Estudiante y Maestro
Hay un refrán que dice que se puede llevar un caballo al abrevadero, pero no se le puede forzar a beber. El caballo sólo bebe cuando tiene sed. Es lo mismo con las personas que buscan la sabiduría. Algunos están especialmente sedientos, otros son sólo son curiosos e inquisitivos, pero no tan sedientos como para saltar a la piscina de la sabiduría.
Entre muchos estudiantes hay muy pocos que están suficientemente sedientos como para penetrar en la sabiduría más profunda a
través de su práctica sincera de las enseñanzas. Están llenos de aspiración ardiente, y dispuestos a trabajar con las enseñanzas en sus vidas y a transformarse. Esto crea una verdadera relación entre ellos y el Maestro. Durante sus oraciones, meditaciones y sueño reciben mucha más información y enseñanza de él. Les puede suministrar energía superior para que estén listos para recibir las energías. Para los otros alumnos, tal fuente de energía no está permitida ni es posible.El maestro está generalmente disponible para todos e
instruye a todos. Los discípulos sinceros que recogen la enseñanza
y la usan con alegría construyen un puente entre ellos y el Maestro; logran
acceso a la cámara interior de su ser. Se construye el puente entre el Maestro
y el alumno por el conocimiento que el Maestro comunica. La sabiduría forma una
conexión eterna entre maestro y discípulo, entre la Jerarquía y la humanidad.
Los Vedas dicen, “Si la sabiduría no se enseña, no puede haber ningún puente a
la Jerarquía.” Los Maestros son las fuentes de sabiduría; no sólo transmiten el
conocimiento y las reglas relacionadas sino también las ilustran en su vida diaria.
Pero depende de nosotros el construir el puente de la
sabiduría para llegar a la Jerarquía. No
podemos conectarnos con el Maestro hasta que nos hayamos conectado a sus
enseñanzas. Una conexión emocional esporádica con el Maestro no construye el
puente para permitir el flujo necesario de energías del Maestro al estudiante.
El puente permanecerá mientras sigamos las enseñanzas y las traduzcamos a
nuestra vida cotidiana. Tan pronto como no sigamos la enseñanza, el puente se
disuelve, y luego nos desconectamos del Maestro, aun cuando esté junto a
nosotros.
Estamos tan acostumbrados a cosas físicas que pensamos
que la presencia de un maestro también es física. Pero
nunca es física. Un maestro es aquél que ha realizado en sí mismo la conciencia
búdica, que se ha realizado como un alma y que ha construido un puente al alma
universal o Dios. Vive en conexión con Dios, con la energía universal. Es capaz
de transmitir al buscador los estados sublimes de conciencia. Por tanto, se
dice que la presencia del maestro transforma al discípulo al igual que un trozo
de hierro se magnetiza cerca de un imán. De la misma manera, la presencia del
Maestro se manifiesta en cada aspirante que invoca el nombre del Maestro CVV.
Como resultado de esta presencia, Prana fluye del espacio circundante al
aspirante.
La presencia del profesor o Maestro es un catalizador. Está
simplemente ahí, y quien recibe esta presencia se transforma a sí mismo. La
presencia en sí misma no hace nada, sólo ES. Estar en presencia de una persona
que vive en Buddhi y no se permitió enredarse en asuntos mundanos, es la manera
más fácil y efectiva para construir el puente a lo supramundano y cruzar ese
puente. Por tanto, la presencia de un Maestro debe contemplarse con
regularidad.
La Construcción del Puente
La construcción de este puente es la esencia de todos
los caminos a Dios. El primer paso es construir el puente entre la
mente del alma y la mente del cuerpo, del cerebro etérico al cerebro físico. El
cerebro etérico tiene mucho mayor conocimiento y conciencia. El cerebro físico
necesita ser transformado para que podamos recibir impulsos de planos más
elevados y manifestarlos en el plano físico. Pensando en lo que han dicho los
maestros y contemplando la luz de la sabiduría - la Luz de Buddhi - la Luz
ilumina nuestras células cerebrales. Así, nuestra mente se vuelve más receptiva
y podemos entender pensamientos más elevados.
La mente es la herramienta más valiosa que la
naturaleza nos ha dado para la construcción de este puente. Una mente
ineficaz es un puente débil que no permite el flujo de energías. Un intelecto
promedio piensa que un aspirante es un soñador no práctico que está
construyendo puentes hacia el cielo. Pero la verdad es que usted puede
construir puentes hacia el cielo, hacia el mundo supramundano, cuando se
desarrolla el sentido de la percepción sutil. Así, podemos ver muchas
posibilidades que antes no eran visibles para nosotros.
El puente no es en el plano físico o astral sino en el
plano mental. Es una combinación de materia del plano mental y
el plano búdico. En este punto se necesita un maestro. Él nos guía y nos
fortalece para afrontar los desafíos de la vida cuando nuestras intenciones son
serias. Cuando invocamos al Maestro, él nos contesta y construye el puente
hacia nosotros. El Maestro CVV dijo: “Sólo llámenme por teléfono todos los
días. Vendré a ti y construiré el puente. Tú llamas y yo contestaré por el
telégrafo”. La gente pensaba que eran afirmaciones locas. Con el teléfono,
quería referirse a ponerse en contacto con las inteligencias superiores, y con
el telégrafo, a descifrar las impresiones que hemos recibido y a que hagamos el
trabajo. Buddhi es el plano para la transmisión a los círculos más elevados y
también para la recepción de allí.
El puente de los planos inferiores a los superiores
conduce a través de la conciencia del cuerpo, luego a
la conciencia de la personalidad en la conciencia del alma y finalmente se
conecta con la conciencia de la súper-alma. Para poder comenzar a construir el
puente, tenemos que practicar los pasos del sendero del Yoga - sobre todo los
dos primeros pasos básicos de regulación y corrección - y someternos al alma,
al yo superior. El Yoga habla de la alineación de la personalidad con el alma
con la ayuda de la práctica regular de la respiración consciente. Una
respiración lenta, suave, profunda y uniforme lleva la mente a que resuene con
la pulsación y conduce a la fusión con la pulsación sutil. El sonido de la
respiración poco a poco se convierte en OM, el sonido de Prana. OM es el puente
que conecta la conciencia separada con la conciencia oceánica.
Partes del Puente
La primera parte del puente va desde el plexo solar al
corazón, de la personalidad a la luz del alma. El puente
continúa desde el corazón al centro del entrecejo. Este centro entre las cejas
no debe confundirse con el Ajna. Es el punto más elevado al que puede elevarse
la personalidad; pertenece a la glándula pituitaria (hipófisis).
El siguiente puente conduce desde las cejas hasta
Ajna, el asiento del alma. Es descrito por el Maestro CVV como el “Puente
Superior”. Hay un mantra del Maestro para meditar en este puente - 'Iniciando
el puente superior'. Una de las meditaciones más antiguas para construir este
puente entre la pituitaria y la pineal es contemplar una estrella brillante en
el centro Ajna y visualizarnos en el puente entre las cejas. Cuando se
construye este puente, experimentaremos que estamos viviendo en el cuerpo
etérico de luz dorada, incluso cuando el cuerpo de carne y hueso muere.
Tan pronto como se construye el puente entre la
glándula pineal y la pituitaria, se activa el punto central entre alma y
personalidad. Se llama el lugar de nacimiento de Indra (Indra
Yoni). A través de este centro, el alma se manifiesta en la personalidad; esto
se llama la personalidad infundida por el alma. Cuando el alma intenta actuar
en los tres mundos, este centro se activa y la mente celestial se manifiesta en
el cuerpo humano. Desde este punto de luz en la mente de Dios, que afluya luz
nuestras mentes: “Que la luz descienda sobre la tierra”.
Descenso y Ascenso
La última parte del puente conduce desde Ajna hasta la
parte superior de la frente. El extremo superior se llama
el Ojo de Shiva; está mucho más arriba que el tercer ojo. No podemos construir
este puente desde nuestro lado. Se construye de arriba abajo en lugar de
construirlo de abajo hacia arriba. Nuestro esfuerzo para contemplar el puente
superior es a través de la gracia y las bendiciones del Maestro. El propio
Maestro preside sobre los estudiantes para posibilitar la construcción del puente.
Con cada oración, estimula en los estudiantes el rayo de Urano. El Maestro CVV
dijo que él construiría el puente y nos transformaría si invocábamos su nombre
durante la oración. Este es el Avatar, el gran descenso; ésta es la síntesis.
Brahman construye el puente para entrar en nosotros, y
nos conduce por este puente a ÉL. Cuando la identidad individual
se ha fusionado en la totalidad de la identidad, esto se llama la séptima
iniciación, Samadhi. La gente habla mucho sobre ello sin conocer los pasos
necesarios. Entonces nos convertimos en ESO y nos disolvemos en ÉL. YO SOY se
une a ESO y sólo ESO existe. La ola ha conectado con el mar. Se dice entonces
que somos uno con Brahman. El que sea uno con Brahman trabaja y viva de tal
manera que siempre permanece en contacto con Brahman. Permanece en contacto con
el Absoluto, desciende en distintos planos de actividad, realiza el trabajo y
luego vuelve a Brahman.
Fuentes utilizadas: K.P. Kumar: Urano / Notas de
seminarios. Dr. E. Krishnamacharya: Astrología Espiritual. The World
Teacher Trust / Ediciónes Dhanishtha España (www.edicionesdhanishtha.com)
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