Soy Buda
Gautama, tengo mensajes para ustedes. Escuchen con sus oídos físicos y con los
del alma también, ya que desde ahí se generan las memorias.
Antes las personas tenían más
claro el propósito de su vida. Es ahora que ustedes lo están realizando, es
solo el inicio del proceso y de la vida.
Cuando estaba en el plano
físico, existían cosas con las que yo no sintonizaba… Llegó un momento de mi
soledad donde la fuente, mi fuente, me trajo como un nacimiento, dándome luz y
oscuridad.
Para poder trabajar en
común-unidad necesitan conocer su propósito. No acumular conocimiento sin
utilizarlo; cuando conozcan por medio de la experiencia, allí nace la sabiduría,
sin olvidar que el aprendizaje y el error son lo mismo. Ahora les corresponde a
ustedes saber cuál es la sutil diferencia de ambos.
Reconozcan que ustedes crean su
tiempo, cuando así lo hagan tendrán una magia a su lado y el tiempo se
convertirá en su aliado. Pero para lo anterior, deben saber organizarse,
aprender a recordar.
No hay progreso sin rechazo, no
hay aceptación sin negación, no hay oportunidad sin posibilidad. Todo lo que
consideren bajo, oscuro, dañino y negativo, eso es lo que no quieren reconocer
de ustedes, y es eso lo que les hace falta para poder continuar. Todo lo que
quieren ignorar es la certeza, antes de ver es primordial que puedan verse a
ustedes mismos.
En la más intensa luz se
encuentra la más profunda oscuridad. Y en la más densa oscuridad se encuentra
la más pura luz. No se puede vivir en este plano solamente siendo luz o
solamente oscuridad.
La luz está dentro de ustedes,
el que diga lo contrario es un truco. No hay nada fuera que ya no esté dentro
de ustedes, no hay nada que alcanzar fuera de ustedes que ya no haya sido
alcanzado dentro de sí. NO BUSQUEN NADA
FUERA, no busquen
fuegos fatuos que les nublen la mirada y que los desorienten.
La gran travesía no tiene
dirección; los que van sin ella pero que conocen su día, son los que descubren
lo que traen. Dejen de seguir y abran sus caminos.
Aquí no hay juicios valóricos o
morales, el bien y el mal no existen, ya que son lo mismo: una ilusión.
Les digo lo anterior porque los
juicios valóricos o morales siempre son un obstáculo para que puedan ver la
esencia de ustedes mismos, es eso lo que no les permite ver cómo están.
Cuando nos reconocemos a
nosotros mismos, no hay nada ni nadie que pueda separanos de lo que somos.
Estamos hechos por el deseo de la existencia de estar acá, para danzar en el
juego de esta “realidad” y de este sueño.
Todo lo que está dentro de
nosotros es real, lo de fuera es una ilusión.
No regalen su poder, distribuyendo
su energía en tantos lugares, personas y experiencias. Porque así han
quebrantado su voluntad para poder satisfacer a otros en desmedro de ustedes
mismos.
En un tiempo más les tocará
recapitular. La recapitulación llegó a esta tierra al mismo tiempo en varias
civilizaciones, no tan solo en las Toltecas o Mayas. Con la recapitulación podrán
ver que tan fácil es regalar el propio poder y así de fácil no hacerlo.
El silencio es una de las
mejores conversaciones que uno puede tener en la existencia. ¿Han oído la
inmovilidad de una hoja? ¿Han oído el vacío del océano? ¿Han conversado con la
pequeña brisa que lo refresca? ¿Pueden escuchar lo que les dice?
¡Qué bello es estar aquí ahora!
Bendiciones y gracias a cada uno
de ustedes por existir en mí.
Buda Gautama
Canalizado
por el Grupo Nueva Lemuria
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