En Latinoamérica tendrá lugar el día 1 de enero por la tarde.
Se avecina una Luna llena en Cáncer sensible y acogedora que nos invita
a experimentar el espacio interior en función de nuestras pulsiones
instintivas, aceptando que el mundo emocional es fluctuante, tan fluctuante
como la Luna, regente del signo en el cual florecerá este plenilunio, el
intuitivo y maternal signo de Cáncer.
Este signo hace referencia, entre otras cosas, a la satisfacción de
nuestras necesidades más básicas, tales como la nutrición, el territorio en el
que habitamos, el hogar, la familia, el clan, las raíces ancestrales, en
definitiva, todo aquello que, de alguna manera, nos nutre, acoge, abraza,
arropa y sustenta.
Es, por ello, una Luna llena en Cáncer muy importante para conectar con
el tema del cuidado, el que damos, el que recibimos y el que nos prodigamos a
nosotros mismos.
Es un momento ideal para tomar conciencia de nuestra madre interior, de
nuestra naturaleza afectiva, de nuestra capacidad de acunar, de nutrir, de
cuidar y la necesidad de sentirnos igualmente cuidados, nutridos y arropados.
Y podríamos empezar por abrazar esa faceta infantil que todos llevamos
dentro, estar atentos a sus necesidades y darle todo el cariño y atención que
se merece. Y no se trata de complacernos caprichos, sino de darnos aquello que
es vital para la supervivencia, para sentirnos seguros en la vida y alentados a
seguir aquí.
No se trata sólo del alimento físico, sino también del afecto que somos
capaces de darnos, que nos reconfortará interiormente y nos facilitará el estar
abiertos a nutrir y cuidar de otros y a recibir también el afecto y cuidados
que otros nos prodiguen.
En la medida en que seamos capaces de abrazarnos y acogernos a nosotros
mismos seremos capaces también de interactuar con otros de forma afectuosa.
Para algunos, esta interacción no es tan fácil porque abrir el alma nos
hace sentir vulnerables, es por ello, junto al temor de no ser aceptado o de no
encajar y sentirse parte del clan, que Cáncer tiende a la timidez.
Para este signo es vital la aceptación, el sentir que forma parte de un
núcleo que lo acoge, sentir que el entorno es familiar y acogedor. Por ello, en esta Luna llena en Cáncer,
sentiremos más que nunca la necesidad de estar donde realmente nos sintamos
acogidos, aceptados y abrazados, donde nos sintamos en familia, como en casa,
así como de conectar con nuestras necesidades más básicas y velar por
satisfacerlas.
Igualmente, nos sentiremos más receptivos, maternales y tenderemos a
preocuparnos más por aquellos que, de una forma u otra, sintamos que necesitan
de nosotros.
Por otra parte, la naturaleza maternal de este signo comporta el riesgo
de fomentar el sentimiento de dependencia, que en la etapa infantil es natural,
pero que en la edad adulta a veces puede aflorar como resultado de un
sentimiento de indefensión aprendida que se perpetua y que, en cierta forma,
atrofia el desarrollo óptimo de nuestras potencialidades y capacidades en la
vida adulta, resultando en actitudes inmaduras consigo mismo y con los demás.
Para contrarrestar esta posible tendencia estará Sol en Capricornio,
aportando esa intención de desarrollo y ese propósito de madurez que vendrán a
equilibrar la avidez de atención canceriana y esa comodidad en la que a veces
nos puede llevar a caer el signo de Cáncer, con la actitud rigurosa y
disciplinada propia de Capricornio que enseña a cada cual a asumir las
responsabilidades que le corresponden.
Junto al Sol también se encontrarán Venus y Lilith oponiendo a la Luna
desde el signo de Capricornio, mostrándonos esa faceta austera, rigurosa,
madura y responsable, típica de este signo, a través de la pareja o de alguna
figura femenina.
Es posible que esta se muestre exigente o que rechace cumplir nuestras
demandas, especialmente si considera que somos capaces de satisfacerlas por
nosotros mismos, de lo contrario, es posible que se esfuerce en apoyarnos y
darnos el soporte y estructura necesarias para que podamos sentirnos a gusto y
satisfechos.
En todo caso, puede ser también que notemos de su parte una actitud algo
fría, distante o juzgadora como respuesta a nuestra actitud más sensible y
emocional, o viceversa, que seamos nosotros los que adoptemos esa acritud
propia de Capricornio.
Sea como sea, con Venus en Capricornio tenderemos a adoptar una actitud
más seria y responsable ante las relaciones, abordándolas con mayor madurez y
esfuerzo y, por sobre todas las cosas, respetando al otro y también
estableciendo nuestros límites, pero igualmente es posible que mostremos un
alto grado de exigencia respecto al otro y a la relación como tal y que
adoptemos cierta actitud fría y distante con quien no cumple a cabalidad con
nuestras expectativas.
El stellium formado por Saturno, Lilith, el Sol y Venus en Capricornio
vendrá a reforzar esta sensación de que es importante demostrar el amor con
hechos fehacientes y poner lo mejor de lo mejor de nuestra parte para que la
relación funcione y si no sentimos que esta actitud es de parte y parte puede
que nos sintamos algo frustrados y defraudados y que incluso optemos por
distanciarnos.
La seriedad y el compromiso serán más importantes, quienes tengamos ya
una pareja querremos sentir como nunca que vamos en serio y que la relación es
segura y estable, si así lo sentimos estaremos satisfechos y nos abocaremos a
la relación al cien por cien.
De no ser así, es posible que nos tornemos más exigentes o que adoptemos
una actitud de rechazo como forma de reclamo que quizá puede terminar siendo
contraproducente y acabar de enfriar la relación, confundir y despistar al
otro, o bien, hacer que responda de forma más atenta y afectuosa, como es
propio de la Luna llena en Cáncer, que se encontrará haciendo oposición a ese
stellium en Capricornio.
Esto puede sonar a estrategia, incluso a manipulación, pero no sería
raro que ello ocurra cuando la conjunción Sol /Venus en Capricornio se
encuentra formando un sextil con Neptuno en Piscis. Si a ello le sumamos la presencia de Lilith y
Saturno también en Capricornio, muy cercanos al Sol y Venus, el cóctel de la
estrategia en el amor está servido.
Algunos, por ejemplo, se mostrarán inalcanzables o se harán los
interesantes como forma de seducción.
Así que sólo nuestra inteligencia emocional podrá advertirnos de estas actitudes
propias o ajenas e invitarnos a actuar con la madurez propia del caso, de no
ser así, estemos dispuestos a una buena partida de ajedrez donde podemos tanto
perder como ganar o quizá estancarnos y sentirnos sumamente frustrados.
En conclusión, más vale actuar con madurez y paciencia, ellas pueden ser
nuestras mejores consejeras en estos momentos.
Otra cosa que puede suceder con este stellium del que forman parte Saturno, Lilith, Venus y
el Sol en Capricornio es el miedo a ser rechazado por el otro y/o a no estar a
la altura de la relación, al punto de huir de la misma por miedo a enfrentarnos
a ese posible rechazo o al sentimiento de inadecuación que nos atenaza y nos
aísla.
En este sentido lo que cabe es un trabajo importante a realizar en función
de nuestra autoestima, empezando por el respeto a nosotros mismos y el
sentimiento de autoridad sobre nuestros sentimientos, así como la sensación de
merecimiento respecto al amor (Venus) y la sexualidad que de alguna forma hemos
reprimido y que precisa ser experimentada libremente (Lilith).
Lamentablemente, Capricornio no es un signo donde Lilith esté a gusto,
pues esa faceta más profunda y desenfrenada del Sagrado femenino que Lilith
representa se ve sumamente coartada por los valores patriarcales propios de
Capricornio, valores a los Venus quizá consiga apegarse, pero que a Lilith pueden hacer sentir totalmente
reprimida, de adherirse a ellos esta energía sentirá que no puede fluir de
forma natural y quizá busque rebelarse de alguna manera, de lo contrario,
soportará su frustración como una pesada cadena que quizá acepte por amor al
encontrarse en conjunción con Venus.
Este año Lilith, al estar en Capricornio, tenderá a ser, como mucho, la
elegante seductora inalcanzable, pues probablemente se encuentre limitada por
algún compromiso o estructura que la cohíba de expresar sus instintos más
profundos.
Es importante señalar también la presencia de la conjunción
Marte/Júpiter en Escorpio, la cual nos invita a explorar con valentía nuestra
sombra, a emprender un viaje iniciático en el que tendremos que luchar con
nuestros demonios interiores, nuestros complejos y traumas y expandirnos en
esos profundos territorios en búsqueda de un sentido que sólo será desvelado a
través de un proceso de transmutación interior que nos permita integrar
sanamente ese enorme y poderoso potencial creativo y evolutivo que entraña
nuestra sombra.
Esta conjunción hará referencia, entre otras cosas, a nivel colectivo,
al recrudecimiento de profundas rivalidades y pugnas de poder en los ámbitos
político, cultural y religioso; odio,
rencillas, mafias y asuntos oscuros relacionados con estos ámbitos, que pueden
incluso llegar a detonar situaciones violentas y peligrosas.
Así mismo, no es el mejor momento para hacer viajes, pues estos pueden
resultar si no peligrosos, cuanto menos bastante convulsos, problemáticos o
bien confrontarnos a alguna situación violenta y/o dolorosa. Serán, en todo caso, intensos y
transformadores.
También es de destacar la configuración de cometa cósmica formada por la
oposición Sol en Capricornio / Luna llena en Cáncer, los respectivos sextil y
trígono que estos forman con Marte en Escorpio, así como los respectivos sextil
y trígono que establecen con Neptuno en Piscis, el cual forma, a su vez, un
trígono con Marte.
Tal figura cósmica nos impulsará a perseverar en nuestro propósito en
función de nuestras necesidades básicas, sustentados por la intuición y
apoyados por la fuerza de nuestro guerrero interior que impulsará nuestra
transformación y empoderamiento, así como también por la inspiración y comunión
que seamos capaces de establecer con nuestra dimensión espiritual que
facilitará la cristalización de nuestro propósito y contribuirá a nutrir
nuestra alma para seguir sosteniéndolo desde el interior.
La presencia de Venus en conjunción al Sol puede indicarnos que alguien
nos ayudará a concretar ese propósito, o bien que el propósito que busca
materializarse está vinculado a otra persona que bien podría ser nuestro socio,
pareja o alguna figura femenina.
El actual sextil entre Venus y Neptuno aportará una dosis de ilusión,
romanticismo y/o amor incondicional a ese vínculo.
Es un sextil que favorece además la inspiración artística con la capacidad
de plasmar la belleza y la armonía en virtud de que tan conectados estemos con
la fuente y/o con el inconsciente colectivo.
En definitiva, esta será una Luna llena en Cáncer donde nuestras
emociones y nuestro lado más sensible se verán nutridos y estimulados por
factores tan concretos como sublimes y puede resultar sumamente productivas si
estamos dispuestos a entregarnos al impulso más profundo y transformador a la
vez que a conectar con nuestra dimensión más elevada para canalizar la
inspiración que nos ayudará a crear esa estructura que nos sostendrá y nos
permitirá conquistar nuestras metas.
Meditemos y encontremos la fuerza que habita en lo más profundo de
nosotros, planifiquemos nuestras acciones de forma consecuente y respetuosa con
nosotros mismos y con los demás y estemos dispuestos a experimentar nuestro
lado más sensible y maternal, a nutrir y ser nutridos, a cuidarnos y a cuidar,
a abrazar y acoger y a prestar atención a nuestra intuición y sabiduría
interior.
Que la madre Luna nos arrope e ilumine a nuestro niño interior para
fomentar su óptimo crecimiento y maduración.
Nathacha Oura
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