Esta mágica Luna llena en Piscis nos conecta con lo más profundo de nuestras emociones, sensibilidad e intuición. Cómo impactan los cambios que nos trae en cada signo.
La Luna llena del 2 de
septiembre se produce a las 02.21 en la Ciudad de Buenos Aires (00:21
en Ciudad de México y Lima; 1:21 en Nueva York y 7:21
en Madrid) en el signo
de Piscis.
Mágica representante de lo femenino, por sus continuos cambios, la Luna simboliza la irregularidad periódica y la multiplicidad. En este sentido, la Luna Llena indica el periodo de mayor expansión. Es un tiempo que favorece la publicidad, lo público y su relación con él, las ventas, las conferencias y los encuentros.
Esta Luna llena de septiembre -la Luna
de la Cosecha, en América; o de las Frutas, en Europa-, es la última del
verano (en el hemisferio norte) y del invierno (en el hemisferio sur). Como
tal, es una Luna que, de por sí, marca cambios y renovación, ya que una nueva
estación comienza en pocos días.
La Luna llena en Piscis impone un
talante de sensibilidad. Es una Luna llena impresionable,
receptiva, intuitiva muy apta para ensueños e imaginación.
Se asocia con la intuición, la percepción y debido al
aspecto con Urano, un considerable deseo de cambios y novedades.
Ambos luminares (el Sol y la Luna) reciben buenos
aspectos de Urano, el planeta de los cambios, la revolución y la
innovación.
El eje Piscis - Virgo es donde se
produce la Luna llena, por lo tanto, esos signos llevan un foco
de atención en estos días. Es un contexto excelente para emprender
nuevos negocios o contratos, especialmente si son innovadores y diferentes.
Las facultades intuitivas se verán estimuladas, así como la curiosidad y el
deseo de investigar y crear.
Sin embargo, los nacidos en últimos días del segundo
decanato continúan recibiendo la nebulosa energía neptuniana que los
puede llevar expresar bien a través del arte y la imaginación productiva.
Atención con los descuidos o fantasías irrealizables.
Los nativos del primer decanato de Capricornio están
recibiendo esta energía de forma armónica de
forma tal que los cambios se producirán a través de facilidades y oportunidades
que aparecerán en forma de originalidad creativa.
Lo mismo sucede con los nativos de Cáncer pero de forma
más suave.
Tauro, en cambio, está
viviendo uno de los períodos más revolucionarios de la vida con Urano -el
planeta de los cambios- sobre el Sol. Este tránsito se conecta con
un deseo claro de actuar con libertad e independencia. La mente
parecerá trabajar más rápido y aparecen con más frecuencia las ideas creativas.
La Luna llena brindará un impulso al aspecto. Urano les
reserva sorpresas, acontecimientos imprevistos y cambios radicales.
Para Escorpio, este
paso se asocia con momentos tensos, ya que la liberación, representada
por Urano implica una rebelión o un enfrentamiento con alguien
o con algo, siendo un tiempo difícil y de posturas radicales. Adaptarse es la
palabra clave.
Los otros signos Fijos -Leo y Acuario-, reciben la
energía de Urano desde ángulos desfavorables indicando un
período de importantes cambios en los asuntos cotidianos e inesperados desafíos
que los pondrán impacientes frente a cualquier situación de falta de actividad,
de espera o de excesiva reflexión.
Con los signos de Géminis y Sagitario la Luna
llena desde Piscis hace un aspecto de cuadratura, de
dificultad; Urano desde Tauro no hace aspectos mayores,
pero Neptuno sí continúa influenciando los últimos grados
del segundo decanato de esos signos. Se trata de una energía nebulosa,
misteriosa, que actúa sobre la mente, representando el caos,
el desorden y la falta de claridad.
Libra y Aries no reciben la
energía de la Luna llena desde un aspecto mayor.
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