El ser humano tiene que mantenerse por encima de las reacciones y crear tanta gracia y belleza a su alrededor que el otro también tenga que crear una individualidad más hermosa, un carácter más agraciado. Y su encuentro ya no tendrá que ser más conflictivo; se deberían encontrar solamente como Amigos.
El pasado, el karma, estas estructuras rígidas han ahogado a toda la humanidad. Ahora ya no hay más estructuras; ahora hay una profunda comprensión de que nada es permanente en la vida. Incluso el amor es una rosa; por la mañana bailando al viento, al sol, como si fuera a durar para siempre, con tanta grandeza, con tanta seguridad, con tanta autoridad; tan frágil y sin embargo tan fuerte
contra el viento, contra la lluvia, contra el sol. Por la noche los pétalos se han marchitado y la rosa ha desaparecido. Eso no quiere decir que fuese ilusoria, simplemente significa que en la vida todo cambia. Y el cambio mantiene las cosas nuevas, frescas.Cuando
uno empieza a sentir que la vida ya no es más una celebración, una aventura,
que no hay nuevos espacios, ni nuevos pastos, entonces, ¿para qué seguir
viviendo? Aparece la idea de la muerte. En ningún animal, existe el deseo de
morir. Ningún animal salvaje se suicida. Pero extrañamente, en un zoológico se
han encontrado animales cometiendo suicidio. Y si Sigmund Freud hubiera
estudiado sólo a los animales del zoológico, hubiese llegado a la conclusión de
que existe un deseo de muerte, como existe un deseo de vida. Pero los animales
del zoológico no son auténticos animales. Y el pasado convierte a todo el mundo
en animales de zoológicos: confinados, encadenados de mil sutiles maneras. El
ser despierto no formará parte del “zoológico”, permanecerá libre. No irá
contra la vida, fluirá con la vida.
¡Esto
es lo que nos hace falta! Liberación. Y si el ser humano creciera en su natural
estado “salvaje” (libre) y como desconocidos se encontrarán en “amistad” con
sus hermanos, su amor sería de gran profundidad, de inmensa alegría, una danza
de suprema felicidad. Llevarán con ellos todos estos dorados recuerdos y se
estarán agradecidos para siempre. Pero no se opondrán a la libertad del otro;
su amor se lo prohíbe. Su amor les debe dar más libertad. En el pasado les dio
más esclavitud. Se necesita una profunda compasión, incluso para aquellos que
te hicieron daño en el pasado de forma inconsciente; no fue intencional.
Y esta
liberación tendría toda la ayuda por parte del Universo Infinito, porque no
están luchando contra el otro que le trae problemas, están luchando contra el
pasado, en el que tú has sufrido, en el que él ha sufrido, en el que todo el
mundo ha sufrido. La rebelión no es contra el hombre como tal, es contra el
pasado del hombre, es contra tú y él juntos. Y entonces esta rebelión tendrá la
calidad de religiosidad que aportará la gracia a la gente, gratitud a la gente.
En tu
inocencia hay gracia, en tu pureza de corazón hay gracia, una cierta belleza
que no es de este mundo, que te da cierta indicación del más allá. Cada ser
humano puede convertirse en la flecha sagitariana hacia la divinidad; entonces,
su gracia, su belleza, su amor, su devoción, pueden mostrar el camino hacia los
más altos reinos del ser, hacia los más grandes espacios de la conciencia. No
se puede ser transmisor de luz, si no se es portador de luz.
Naturalmente,
cuando nos expresamos de un modo que es evidentemente natural, cómodo y fluido,
los demás reaccionan ante nosotros con comodidad y entusiasmo. Cuando
expresamos incomodidad, tensión o miedo, los demás también recogen esas
vibraciones. Cuanto más sopla el viento, más la persona se aferra a su
abrigo... Frente entonces a una experiencia movilizante, la persona se aferra a
sus identificaciones, apegos y condicionamientos (el pasado). La meta es
emancipación. El concepto que prevalece es la transición del reino de lo
puramente egoísta y de liberación personal a algo más amplio e importante. Este
concepto de liberación subyace en el amplio y moderno empleo de la palabra
LIBERTAD, pero tiene un significado más sabio, apropiado y profundo. La
LIBERTAD, en la mayoría de las mentes, consiste en liberarse de las reglas
impuestas por cualquier humano, en tener libertad para hacer lo que uno desea,
pensar como uno determina y vivir como uno prefiere. Esto es como debería ser,
siempre y cuando los propios deseos, preferencias, pensamientos y anhelos
estuvieran libres del egoísmo y dedicados al Bien de la totalidad, lo cual
sucede muy raras veces.
La
LIBERACION es mucho más que todo esto; consiste en liberarse del pasado, tener
libertad para progresar en ciertas y predeterminadas líneas (predeterminadas
por el alma) y también para expresar toda la divinidad de que uno es capaz como
individuo (o una nación). Podemos terminar con una cita del Maestro D.T.
Suzuki:
“La
ayuda tiene que venir de una fuente que no sea esta existencia limitada, pero
esta fuente no debe ser algo completamente fuera de nosotros, en el sentido que
no tenga comprensión de nuestras limitaciones, y, en consecuencia, que no sea
en ninguna forma benévola con nosotros. La fuente de la ayuda debe tener el mismo
corazón que el nuestro para que haya una corriente de compasión pasando entre
los dos. La fuente de poder debe estar dentro de nosotros y no obstante estar
fuera. Si no estuviera fuera, estaría sujeta a las mismas condiciones. Este es
un eterno problema, estar y no estar, estar dentro y sin embargo estar fuera,
ser finito y con todo pronto a servir al infinito”.
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