuestros logros. Pero también el tiempo de aprender a retribuir. Haz tu ofrenda
y da las Gracias.
¡Bendiciones de la Madre Tierra!!!
Mónica Gobbin
(1) Ronald Hutton (nacido en 1954) es
profesor de historia en la Universidad de Bristol y ocasionalmente comentarista
en los medios de radio y televisión del Reino Unido sobre la historia del
paganismo en las islas británicas
(2) En muchas tradiciones se refiere al
lamento por la muerte del Dios.
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