Parvathi Kumar
De muchas maneras hemos
desarrollado un desacuerdo con la naturaleza, lo que es contrario a las
prácticas espirituales. Tenemos que tender a estar en la naturaleza de vez en
cuando y relacionarnos con ella. Permanecer un día bajo un árbol. Por lo menos
una semana o un mes nos dan una mejor exposición a la naturaleza y a los
elementos de la naturaleza.
También tendremos ideas mejores si nos sentamos debajo de un árbol. Tendremos algunas buenas ideas, ideas intuitivas. No las tenemos bajo un techo de concreto. Lo que un árbol puede darte, no lo puede dar un
techo de concreto, porque un techo de concreto es una excelente obstrucción para la afluencia de energías, a no ser que seas un cerebro excesivamente agudo que las capte desde más allá. Pero si vamos de vez en cuando, junto a un río o una montaña, o a la sombra de un árbol, tienes mejores oportunidades de relacionarte con la naturaleza que te rodea.Esta concordia comienza con la
naturaleza, las personas, las plantas, los animales y las criaturas. En tiempos
antiguos, a las personas no les molestaba que las criaturas estuvieran
alrededor. Pero hoy en día nos protegemos tan completamente que cualquier
pequeña criatura puede alterar nuestra conciencia. Así es como estamos.
Cuanto más desacuerdo, más
estarás en conflicto. Cuanta más concordia desarrolles con todo tu entorno y
también con la vida del entorno y las formas de luz del entorno, es como se
mide cuánto agrado generas, el grado de tu concordia con la gente. Por eso la
Conciencia Grupal, la Vida Grupal, los Miembros del Grupo, la promoción de la
Actividad Grupal ha sido dado por los Maestros de Sabiduría para que superemos
nuestra actitud tan individualista. Cada uno de nosotros es excesivamente
individualista.
Más y más y más aceptación nos
lleva a una saludable expansión de la conciencia. Sólo leer libros y almacenar
material aquí (cabeza) con tanto desacuerdo en el entorno, hará que te cocines
como una papa dentro de una olla. La gente que acumula Sabiduría todo el tiempo
y no se relaciona con las correspondientes prácticas externas, tienen su cabeza
como papas cocinadas, y sufren mucho. Eso no debe suceder.
Sólo piensen en los patrones
que los rodean: los patrones de la ciudad, los patrones de tu casa, los
patrones de tu barrio (colonia), los patrones dentro de tu casa, los patrones
de tus efectos personales. Por todas partes habrá desorden que puede ser puesto
en orden. Cuando se establece el orden, aumenta la concordia. Así
que comencemos, es cuestión de trabajar con los patrones.
Hay grandes patrones hasta el
plano cósmico, con los que tenemos que relacionarnos. Si no somos capaces de
relacionarnos con los patrones mundanos, no podemos pensar en asociarnos con
los patrones semi-mundanos y divinos. Pensamos en las cosas más grandes sin ser
capaces de dar el paso fundamental, debido a nuestro enfoque desproporcionado
del tema. En todas partes tiene que haber concordia. Esta concordia conduce a
la amistad.
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