Observa las situaciones en tu vida que parecen oscuras —podrían ser desafíos que estés enfrentando o situaciones de tu pasado (tu niñez, quizá)— y ve la inspiración de una fuerza divina, un plan mayor.
Preguntemos: ¿Dónde está la Luz en esta situación?
¿Qué debo hacer?
¿Aprendí algo de ella?
¿Me fortalecí o todavía puedo fortalecerme gracias a ella?
Si se trata de un dolor provocado por alguien, quizá la
pregunta deba ser:
¿Cómo puedo poner límites para que esto no vuelva a ocurrir?
¿Estoy, de algún modo, haciéndole esto a alguien?
Esta semana vemos nuevos senderos para llenar nuestra vida con
alegría, aprendemos a identificar y transformar situaciones desafiantes, y
visualizamos y comenzamos a manifestar nuestro verdadero potencial.
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