Drunvalo Melchizedek
Si comprendemos que nuestros patrones de creencias son las piedras donde tropezamos en nuestro camino hacia los milagros, ¿cómo podremos alcanzar nuestro destino?. ¿Cómo podremos superar estos obstáculos que se encuentran en nuestro camino?.
La respuesta es simplemente abrir nuestras mentes a nuevas, aunque no usuales posibilidades. Incluso aunque no creamos que los milagros están ahora a nuestro alrededor, debemos lentamente abrirnos a la posibilidad de que ellos puedan ser verdad en nuestras propias vidas. Debemos simplemente dejar espacio dentro de nuestras mentes para que la Fuente de la Vida pueda entrar y hacer un cambio a mejor en nuestro propio mundo.
Esta apertura a las nuevas
posibilidades en nuestra propia experiencia debe constituir un primer y
prudencial paso. Porque en verdad, nosotros somos los soñadores de nuestro
mundo y si no permitimos la posibilidad de que nuestros sueños puedan hacerse
realidad a nuestro alrededor, estos no lo harán. Nosotros los bloquearemos.
Pero si permitimos esta posibilidad, entonces los milagros podrán sucedernos y
lo harán. Su manifestación será sólo cuestión de tiempo.
Considere el mundo de los milagros
como un lugar situado justo más allá de la delgadísima pantalla de nuestras
viejas y cansadas ideas. En la manera en que reemplazamos estas viejas ideas
con la apertura a nuevas posibilidades, perforamos dicha pantalla y comenzamos
entonces a ser testigos de los milagros en nuestras vidas. Este es un primer y
simple paso, pero crucial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario