Holística Hayden...Un espacio para el Alma......: YO SOY LA LUZ DE QUAN YIN

6 de mayo de 2019

YO SOY LA LUZ DE QUAN YIN

Quan Yin es una expresión muy hermosa de la Madre Divina. Se la conoce como la Gran Diosa y Madre de Compasión y Misericordia, y es amada y venerada en todo el mundo sin importar las creencias religiosas. Misericordia significa que hay más ayuda dada a través del amor que a través del mérito ganado. Kwan Yin está asociada con la tierra, la fertilidad, el nacimiento y la sanación. Ella ha traído las energías de Magnified Healing (Sanación Magnificada). Quan Yin, la Diosa de la Compasión, a menudo es representada montando un dragón. Ella es la homóloga oriental de la Virgen María y trabaja para equilibrar las energías femeninas. Ella es uno de los Señores del Karma que representan el sexto rayo. Isis llevaba la misma “energía de la madre” en Egipto.

Una de las tantas historias en torno a Quan Yin es que ella era budista y mediante un gran amor y sacrificio durante su vida en la Tierra, se ganó el derecho a ingresar al Nirvana después de su muerte. Mientras estaba ante las puertas del Paraíso, oyó un grito de angustia desde la Tierra. Regresó a la Tierra, renunció a su recompensa de eterna felicidad y se dedicó a los corazones de los que sufren. Después de su ascensión, Quan Yin hizo esta promesa: "Nunca buscaré ni recibiré salvación individual privada, nunca entraré en la paz final sola, sino que para siempre y en todas partes viviré y lucharé por la redención de todas las criaturas del mundo entero de los lazos de la existencia condicionada”.

Quan Yin significa: "La que ve y escucha el llanto del mundo humano". Su título chino significa: "La que siempre observa o presta atención a los sonidos”. La que escucha las plegarias. Venerada especialmente por las mujeres, esta diosa consuela a los afligidos, a los enfermos, a los perdidos, a los seniles y los desafortunados. Ahora también se la considera la protectora de los navegantes, granjeros y viajeros. Quan Yin es representada como una mujer agraciada, descalza, vestida con hermosas y vaporosas túnicas blancas, con una capucha blanca elegantemente colocada sobre la parte superior de la cabeza y llevando un pequeño jarrón volcado de rocío. Es alta y esbelta, una figura de gracia infinita, sus facciones suavemente serenas transmiten abnegación y compasión y la han convertido en la favorita de todas las deidades.

Soy la luz de Quan Yin. Vengo este día para escoltarlos a la misericordia y las bendiciones, porque ustedes son una verdadera bendición para mí. Se despliegan y se dedican a caminar por el sendero de la iluminación, que a menudo está plagado de peligros terrenales y dolores físicos. Son una gran bendición para mí porque se esfuerzas mucho por remontarse por encima del dolor y el sufrimiento terrenal a un lugar que pueden ver con los ojos de su alma.

Ustedes son bendiciones para mí porque continúan orando contra todo pronóstico. Son mis bendiciones y vengo a ayudarlos a recordar el contrato sagrado que han hecho con su cuerpo, su mente y su espíritu porque su trinidad es sumamente sagrada. Albergan el universo mismo en su cuerpo físico. En la época de Wesak, cuando el Buda y el Cristo se reúnen, no separan sus dispensaciones y sus dones celestiales, sino que se convierten en Uno, fusionándose, transfigurándose y transformándose juntos.

El Buda sostendrá las vibraciones del Cristo y el Cristo sostendrá las vibraciones del Buda. A medida que ustedes se fusionen con ellos vibratoriamente, se volverán como el agua de mar que ha estado en un frasco durante demasiado tiempo y busca el océano. Se están convirtiendo en la fluidez de su futuro. Permítanse ser vertidos en nuevos montajes de luz, expandiéndose más allá de cualquier limitación previa. Este es un momento para que toda la humanidad pueda prescindir de las constricciones, prescindir del miedo, prescindir de la ira. Tanto el Buda como el Cristo vienen y les piden que disuelvan todo lo que sea tóxico o negativo, lo liberen y dejen ir. Estas dispensaciones de Wesak vienen a ustedes como burbujas purificadoras que limpian lo que se ha endurecido. Eliminen lo que los mantiene abatidos. Dispersen lo que les impide amarse el uno al otro. Dispersen lo que impide que otros los amen. Dejen de usar las excusas de su pasado para mantenerse impotentes en el presente. Soy Quan Yin y ustedes son mis bendiciones.