POR JOSÉ VERDU
Toda esta información resulta incomoda
por creer que tiene relación con la astrología. ¿Estamos tratando con la
astrología? La respuesta es un rotundo no, esto no es lo que estamos
estudiando. La astrología apoya la idea de que las estrellas tienen influencia
en el hombre y se denomina el arte de predecir el porvenir por la
observación de los astros.
En contraste, la Biblia se refiere a los objetos celestiales como objetos que despliegan mensajes del Todopoderoso. Sin embargo, prohíbe la alabanza a lo que observamos en los cielos o hasta darles mucha importancia. Por ejemplo, leémos en el Libro de Job, capítulo 31:
¿He admirado acaso el esplendor del sol o el
avance esplendoroso de la luna, como para rendirles culto en lo secreto y
enviarles un beso con la mano? ¡También este pecado tendría que ser
juzgado, pues habría yo traicionado al Dios de las alturas!
El Antiguo Testamento aun decreta la
pena de muerte para los que adoren objetos celestiales.
Aún así, la Biblia hace una cantidad
sorprendente de referencias a los símbolos en los cielos. Tanto el Antiguo como
el Nuevo Testamentos suponen que lo que ocurre allá en el cielo es de
importancia. Si tenemos algún interés en seguir los consejos de la Biblia, es
necesario que mantengamos una distinción en mente: la astrología supone que las
estrellas son la causa de los eventos terrestres, mientras que la Biblia supone
que son simplemente mensajes de eventos en la tierra. También sería útil pensar
en esto como un termómetro de distinción. Un termómetro nos puede decir si la
temperatura es fría o caliente, pero no nos hace sentir frío o calor. Existe
una gran diferencia entre un símbolo y un agente activo. Esta es la diferencia
entre la “astrología” y lo que la Biblia declara.
Los expertos consideran que el Libro
de Job es el texto Bíblico más antiguo, quizás vio sus orígenes mucho
antes de los tiempos de Abraham y el establecimiento de la nación Judía. Es
interesante, entonces, descubrir que este antiguo texto se refiere a las
estrellas y constelaciones con respeto. Declara que Dios las colocó en su lugar
y se refiere a las mismas constelaciones que conocemos hoy en día. Aún
considerando la literatura antigua no relacionada con la Biblia, parece ser que
las configuraciones de las constelaciones y lo que ellas representan, son mucho
mas antiguas que cualquier texto sobreviviente en cualquier idioma .
En el Libro de Job,
capítulo 9, Job reconoce que Dios creó las estrellas y las
constelaciones: Él creó la Osa y el Orión, las Pléyades y las
constelaciones del sur. Y en Job, capítulo 38, Dios
reitera lo mismo. Él, no el hombre, es soberano sobre la creación, en
particular, sobre las constelaciones:“¿Acaso puedes atar los lazos de las
Pléyades, o desatar las cuerdas que sujetan al Orión? ¿Puedes hacer que las
constelaciones salgan a tiempo? ¿Puedes guiar a la Osa Mayor y a la
Menor?
( Job 38:31 y 32)
Muchos otros escritores de la Biblia en
muchos pasajes declaran que Dios ordenó las estrellas. Por ejemplo, el Libro
de Isaías declara en el capítulo 40:
Alcen
los ojos y miren a los cielos: ¿Quíen ha creado todo esto? El que ordena la
multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan
grande su poder, y tan poderosa su fureza, que no falta ninguna de
ellas!
(Isaías 40:26)
Varios pasajes impresionantes en este
asunto fueron escritos por David, hijo de Isaí. David es una de las figuras más
destacadas de la Biblia. Un guerrero feroz, un rey reverenciado quien era a su
vez profundamente reverente. Sumamente inteligente y maravillosamente poético,
redactó gran parte del Libro de Salmos y unos de los pasajes
más hermosos de las Escrituras. Entre éstos está el Salmo 19, donde David
engrandece la obra de Dios con respecto a las estrellas. Pero no sólo
engrandece la obra de Dios, sino que también nos dice que las estrellas poseen
un mensaje. Observe los verbos que utiliza (el énfasis es
personal):
Los
cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus
manos. Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo
hace saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda
la tierra resuena su eco, ¡Sus palabras llegan hasta los confines del
mundo!
(Salmo 19:1 al 4)
David escogió verbo tras verbo para
indicar que las estrellas comunican. ¿Pero es solamente poesía? ¿No está David
escribiendo solamente con el simbolismo elegante de un poeta?
la Estrella del Mesías.
Ahora estamos preparados para examinar
los criterios necesarios para identificar a un objeto celestial como la
Estrella. Siguiendo el relato Bíblico del Evangelio de Mateo, estudiándolo
versículo por versículo, podemos compilar una lista de nueve requisitos
necesarios para que cualquier fenómeno celestial se pueda considerar como la
Estrella de Belén de la Biblia. Si algún criterio no está presente, entonces
supondremos que no hemos descubierto la estrella correcta.
Después
de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, he aquí, unos
magos del oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: ¿ Dónde está el
Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y hemos
venido a adorarle
(Mateo 2:1 y 2)
Herodes murió en el año 4 A.C.,
entonces Cristo tendría que haber nacido antes de esa fecha. Sin embargo, si
Herodes murió en el año 1 A.C., como lo muestra la evidencia más fiable,
entonces debemos de concentrar nuestros cálculos entre los años 2 y 3 A.C.
¿Quiénes eran estos magos? La palabra
“mago”, la cual se traduce en ocasiónes “hombres sabios”, es la raiz de la
pabra “magia”. Esto no siginifica que dichos hombres eran “prestidigitadores”,
palabra que se utiliza hoy en día como significado de “mago”. Algunos de ellos
erean hombres eruditos en muchas materias, quienes estudiaban el mundo físico y
tenían conocimientos respecto a muchos campos, incluyendo la astronomía. Los
reyes consultaban con estos magos para recibir dirección respecto a los asuntos
de estado importantes del día. Esta práctica era común támbien en tiempos más
antiguos. Por ejemplo, durante el cautiverio de los Judíos en Babilonia,
aproximadamente 500 años antes, el rey Nebucodonosor mantenía una escuela de
magos en su corte. Nebucodonosor nombró al profeta Judío Daniel como jefe de
los magos durante su reinado después de que Daniel logró interpretar un sueño
del rey mientras que los otros magos fueron incapaces .
Philo era un filósofo Judío
contemporáneo de Jesús quien radicaba en la extensa comunidad Judía de
Alejandría en Egipto. Philo redactó documentos admirando cierta escuela
oriental para magos y su alto nivel de educación y conocimientos del
mundo natural. Es posible que dicha escuela descendiera de los tiempos de los
magos de Babilonia en los tiempos de Daniel. El Apóstol Mateo reporta en su
Evangelio que los Magos provenían del Oriente, y Babilonia se encuentra al
Oriente de Judea. Dicha ciudad fue en un tiempo parte del imperio Persa, lo que
coincide con Philo. Por lo tanto, es posble que los Magos provinieran de esta
prestigiosa escuela del Oriente. Esto explicaría porque Herodes les permitió
una audiencia, y también explicaría el porqué de su impetuosa reacción al
enterarse del mensaje que traían estos extraños.
Dónde
está el que ha nacido rey de los judíos? — preguntaron -.
La pregunta que hacen los magos nos
hace considerar tres factores más que debemos incluir en nuestra compilación de
criterios para identificar la estrella. Sea cual fuera el fenómeno que estaba
ocurriendo en los cielos el mensaje indicaba 1) nacimiento, 2) reinado y 3)
algo relacionado con los judíos. Esto también nos ofrece una pista para
identificar a los magos: les interesaban las costumbres y los datos históricos
de los judíos.
Vimos
levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.
Cuando los magos anuncian “vimos
levantarse su estrella”, el significado de esta frase no infiere que “Vimos su
estrella mientras estábamos en el Oriente.” El texto Griego menciona que la
estrella era “en anatole,” sugiriendo que observaron la aparición de su
estrella en los cielos del oriente. Esto concuerda con el comportamiento de
todas las estrellas excepto las polares dada la rotación terrestre. Las
estrellas aparecen en el oriente, sin embargo, no todos los astros se comportan
de este modo. Este relato nos proporciona otro requisito necesario para
identificar la estrella. 4) El astro tiene que aparecer en el oriente, al igual
que la mayoría de las estrellas.
El motivo de los magos de ir a
Jerusalén nos sugiere mucho más acerca de ellos. Deseaban adorar a un rey
judío. Esta conclusión no se puede probar en el texto, pero es posible que
algunos de los magos fuesen de descendencia judía, quizás un remanente de
aquellos exiliados en los tiempos de Daniel. Esta hipótesis explicaría por qué
un filósofo judío, Philo, les tuviera tanta admiración, fue porqué estaban
vigilando los fenómenos celestiales conectados con las profecías judías, su
deseo en adorar a un rey judío, y porqué Herodes y el jefe de los sacerdotes
judíos les dieran tanta importancia. De no haber sido judíos, entonces tuvieron
que haber contado con un inmenso prestigio puesto que los judíos de aquellos
tiempos eran sumamente prejuiciosos contra los paganos y sus creencias.
Es necesario que usted conozca más
detalles para que pueda comprender lo preocupados que Herodes y Jerusalén se
pusieron al enterarse del mensaje que los magos traían. Los historiadores nos
dicen que el respeto por las estrellas y a las predicciones que los astrólogos
derivaban de las mismas era sumamente popular. Tanto los historiadores antiguos
como la Biblia dejan muy claro que los judíos de estos tiempos anticipaban el
surgimiento al poder de un dirigente judío en base a las profecías judías. Y se
tomaba como hecho que las estrellas anunciarían dicha llegada.
Por ejemplo, unos 60 años antes, en el
año 63 AC., ciertos magos hicieron una presentación ante el senado romano.
Durante esta audiencia, describieron los presagios celestiales que indicaban el
nacimiento del nuevo dirigente. Evidentemente lamentando escuchar esta noticia,
el senado respondió con la orden de asesinar a los niños varones nacidos dentro
de las fechas determinadas. ¿Le suena familiar? Resulta que cuando Herodes
ordenó el asesinato de los niños en Belén, quizás estaba siguiendo el mismo
tipo de precedente romano. Dicho precedente quizás sea una de las razones por
las cuales los habitantes de Jerusalén se perturbaron al escuchar las noticias
que traían los magos. Quizás se dieron cuenta de que ésto resultaría en una
matanza por parte de los romanos.
vers.4 Así
que convocó de entre el pueblo a todos los jefes de los sacerdotes y maestros
de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5 En Belén de Judea
le respondieron-, porque esto es lo que ha escrito el profeta: 6 “Pero tú,
Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre los
principales de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi
pueblo Israel.”
Herodes interpretó el mensaje de los
magos como un hecho, y consultó a los expertos judíos con respecto a la
localización del nacimiento. El versículo fatídico, que se encuentra en
el Libro de Miquéas y que los expertos judíos le citan a
Herodes, resultó inmediatamente en la pena de muerte de una multitud de niños
varones en Belén.
vers.7 Luego
Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo exacto
en que había aparecido la estrella.
Otro requisito necesario para reconocer
la Estrella: 5) aparece en un momento exacto; 6) Herodes no supo cuándo
apareció. Él tuvo que preguntar.
vers.8 Los
envió a Belén y les dijo: – Vayan e infórmense bien de ese niño y, tan pronto
como lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore. 9 Después de
oír al rey, siguieron su camino, sucedió que la estrella que habían visto
levantarse iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba
el niño.
Concluimos finalmente con los tres
últimos factores necesarios para identificar a la estrella: 7) permaneció
visible durante un largo lapso de tiempo. Los magos la vieron, quizás desde
Babilonia, viajaron a Judea y continuaron observándola. 8) La trayectoria de la
Estrella siempre parece dirigir a los magos durante toda su jornada. Es
imperativo que el lector comprenda la importancia de este detalle. Quizás usted
no se dé cuenta de que esto no significa que era necesario que la Estrella
dirigiera a los magos a Belén. La ciudad de Belén queda a sólo cinco millas al
sur de Jerusalén por la vía principal. No era posible perderse. No, la Estrella
parece “moverse” delante de ellos mientras ellos viajan rumbo al sur no tanto
como guía sino como una confirmación más de los fenómenos que han observado
hasta este punto. Finalmente, 9) ¡La Estrella se detuvo! ¿Puede una estrella
detenerse? Si, si puede, como veremos más adelante.
La Coronación
Jupiter es el nombre del planeta
más grande del sistema solar. Júpiter ha sido conocido durante siglos como el
planeta rey. El más grande de los nueve, es un “gigante gaseoso”, de
aproximadamente once veces el tamaño de la tierra y cuenta con más de 300 veces
el peso de la misma. Su órbita alrededor del sol demora 12 años comparada con
aquella del planeta tierra. Los astrónomos de la antigüedad consideraban a los
planetas estrellas errantes. ¿Será posible que Júpiter haya tenido algo que ver
con el anuncio del nacimiento de un rey y que consecuentemente los humanos le
hubieran otorgado cualidades reales a este gigante errante durante siglos? Este
será el punto de partida para investigar nuestra teoría.
Un mago que hubiera estado observando a
Júpiter durante el mes de Septiembre hubiera notado dos objetos acercándose
tanto que parecían tocarse. Este fenómeno de aparente aproximación se llama
conjunción. Nuestro observador en el Medio Oriente vio al planeta Júpiter
llegar a una conjunción con la estrella Régulus. La estrella Régulus toma su
nombre de la raíz que cede la palabra “real” o “regio”. Los antiguos babilonios
llamaban “Sharu” a la estrella Régulus, que significa “rey”. Los romanos la
llamaban Rex, que también significa “rey”. Así es que, para empezar, tenemos al
inicio del año judío, al Planeta Rey uniéndose a la Estrella Real. Esta
conjunción pudo haber indicado forzosamente la idea de Monarquía a un mago de
Babilonia (satisfaciendo así uno de los requisitos de la estrella), sin
embargo, ¿Hubiera sido suficiente para sobresaltarlo?
El planeta Júpiter se desliza
lentamente cerca de la estrella Regulus aproximadamente cada 12 años.
Supongamos que nuestro mago ha disfrutado de una carrera de 30 años, digamos
desde la edad de 20 a 50 años. No sabemos la edad de nuestros magos pero si un
hombre ya está disfrutando de la segunda parte de su carrera, es possible que
haya observado este cruce unas dos ó tres veces antes. La órbita de Júpiter
aparenta tambalearse en relación con la estrella Regulus, así es que no todas
las conjunciones son tan cercanas como la que se observó durante el año 3 A.C.
Quizás nuestro mago registró el evento con cierto interés, sin embargo es
difícil imaginar que causara gran entusiasmo. Pero, por supuesto, hay más…
Los planetas se mueven sobre un telón
de estrellas fijas. Cuando se observan desde la tierra, aparentan estar
“activos”. Por ejemplo, si observara al planeta Júpiter cada noche durante
varias semanas, notaría que se mueve hacia el este a través del campo de
estrellas. Cada noche el planeta Júpiter aparece en el este (satisfaciendo el
Segundo requisito). Cada noche, aparece un poco más al este sobre el campo de
estrellas. Todos los planetas siguen esta trayectoria.
Sin embargo las estrellas errantes
muestran otro movimiento “extraño.” Periodicamente, aparentan moverse en
reverso en relación con las otras estrellas. Este fenómeno parece
extraño, sin embargo la razón es muy sencilla: nuestras observaciones de los
planetas se hacen desde una plataforma que está en movimiento – La Tierra – la
cual se lanza alrededor del sol sobre su propia órbita. Cuando usted pasa un
automóvil en la autopista parece que el otro auto se mueve en dirección
contraria. Por razones semejantes, cuando el planeta Tierra sigue su órbita y
“pasa” a otro planeta, ese otro planeta parece que se mueve en direccion
contraria sobre el campo de estrellas. Los astrónomos llaman a este fenómeno
movimiento de retrogradación.
Entre los años 2 y 3 AC., el movimiento
errante de retrogradación de Júpiter, habría llamado totalmente la atención de
nuestro mago. Una vez que el planeta Júpiter y la estrella Régulus tuvieron su
encuentro real, Júpiter continuó su travesía sobre el campo de estrellas. Sin
embargo, también entró en movimiento de retrogradación. Pareció
cambiar de opinon y “regresar” hacia la estrella Regulus para una segunda
conjunción. Una vez que este segundo paso terminó, Júpiter volvió a retroceder
sobre su curso para completar un tercer encuentro con Regulus,
una conjunción triple. Este acontencimiento es mucho más raro.
Durante un periodo de varios meses, nuestro mago observó al Planeta de Reyes
danzar en forma de aureola sobre la Estrella de Reyes. En otras palabras… una
coronación.
Rosh Hashana y la
coronación de un Rey-Justo
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