Esta vitamina se denomina también cianocobalamina (ciano = radical presente en todas las semillas oleaginosas, cobal = cobalto; y amina: radical amino, presente en todos los alimentos que contengan aninoácidos, polipéptidos o proteínas).
Esta vitamina, que es esencial para la síntesis de la hemoglobina de los glóbulos rojos de la sangre y de la mielina del sistema nervioso, no es producida por ningún animal, sino por las BACTERIAS SIMBIÓTICAS FERMENTATIVAS que deben vivir en nuestro intestino.
Nosotros sólo tenemos que aportar un
factor intrínseco para la absorción de la vitamina hacia la sangre. Dicho
factor se segrega a nivel del estómago.
La síntesis de la vitamina B12 se realiza
en el tercio distal del intestino delgado (íleon) por la acción de las
bífidobacterias y los lactobacilos acidófilo. Los demás microorganismos
(bacterias de putrefacción, tales como E-coli, Proteus, etc., hongos, como la
cándida; y parásitos, como las amibas, “desaminan” y “descarboxilan” los
aminoácidos, es decir, los destruyen y transforman en toxinas putrefactivas.
He realizado un experimento que ya lleva
49 años:
He sido vegetariano todos esos años. He
cuidado a mis bacterias fermentativas como mis mejores amigas. NUNCA he tomado
un solo microgramo de vitamina B12, ni mis hijos y ahora mis nietos, hemos
necesitado jamás una sola pastilla de esa vitamina.
Pero siempre he cuidado que consumamos
diariamente SEMILLAS OLEAGINOSAS como la principal fuente de cobalto y
radicales ciano y anino para que luego las bacterias simbióticas hagan su
trabajo.
El resultado no ha podido ser mejor:
tengo seis hijos saludables, nietos súper saludables.
La alimentación ideal que les sugiero
consta de:
· Semillas oleaginosas
· Frutas de todos los sabores,
especialmente las cítricas
· Hortalizas de todos los colores y
· Germinados
Sí podemos sintetizar nuestra vitamina
B12, por lo tanto: ¡Acabemos con ese mito ya!
Las heces de los animales fitófagos
(vacas, chivos, monos, caballos, etc.) contienen bacterias de FERMENTACIÓN las
cuales no producen gases de mal olor y viven en simbiosis con el animal en cuyo
intestino se hospedan.
Estas bacterias FERMENTADORAS fabrican
vitaminas importantes como la B12, D y otras, aminoácidos esenciales, enzimas y
otros nutrientes, siempre y cuando se alimenten con los residuos de frutas,
semillas y hojas que les lleguen.
En cambio, los microbios PUTREFACTIVOS
destruyen vitaminas, proteínas y aminoácidos, transformándolos en radicales
libres, ptomaínas es decir, toxinas, tales como HISTAMINA, que sale de la
histidina, es causante de alergias, AMONÍACO y ÁCIDO ÚRICO, relacionados con la
artritis y reumatismo, TIRAMINA, toxina ésta que irrita al Sistema Nervioso,
produce angustias, taquicardias y baja las defensas; lo mismo que CADAVERINA,
PUTRESCINA y otras, que envenenan y desnutren nuestro organismo. También de la
putrefacción intestina se derivan sustancias como FOSFATO, URATO, OXALATO y
carbonato, que roban calcio y causan OSTEOPOROSIS.
El estreñimiento y las putrefacciones
intestinales ocasionadas por el consumo de cadáveres animales y alimentos
refinados son LA CAUSA principal de la mayoría de las dolencias que padece la
Humanidad.
Por tal alimentación numerosas personas
crían en su intestino microbios de putrefacción, los cuales no pertenecen a la
flora intestinal normal y sana. Ningún animal fitófago (consumidor de frutas,
semillas y hojas) posee este tipo de microbios. Dichos microbios se encuentran
en los cadáveres en descomposición y en el intestino y heces de animales
predadores (carnívoros cazadores) y en los necrófagos o carroñeros
(consumidores de cadáveres) como los zamuros, buitres y hienas, por ejemplo.
La putrefacción intestinal y el
estreñimiento son la causa común a enfermedades muy diversas, como anemia,
decaimiento, dolores de cabeza, colitis, artritis, amigdalitis, apendicitis,
acné, alergias de todo tipo y tumores… en especial el CÁNCER.
Si crees que no podemos sintetizar
vitamina B12, con la ayuda de las bacterias fermentativas, entonces también
podrías creer que la tierra es plana, que el sol gira alrededor de la tierra y
tantos otros mitos que en alguna época la gente creyó. La existencia de ese
mito FAVORECE a la industria farmacéutica, doblemente: por un lado venden las
pastillitas a quienes sean vegetarianos no científicos y por otro lado ayudan a
mantener el mito de “pobrecitos los vegetarianos” están condenados a la anemia.
Igual la industria farmacéutica hace circular otros mitos y prejuicios, como el
de la incurabilidad de muchas enfermedades, tales como la artritis, el cáncer,
etc. y de que el limón y las semillas oleaginosas son tóxicos.
http://www.germanalberti.com
El dogma médico de la B12 y el
vegetarianismo.
Por el Dr. Germán Alberti*
En los vegetales, especialmente en las
semillas oleaginosas, se encuentran los precursores de la vitamina B12, pero no
está ensamblada. Las personas que cuidan su FLORA INTESTINAL “FERMENTATIVA” y
consumen diariamente “SEMILLAS OLEAGINOSAS crudas, JAMÁS” tendrán deficiencias
de vitamina B12 y no necesitan consumir ni inyectarse complementos. Desde que
me hice vegetariano naturista en 1957, han transcurrido 50 años y jamás he
tenido un solo día de anemia y el cerebro me funciona excelentemente. Casi
todos los días de mi vida desde entonces, he consumido linaza, almendras y/o
nueces. Después incorporé el ajonjolí (sésamo).
Tengo 33 años en el ejercicio de la
Naturopatía y he ayudado a mucha gente, incluyendo algunos nutricionistas y
médicos, a superar problemas de anemia, sólo mejorándoles su flora intestinal,
de putrefactiva a fermentativa, y enseñándoles a comer semillas oleaginosas.
Mis hijos y mis nietos son inteligentísimos y sólo han consumido “huevos
vegetales” (semillas).
La industria farmacéutica está muy
interesada en que este “DOGMA” médico de la vitamina B12 se mantenga, porque se
aseguran los enfermos y la incurabilidad (el control) de sus enfermedades, al
mantenerlos consumiendo carne.
Además, han hecho “propaganda terrorista”
regando por el mundo mensajes, pagando a farmacólogos de diferentes países para
alertar a la gente para que no consuman estas semillas porque contienen
“CIANURO” (claro, “radical ciano”, necesario, junto con el “COBALTO” para que
las bacterias fermentativas puedan ensamblar dicha vitamina).
Ambos ingredientes se encuentran en la
linaza, las almendras, nueces, almendras de durazno, ciruelas y todas las demás
semillas. Invito a quienes lean esta información a visitar mi página Web:
http://www.germanalberti.com donde encontrarán documentos con informaciones más
amplias.
Para terminar les informo que en un examen
de sangre que me hice recientemente, mi hemoglobina estaba en 15.2 y “NUNCA” en
50 años me he tomado una sola tableta de vitamina B12.
Un afectuoso saludo, y gracias por esta
oportunidad para seguir combatiendo el mito de la vitamina B12.
*Dr. Germán Alberti, médico naturista y
psicólogo clínico.
SAIKU
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