por Bruce Lipton Ph.D.
¡
SALUDOS HERMANOS Y HERMANAS!
Hay
una luz maravillosa en esta comunidad vuestra [Los Ángeles] hecha de roca, de
densidad... eso que se llama jungla de asfalto. Hay iluminación por doquier, en
cada célula de cada ser que es una partícula de vida. Lo que es de naturaleza
de asfalto también es vida. También expresa sexualidad. Aquí tenemos un nuevo
concepto. Consideraríais divertido observar los hábitos de apareamiento de
aquello que consideráis inanimado. Este es un tiempo de gran engaño sobre la
sexualidad, de mucha consternación, dolor, angustia y frustración; todo ello
provocado por el malentendimiento del Yo, ya que operáis en la densidad, lo
físico, y experimentáis una realidad de tres dimensiones de polaridades
expresadas en lo masculino y lo femenino.
Dios
se contempló a sí mismo y creó la creación, aquello que conocéis como vida, en
forma planetaria, animal, vida respirando hacia sí misma el Ser llamado masculino y femenino. Busca fundirse consigo
misma mediante las polaridades de los opuestos, de los géneros conocidos como
masculino y femenino.
Vuestra
historia, vuestra cultura y humanidad de eones pasados han buscado separar la
sexualidad de la espiritualidad, separar la divinidad de la esencia de Dios con
el YO del Yo físico llamado sexualidad. Este aislamiento, o separación del
YO... no está contemplado que el Yo busque fundirse con el YO mediante la
fusión de las polaridades. Por consiguiente, a través del aislamiento, de
algunos votos de castidad, el YO divino queda representado sin expresión en lo
físico mediante la sexualidad, y por ende es incompleto.
No
hay nada malo en ello, mas le falta totalidad. Está creando un vacío. Esa es la
razón por la que os sentís vacíos, ya que buscáis la otra parte del YO que sólo
se puede descubrir en el otro género; mediante la fusión, no sólo física, sino
emocional y mental, la fusión de la esencia del alma. Con ello unificáis la
Fuente, la esencia de Dios de vuestro interior. Os fundís en la totalidad que
emana de vuestra encamación.
Hay
mucho que decir sobre la masculinidad y la feminidad en vuestra sociedad. A
través de los siglos, lo que es masculino en naturaleza se ha vuelto poderoso
en este plano, pero no tanto como la feminidad. Lo explicaremos. Ya conocéis
todo de lo que os hablo. Yo sólo soy un espejo que os refleja vuestro
conocimiento de nuevo a vosotros.
Eones
atrás en vuestro tiempo, se aceptó tanto por el varón como por la mujer que el
propósito de ésta era complacer la esencia soberana, lo masculino. A ambos les
resultó aceptable y permitieron que fuera realidad, tal como se creó en
aquellos días. Por consiguiente, la mujer, para su sostén y apoyo vital, buscó
complacer al soberano, al líder del harén. El valor que se le dio a la
feminidad se basó únicamente en la edad, la belleza y la capacidad sexual. Se
ignoró el verdadero valor de la esencia de Dios en ella. Estos son los sistemas
de valores que se han arrastrado hasta la actualidad. Vosotros transportáis
memoria de la esencia del alma, no sólo de vuestro pasado, sino también del
pasado del género opuesto, ya que todo forma parte de la conciencia global, y,
al ser colectivamente de la conciencia global, todos participáis en ella. Es
vosotros, en ejemplificación del todo; microcósmica en vosotros, macrocósmica
en la sociedad. Este sistema de valores ha creado miedo en la mujer porque no
sois valoradas por vuestra esencia divina, sino por lo que es superficial en
naturaleza. En verdad que la feminidad es de la oscuridad. ¿Sabéis por qué? No
se entiende. La mística femenina siempre ha sido misteriosa, de la oscuridad.
¿Qué es la oscuridad? No estar en la luz. ¿Qué es la luz? Es la comprensión
consciente. El útero es un lugar de oscuridad, y la oscuridad tiene mucha
validez en la Fuente, en Dios el Padre, al igual que la luz. Sencillamente son
reflejos distintos del otro.
Lo
que es de la luz se considera poderoso, pero la oscuridad, aquello que es
femenino por naturaleza, es la capacidad de penetrar en lo que no es
perceptible y curar a un niño, o hacer predicciones... eso es la feminidad. No
es necesariamente de la mujer, pero es feminidad. Cada uno de vosotros lleva en
su interior tanto la masculinidad como la feminidad. Cada uno de vosotros, sin
importar cómo se represente en lo físico vuestro género.
Esto
ha sido temido por el hombre durante eones, esa mística que es incapaz de
comprender con su mente lógica, por lo que buscó dominar, suprimir y perseguir
a la mujer con el fin de sentirse más poderoso. Ello condujo a un desequilibrio
crucial en la percepción del hombre y de la mujer como géneros iguales. Y
creedme, todo esto de lo que os hablo se relaciona con la sexualidad, ya que
tiene que ver con el modo en que tenéis relaciones entre vosotros y cómo
interactuáis uno con el otro a un nivel sexual. A medida que abramos más y más
este tema para que compartáis el conocimiento que radica dentro de todos y cada
uno de vosotros, también compartiréis el conocimiento de vuestra sexualidad.
Vuestra espiritualidad (aquello que es la esencia de Dios ejemplificado en
vuestro interior) y vuestra sexualidad (aquello que es la esencia de Dios
ejemplificado en vuestro físico) son realmente uno y lo mismo. Habéis buscado separarlos, y
por ende estáis separando la interacción física con aquello otro que es la
representación divina de la Fuente. La estáis aislando y separando, diciéndoos,
mientras participáis en relaciones sexuales, «esto no es divino».
Y
así, durante eones, habéis buscado suprimir vuestra sexualidad por la
espiritualidad, abandonando una en favor de la otra, o eso percibíais que era,
cuando en realidad ambas eran manifestaciones divinas del YO Dios. No hay nada
malo en expresar vuestro género a través de la fusión física, expresar vuestro
género de conocimiento, no sólo el cuerpo físico, sino el conocimiento. Lo
masculino es soberanía, la
corona de vuestra alma. Lo femenino es humildad y amor incondicional, el
corazón dentro del pecho de vuestra alma, y juntos componen una única esencia
del alma. La fusión de los dos, esa urgencia en vuestro ser durante tantos
siglos, esa urgencia de tener relación sexual entre hombre y mujer, ha
sido la urgencia del alma de fundirse con las dos partes del YO. Ese es el motivo
por el que la ijada tiene pasión. El alma desea expresar una y otra vez lo que
es fundirse con el YO, permitiros que conozcáis el éxtasis a un nivel físico,
para que podáis conocer un éxtasis mucho mayor a un nivel del alma.
Otra
cosa que no se ha contemplado en vuestra sociedad es el vacío, la oscuridad, el
lugar hondo y misterioso de la nueva vida, el nuevo nacimiento, llamado útero,
esencia femenina. Eso en sí mismo es la naturaleza del cuerpo físico, aun
cuando sea varón. Su naturaleza es femenina. Dejad que os lo explique. La
encamación física está compuesta de átomos —átomos, electros, positrones—, y
hay mucho más espacio que densidad. La misma naturaleza de la encamación física
expresa más vacío que materia. Es un receptáculo. Es receptiva. Siglo tras
siglo, la encamación física busca con fervor fundirse con la esencia del alma.
Es receptiva a la esencia más grande conocida como vosotros, y también como
Dios. Ese es el motivo por el que tenéis ese deseo ardiente de llegar a ser.
Vuestra encamación y aquello que es vuestra esencia representada en este plano
de la Tierra es un fragmento de la totalidad de vuestra esencia, es receptiva
en naturaleza. Es el lugar de nacimiento de la nueva vida llamada Dios ejemplificado.
Todo vuestro receptáculo o templo, vuestro cuerpo, varón o mujer, es femenino
en naturaleza. El planeta es femenino; el sol es masculino, y tienen una
relación sexual el uno con el otro.
Lo
que es masculino en este plano de
la Tierra está experimentando algo que las mujeres llevan experimentando desde
hace siglos, y a eso se le llama cambio. Según vuestra sociedad, es tradicional
para la mujer dejar a su familia e irse a vivir con el hombre de su elección,
cambiar sus circunstancias, su nombre, y, si se presenta algo terrible o una
crisis, cambiar sus circunstancias externas y acomodarse al varón. Ahora éstos
están aprendiendo a cambiar. Se vuelven suaves, compasivos, cariñosos, más
contemplativos, menos propensos a los juicios. No están encamando todo esto
ahora, sino que se trata de una apertura que experimentáis en el plano de la
Tierra.
¿Sabéis
por qué hay tanto cambio ahora, no sólo en la conciencia global, sino con la
sexualidad masculina y femenina representada a través del género masculino? Se
debe a que la misma Madre Tierra está cambiando, desplegándose y trayendo nueva
vida y nueva luz a su planeta llamado Tierra. El cambio está representado en
cada foco de energía sobre este planeta, incluyendo la sexualidad. Aquellos que
tradicionalmente han encajado en un molde han sido aceptados en lo que llamáis
historia y lo que permitís que sea. Los que no encajan en el molde son los que
están involucrados y experimentan la fusión y la unificación de su masculinidad
y feminidad. Por eso no encajan en los moldes preconcebidos, y, sin embargo,
están aislados de la sociedad y son juzgados menos que divinos, porque son en
verdad divinos y están experimentando su divinidad.
Existe
el miedo al dolor, y el miedo que entra en vuestra relación sexual debido a las
heridas y a las experiencias previas. No deseáis que os escupan de nuevo.
Veréis, la vulnerabilidad no es más que la humildad sin el equilibrio de la soberanía. No hay nada
malo en ello. Sencillamente no está equilibrado. Por ello os sentís tan
vulnerables. Aún no habéis experimentado vuestra soberanía, no hay nada que
temer sobre nada. Si en verdad sois soberanos, sois conscientes del poder que
hay en el asiento de vuestro ser unido al sello de vuestro corazón. Cada vez se
comprende más que en la sexualidad es necesaria una conexión del corazón para
fundirse en armonía. Una fusión armoniosa del Ser permite la conexión del
corazón, el amor incondicional de ambos, y, por ende, la penetración de la
Fuente a través de ambos. Es un canal al que se le permite ser en vez de
permanecer embotellado. Lo que se teme es la esencia femenina. El vacío es lo
que se teme, y, por consiguiente, al temérselo más y más, se le permite cada
vez menos entrada en la experiencia de la circunstancia vital. Entonces os
aisláis de expresar físicamente aquello que sois.
La
fusión es divina. También es divina si se la experimenta armoniosamente, ya que
la Fuente no emite juicios, tampoco la esencia de Dios.
Sin
embargo, digamos que os resultará más fructífero si la permitís con la conexión
del corazón, porque cuando os fundís, no sólo lo hacéis en lo físico, sino
también con el alma, con el cuerpo emocional y sus energías. Es un
entremezclarse de las energías, y lo que os lleváis a vosotros no es sólo una
pasión liberada, sino la memoria de la esencia del alma de la persona con quien
os habéis fundido, debido a la existencia de esa entremezcla. Ese es el motivo por el
que tenéis esa enfermedad que campa en vuestro plano ahora, aunque la entidad
con la que os hayáis fundido no la tenga residiendo en sus células, sí la
tienen en su memoria del alma, porque se han entremezclado con otros que la
tienen de residente en su memoria del alma. De modo que os resultará
muy armonioso y fructífero fundiros con aquellos que tengáis una conexión de
sello del corazón.
Expresar
vuestro género sexual físicamente y tener una relación sexual, en verdad que es
divino. ¡El alma y el cuerpo son uno! Lo que es divino y lo que es físico son
uno... ¡no separados! La sexualidad es esencia divina. El núcleo de ello es que
estáis fundiéndoos con vosotros mismos, y por ende la Fuente se funde consigo
misma. El dolor dejará de ser cuando estéis en verdadera alineación con la
Fuente de vuestro ser, pues no temeréis y no conoceréis la frustración. La
castidad también se alineará en el proceso conocido como unión física: relación
e interacción con el elemento llamado Dios que es de la polaridad opuesta. Al
hacerlo, descubriréis que las energías se mueven de vuestras raíces e ijadas a
la zona conocida como plexo solar. Entonces tendréis una pasión, no
necesariamente de la ijada, sino una de poder y de soberanía. Al equilibrar
esto y fundirlo en hermandad con el sello del corazón, dispondréis de una
pasión para oí amor incondicional, junto con la soberanía, que es el verdadero
Dios ilustrado, alineado, equilibrado y en armonía. Luego veréis que no sólo
sube en naturaleza, sino también en frecuencia hacia el sello del corazón.
Cuando lo hagáis, al caminar sobre este plano de la Tierra os encontraréis en una
relación sexual con toda la esencia que es la vida. El rocío sobre las hojas,
un amanecer, las montañas teñidas de púrpura, todo es sexual en naturaleza.
Tenéis
una relación sexual con todas las facetas de la vida. Como Dios realizado, en
esta fusión llamada sexualidad tendréis éxtasis con todas las facetas de la
vida, con los fragmentos del YO, los fragmentos de Dios. Tendréis el amor
pasional ejemplificado. Vuestro ser estará en llamas cuando la antorcha de
vosotros se encienda en fuego e iluminación divinos. Es una antorcha que
tampoco se extingue, pues al continuar se convierte en la misma Fuente
ardiente, ya que deja de ser residente en la corona y avanza, y os fundís con
la Fuente en lo que ahora se llama ascensión. Por lo tanto, se vuelve la urgencia
de la Fuente y no de la personalidad. Al acomodar esta elevación en frecuencia
desde la ijada hasta la corona, pasaréis por un gran cambio, transición,
adaptación, ulterior apertura y mayor conocimiento. Encontraréis que vuestra
vida se alinea. Encontraréis vuestra experiencia gozosa, que vuestras
relaciones son armoniosas. Encontraréis vuestro amor ejemplificado en todas las
esencias existentes a vuestro alrededor. Os encontraréis siendo
real y verdaderamente felices. El gozo que surge de esta fuente de comunicación
extática con el género opuesto y a través de él con el vuestro propio —mediante
las polaridades diferentes que están ejemplificadas en todo este planchará que
la fuente extática borbotee y brote y os convertiréis en la corriente de fluir
eterno llamada Dios. Al mirar en vuestro espejo, sabréis que tenéis una
relación sexual con vosotros y con Dios.
¿Qué
es Dios? Siempre cambia, siempre está en movimiento, creando y produciendo. Es
tanto la esencia activa y productora llamada varón como el grandioso y
misterioso vacío llamado mujer. Es las dos cosas. Al ser creados a semejanza de
Dios, vosotros contenéis ambas, siempre en cambio, en creación, produciendo y
siendo un vacío muy misterioso que la mente consciente no entiende.
¿Por
qué creéis que sois tan enigmáticos, no sólo para otros sino para vosotros
mismos? ¿No entendéis por qué tenéis frustraciones con vuestra pareja y amante?
Se debe a que no comprendéis la naturaleza de vuestra sexualidad y, mediante
ello, la de la Fuente. Uno de los motivos por los que el varón siempre ha
albergado resentimientos y ejercido cierto dominio sobre la mujer es porque la
naturaleza sexual de la mujer siempre se ha percibido como la más poderosa. Una
mujer puede mantener un amante mientras lo desee, ¿verdad? Por ello, durante
siglos, los varones han empleado su propia soberanía para dominar a las
mujeres, ya que se sentían impotentes. No comprendían la divinidad de la
soberanía que ejemplificaban en su propio género, diferente en naturaleza pero
igualmente válido. Las propias mujeres han aceptado. Fue mutuo. Entended que
fue por este acuerdo por el que estáis familiarizándoos con lo que es ser varón
y ser mujer. La sexualidad es el medio de expresar y experimentar la armonía
y la reunión. Lo conseguís experimentando primero la separación, ya que
sólo a través del contraste podéis conocer qué es la reunión.
Ahora
permitiré que haya un foro. Podéis preguntar lo que queráis.
R:
Algunos libros dicen que podemos crear lo que deseamos, y que lo único que
debemos hacer es concentrarnos y se manifestará. Lo he estado intentando y no
estoy muy seguro acerca de mi éxito, y realmente no me siento muy satisfecho
con los resultados. La enfermedad sigue siendo parte de mi vida, junto con la
falta de esa relación con una mujer, y ya estoy a punto de dejar de intentarlo;
quizá ése es el secreto. Creo que he pasado demasiado tiempo tratando de hacer
que suceda.
Hay
varios temas que enfocar aquí. Aprecio tu colaboración, queridísimo hermano.
Tocaré cada uno. Intentarlo sólo indica que dudas de los resultados, de lo
contrario no lo intentarías, porque sabrías que ya existe. Provocar una
relación con una mujer, o con un hombre para las mujeres presentes, no
acontecerá a menos que ya seáis felices y estéis alineados con el gozo. Como
manifestante, si proyectáis el gozo y vuestro Ser divino del YO fuera de
vosotros mismos hacia otra entidad, ello indicaría falta de gozo en el Ser que
sois, y ausencia de conocimiento de vuestra divinidad soberana, pues buscáis
expresar la unión con la Fuente con alguien que no es vosotros, y en verdad,
hermano, que esto es de vosotros. Cuando lo sepáis en el corazón y no con el
intento, el pensamiento y la contemplación y el deseo de que se manifieste,
sino que lo sepáis, entonces acontecerá.
Al
emitir el pensamiento divino y saber que ya está, éste manifestará el gozo de vuestro ser,
que os permitirá que lo que deseéis se manifieste hacia vosotros. Si en vuestro
interior sentís frustración, miedo y cautiverio, entonces hay una mala alineación
y la capacidad manifestante de Dios, que sois vosotros, también estará mal
alineada y no fructificará porque albergáis dudas, y esta duda se tomará
aparente en vuestra manifestación y sabréis que no tendrá lugar... pero si
sabéis que sí es, no que será, sino que ya ES, aunque aún no se
haya manifestado físicamente, entonces será.
Los
achaques y las enfermedades son expresiones del Álter Ego en vuestro ser que os
dan motivo de dudar de vuestra capacidad de divinidad, que os dan un punto en
el que contempláis que quizá no seáis tan soberanos. Ciertamente son divinos en
su esencia porque os permiten demostraros que sois soberanos al permitir que la
alineación acontezca y
la enfermedad se disipe. Veréis, la comprensión de Dios está cómoda con el Ser,
con Todo-Lo-Que-Es. Y cuando estéis cómodos con vuestra vida tal como es,
aparentemente sin cambios, entonces aparecerán los cambios que deseáis. Lo que llamáis
enfermedad es «no estar cómodos». Eso se aplica a vuestra sexualidad también y
a la gran enfermedad de vuestro plano. No estáis a gusto con vuestro género ni
con vuestra propia naturaleza sexual. La naturaleza sexual es sólo polaridad
expresada a través de la Fuente, y al arribar al gozo del momento, sin relación
y sin unión física, entonces acontecerá la ilustración armoniosa de vuestra
encamación. Estad en paz. Sabed que sois Dios, que sois amor, que sois la
divinidad ejemplificada y que todo en vosotros refleja todo lo que sois al
nivel de la Fuente... todo lo que sois al nivel del alma. Si el reflejo os
refleja falta de armonía, discordia e infelicidad, eso significa exactamente
que no estáis cobrando conciencia de que Dios habita en vuestro interior. Dios
no es infeliz. Dios no está sin armonía o discordante con las circunstancias de
la vida.
Sabed
en verdad que sois una expresión divina, que sois los dos géneros. Quizá
vuestro cuerpo sea uno, pero en realidad sois los dos, y todo se curará a sí
mismo. La sanacion es sencillamente energía de amor que no permite división ni
una mala alineación. Amad incondicionalmente Todo-Lo-Que-Es, como es.
P.: St. Germain, ¿está a
favor o en contra de las relaciones monógamas?
De
ninguna, ya que cualquiera es un juicio. Cuando estáis a favor de algo también
es un juicio, pues implica que estáis en contra de otra cosa, ¿correcto? La
monogamia es asimismo una servidumbre o una limitación, porque es una
expectativa. No hace falta tener una relación monógama con otra entidad. Sin
embargo, mientras tengáis una relación monógama con vosotros, así es como
resultará. La promiscuidad sólo conducirá a una mayor frustración de un dios,
porque la búsqueda de esa unión que permitirá el conocimiento de lo que es la
polaridad no está estableciendo la conexión del corazón. Es superficial y, por
ende, los participantes no se realizan. Eso es lo que provocó la revolución
sexual de hace unas dos décadas —promiscuidad socialmente aceptada, pero seres
nada realizados—, porque no hallaban el asiento de su poder en la unión
soberana. Quizá no tengáis físicamente una relación en el plano de esta Tierra.
No hay nada de malo en eso, porque no necesitáis experimentarla hacia el
exterior, pues ya la habéis experimentado y capturado el conocimiento en vuestro corazón.
Muchas entidades buscan participar en la fusión y la unión físicas, ya que
buscan qué significa ser Dios expresado en el género opuesto, en una situación
de polaridad, receptora y penetrador. Veréis, eso es lo que tienen en común el
sol y la Tierra. El sol es un penetrador y la Tierra una receptora, y en ambos
hay una relación sexual muy acentuada.
En
verdad que el cambio tiene lugar en la Tierra como sus estaciones. Lo femenino
en la humanidad física también tiene sus estaciones, y éstas surgen como el
nacimiento de una vida nueva. La primavera es el periodo de renacimiento, y
tiene lugar una y otra y otra vez, sin cesar. Es el hombre limitado el que ha
permitido la finalización de esa productividad de la mujer. El cese del periodo
en una mujer, proceso que habéis llamado el fin de la edad de gestación, no
tiene por qué ocurrir. Es una conciencia de masa y densidad limitadas. Esa
estación no sólo acontece con la mujer y la Tierra, sino también con el hombre
y el sol, aunque es menos aparente. Todo siempre está cambiando, pues la
naturaleza de lo físico es femenina. Ésa es la naturaleza de vuestra encamación
y de vuestra esencia del alma, una receptividad —a la captura de sabiduría en
las circunstancias— en constante búsqueda.
Vivís
en una sociedad masculina que desea tener todos los espacios llenos. Ésa es la
urgencia masculina: llenar un espacio. No le da validez al hecho de que se
puede llenar un espacio con vacío, oscuridad, misterio, feminidad, belleza y
vida. Podéis llenar esa capacidad de espacio con vacío. Es una paradoja, llena
y vacía a la vez, esencia y no esencia. Es la misma naturaleza de las
polaridades, de los géneros, de la sexualidad.
P.: ¿Por qué cambian las
relaciones? Si alguien tiene intimidad sexual con otra persona, y luego cambia
y surge el divorcio o la separación, ¿por qué es así?
Primero,
porque así lo elegís y, segundo, porque la vida es un constante cambio y, a
medida que os rodeáis con las circunstancias de la vida, respondéis a
diferentes circunstancias para una ulterior apertura. Os movéis en el flujo de
la vida y en tomo a recodos. Por consiguiente, os encontraréis en
circunstancias que os permitirán saber qué es el cambio, ya que no se puede
capturar la sabiduría sin contraste. Forma parte de la experiencia de todos
vosotros saber qué se siente al ser perpetrador y perpetrado. De modo que al
experimentar la separación no la consideréis ni la percibáis como una
separación verdadera. Consideradla una circunstancia que os permite la unión
con la fuente, pues os permite saber que en verdad sois Dios manifestando
circunstancias sobre vosotros según vuestra propia apertura, vuestro propio
cambio. Vuestra vida cambiará y sólo Dios puede realizar un milagro semejante.
P.: Creo que ha estado
hablando sobre la Unicidad al nivel del alma y me pregunto si el único momento
a nivel físico en que uno en verdad es uno, masculino y femenino, es durante el
acto de la relación sexual
Pero
la relación sexual no tiene por qué ser física.
R: Bueno, pero hablemos
durante un momento de la relación sexual física.
De
acuerdo. Un tema popular en este plano. La relación sexual física sólo es una
acción recíproca con penetración y recepción. Os permite la explosión extática
llamada unión completada. Lo que se emite es fluido. La fluidez del
conocimiento escapando en la compleción de las polaridades conocidas como varón
y mujer simboliza la introducción de Dios. Todo en lo físico tiene una
representación y significado simbólicos en la esencia espiritual o del alma o
comprensión de Dios. Todo lo que consideréis espiritual, o esencia de Dios,
también está representado simbólicamente en lo físico. Eso es lo que se quiere
dar a entender con la frase «igual que arriba lo es abajo».
Lo
que una entidad en una encamación busca mediante la relación sexual física es
el conocimiento propio. Dios busca conocerse a sí mismo a través de la unión de las
polaridades. Sin embargo, durante eones se ha malentendido y se le ha
atribuido un sentido que no pretendía tener. Se ha convertido en tercera
densidad. Se ha vuelto superficial, y está bien. Os proporciona contraste. Es
divino. La propagada enfermedad sobre vuestro plano os permite conocer vuestras
elecciones, vuestras opciones. Una es la promiscuidad, y el deseo ferviente de
buscar aquello que sois vosotros. El amor ha sido el razonamiento que había
detrás de gran parte de esta fusión promiscua. Buscar una pareja sólo para ser
abandonado... ¿qué significa? Buscáis el amor, pero no podéis tener amor fuera
de vosotros mismos hasta que en vuestro propio pecho tengáis amor hacia
vosotros mismos. Por ello os sentís abandonados, ya que os habéis abandonado a
vosotros, y ello está representado como una realidad manifestada fuera de
vosotros. Disponéis de la opción de la promiscuidad. Disponéis de la opción de
las relaciones monógamas y, queridísimos hermanos y hermanas, tenéis la opción
de la unión sin lo físico. No hay nada malo en ello, pero la experiencia más
armoniosa sobre el plano de esta Tierra, como Dios hombre, es uniros en lo
físico con otra representación de vuestra propia esencia del alma, aquello que
muchos han llamado espíritu afín.
Al
entrar en la superconciencia, en verdad que experimentaréis esto, pues la
fusión en ese punto de vuestra apertura y la del plano de la Tierra sólo será
con un espíritu afín; os abrís hasta el punto en que atraeréis a vuestro
espíritu afín, magnéticamente, electromagnéticamente. Es una llamada, y ellos
responderán e irán hacia vosotros. Aquello que mora como esencia no física y
que es vuestro espíritu afín estará encamado de forma que podáis experimentar
la compleción y la unión. Quizá sólo sea un instante, ya que se encamará, tal
vez si así lo elegís, en el momento de la ascensión. No tiene por qué demorarse
mucho para tener una explosión extática de unión tal como se percibe la
realidad en este plano.
La
feminidad es la intuición, el conocimiento sin explicación y lo que se ha
llamado sanacion como amor. Eso es la feminidad. Y no debe tener necesariamente
un cuerpo de mujer. Gran parte de este temor viene de eones pasados, cuando el
hombre y la mujer colaboraron en la elección de traer una nueva vida con dolor
y con inminente cese de la encamación. Muchos de vosotros tenéis memoria del
alma del cese de vuestra encamación a través del nacimiento de una nueva vida,
¿y qué es lo que buscáis ahora? Vuestra nueva vida, el nacimiento de un
vosotros nuevo. Ése es el motivo por el que tantos de vosotros tenéis miedo.
Existe una urgencia en vosotros. Sois fervientes, pero a la vez timoratos. Por
ello os aferráis y titubeáis. Es por ello por lo que tantos de vosotros, aun
cuando lo meditáis, contempláis y pensáis, no habéis llegado a la apertura y
madurez. Se debe a que hay un miedo al nivel del alma. No es consciente, sino
una memoria. Alinead esa memoria con el conocimiento de que era para un
objetivo divino, para sacar el cese de la encamación y aquello que se percibe
como dolor con el fin de introducir una nueva vida, permitiendo que una esencia
conozca lo que era experimentar la feminidad de esa manera. Alineadlo con la
soberanía y divinidad que representa y no temeréis el nacimiento del nuevo
vosotros en circunstancias armoniosas, en paz.
La
actividad frustrada genera una actividad frustrada. La frustración dentro del apaciguamiento
sexual sólo genera más de lo mismo, ya que carecéis de luz, estáis en la
oscuridad, si así lo preferís, de aquello que es vosotros, que es ambas
polaridades, positiva y negativa. No hablo sólo de géneros, hombre y mujer,
sino de creatividad e intuición organizadas. Las dos son aparentes en toda
entidad, y, cuando lo reconozcáis, ya no estaréis frustrados, pues realizaréis
vuestro espectro... todas las frecuencias extendidas ante vuestros ojos, y eso es vosotros. Cada
frecuencia de la luz es vosotros. Sois prismáticos, pero sólo estáis
viendo, percibiendo y conociendo una o dos de las tonalidades que están
representadas por vosotros. Una de las tonalidades que se percibe es vuestro
género, que se manifiesta de forma física.
Se
entiende el género masculino como el superior, pero no es ése el caso. Los
dos son superiores. No hay nada malo con la masculinidad. Es realmente
exquisita, hermosa más allá de la comprensión de los hombres de este plano, mas
también hay una belleza exquisita en la oscuridad, en lo que es del útero, y
que la mente consciente no percibe. Si tenéis algo en el inconsciente, es
femenino, ya que no resulta concretamente aparente. Está en la oscuridad...
velado. Cualquier cosa que no esté organizada exteriormente y percibida de forma
concreta y tangible es femenina. Por ende, todas vuestras religiones y dogmas
espirituales a lo largo de los siglos son femeninos, aunque se hayan percibido
a sí mismos como masculinos. Aquí es donde entra enjuego el caos.
En
el siglo XV había una comprensión organizada que se llamaba de la luz. Se la
conocía como Iglesia Católica. Buscaba con vehemencia abolir la oscuridad y
comenzó a separar a los judíos y a la gente oscura. Luego atacó la mística
femenina... no a la mujer, sino a su mística. ¿Por qué escondían y ocultaban la
mística femenina con sus atavíos? Por entonces la mística femenina era conocida
como el arte. Era una percepción no tangible, por ello erradicaron todo lo que
no fuera de la luz, que no perteneciera al poder masculino dominante. Ese es el
motivo por el que eran predominantemente masculinos en su organización. ¿Habéis
oído alguna vez de un papa o cardenal mujer? Continuó en el siglo XVII con la
Inquisición, las crucifixiones, las incineraciones y persecuciones para
erradicar la oscuridad, que era la feminidad, lo misterioso que estaba
amenazándolos porque no lo entendían. Veréis, aquello que la esencia masculina no entiende le resulta
amenazador. Y ello prosiguió hasta lo que tenéis en la actualidad en vuestro
tiempo, que es la incomprensión y la falta de armonía entre los entendimientos
religiosos en el cristianismo o la espiritualidad, una mala comprensión de la
escenificación de la esencia de Dios. Todos participan individualmente en el
drama de la conciencia de masa a través de las relaciones sexuales.
Ahora
es momento de arribar al conocimiento de lo que os ha proporcionado ese drama.
Toda esa inquisición y persecución os ha dado mucho. Es bendita porque os ha
proporcionado el conocimiento de dicha experiencia, de lo que es ser perseguido
por ser mujer, lo que es sentirse confundido por ser hombre, de lo que es
sentirse confundida por ser mujer y ser perseguida cuando crees que nada has
hecho. Eones atrás, si una entidad nacía mujer, era abandonada. Muchas se
amontonaron y fueron devoradas por los buitres porque no eran soberanas. En
aquellos tiempos sus almas carecían de valor, mas todo ha sido con el propósito
del conocimiento divino y para aportar experiencia... ¡bendito sea todo! No hay
juicio sobre ello, pero podéis coger la cesta de pan que se os ha dado a través
de la experiencia. Compartidla. Alimentaos con ella. Cuando lo hagáis, os
alinearéis y tendréis armonía con ambas polaridades. Al realizar vuestra
soberanía, no experimentaréis disensiones entre el hombre y la mujer en vuestra
expresión sexual, pues se realizará como soberana y divina.
El
juicio de vuestras encamaciones... ¿sabéis que sólo las mujeres son tan
críticas con ellas? La mayoría de los hombres no siente preocupación alguna.
Ello se debe a que las mujeres han sido muy juzgadas y perseguidas si no
poseían la belleza, edad y atractivo sexual deseados. Por consiguiente, al
arribar al conocimiento de que vosotras las mujeres también sois hombres — que
son soberanos, de la luz, el reino realizado, manifestante, creador, belleza
que aporta luz—, sois el sol y el hijo. Al ser hombres en vuestro conocimiento,
no os convertiréis en ninguno, porque seréis ambos. Cuando esto ocurra en cada
uno de vosotros, incluyéndoos a los hombres —a medida que capturéis en vuestro
ser la suavidad, la compasión, la intuición, el amor, el vacío que llaman
oscuridad y que no es comprendido—, al adquirir el velo y apreciar el misterio
y el asombro de la vida, también os permitiréis ser hombre y mujer, sin
juzgaros basándoos en la conciencia social. Al capturar ambas, seréis Dios
ejemplificado, pues Dios tampoco es uno solo. Asimismo, os preocupará menos lo
físico. No pondréis tanto énfasis en la apariencia. Al liberaros a la Fuente y
entregaros a Todo-Lo-Que-Es, llamado Dios el Padre (así lo llamáis y no es un
hombre), al abandonar vuestra consternación sobre el aspecto físico, he aquí
que os convertiréis en manifestantes. Entonces podréis manifestar vuestra encamación
del modo que lo deseéis. Seréis capaces de manifestar y crear para vosotros la
hermosa encamación que queráis, pero sólo después de haberos desprendido de su
importancia.
La
mujer siempre ha estado tan preocupada con la apariencia, debido a que en el
pasado, eones atrás, gracias a ella era como conseguía su sustento. Así es como
recibió su vida. Sólo se le concedía sustancia si era hermosa, joven, sexual y
sensual. De lo contrario, era arrojada al montón junto con las demás cosas inservibles. Ese es el motivo
por el que vuestra cultura le pone tanto énfasis ahora. No tiene por qué ser
así, y a medida que lleguéis a la fusión del conocimiento, el varón de la mujer
dentro, la mujer del varón dentro, todo ello se disipará y únicamente habrá
paz, armonía y amor. No tenéis por qué estar tan preocupados acerca de si sois
sexualmente atractivos o no, ni las mujeres ni los hombres. Los hombres no
tendrán que ocultar sus calvicies y las mujeres no tendrán que esconder sus
puntos excesivos. Os regocijaréis en vuestro Ser.
R: ¿Podría extenderse sobre
la relación sexual que tenemos con el sol y la Madre Tierra?
El
deseo de las entidades de gozar bajo el sol es por hacerlo en la luz, en el
poder, en la energía creativa expresada en una comprensión organizada llamada
rayos de luz. También con la Madre Tierra tenéis una relación sexual. Cuando
deseáis sustento, os dirigís a la Madre Tierra, a alimentaros de su agua, del
océano y de su flora; para caminar por la tierra descalzos y correr libres por
los campos. Eso es libertad. Es alimentarse y sentirse sustentado. La
profundidad de la oscuridad es del océano, de la oscuridad del suelo y de la
profundidad de las cavernas. Este es un símbolo femenino en su naturaleza. Los
ríos que fluyen... ella tiene sus estaciones. Lo abarcáis todo, pues os afecta
a todos vosotros, y cómo os afecta es lo que quiero dar a entender con
relaciones sexuales. Os sentís sustentados por la Tierra. Os sentís habilitados
por el sol: energía solar, poder. Veréis, el agua también tiene poder. No ha
recibido el crédito ni la validez como una igual del sol soberano.
Hubo
muchas entidades en las culturas del pasado —egipcias, sudamericanas, etc.— que
adoraban el sol. También adoraron a Jehová [energía masculina, el Alter Ego
personificado] y asimismo adoraron la esencia que es Dios —la fuerza creadora—
como varón. Dios no es varón. Ellos lo han llamado Dios, el Padre, porque le
han dado las características y le han asignado el ser que es soberano y
poderoso, y a veces le han arrebatado el equilibrio y la armonía del amor
incondicional, sin el apoyo, el sustento y el misterio. Si hay algo que sea
misterioso, ése es Dios, lo que también indica que Dios tiene tanta esencia
femenina como masculina. La lluvia en vuestro plano es femenina, pues cae de
los cielos. Induce calma. Por ello es tan rítmica, te induce al ensueño porque
nutre, sana y produce abundancia en los campos, pero lo mismo hace el sol con
el brillo soberano de sus rayos. Ambos son válidos y maravillosos, y los dos están en
relación sexual, pues la sexualidad no es más que la comprensión de las
polaridades.
R: St. Germain, ¿tener
experiencia sexual con todo lo que existe es hacer el amor con todo lo que
existe, experimentar el éxtasis y crear la belleza?
Ciertamente,
y estáis restableciendo su validez en vuestro propio ser. Gracias.
R: St Germain, la
homosexualidad y la bisexualidad han existido en todos los tiempos. Creo que
fueron más aceptadas en lo que llamamos historia. ¿Por qué la sociedad actual
se ha vuelto tan crítica?
No
se las juzga más ahora que entonces. Siempre se las ha juzgado, pues se
consideraron y percibieron como antinaturales, mas todo lo que existe es
natural, de lo contrario no existiría. Fundiros con vuestro propio género es
simplemente expresar el miedo por el género opuesto por infinidad de motivos. La fusión del varón con el varón
es la búsqueda del vacío, sin experimentar el miedo representado por la mujer
de verdad. La mujer con la mujer experimenta la pasión por la sensibilidad y el
dar mutuo, no sólo de placer sensual, sino de sustento emocional, sin arriesgar
la contemplación del varón representado en lo físico.
El
instinto de preservación vital en toda la humanidad es tan intenso que permite
el sendero del menor riesgo. Abrirse siempre ha sido considerado como algo
arriesgado, ya que, debido a la apertura en relaciones pasadas, ha encontrado
mucho dolor, frustración y desolación. Entonces os decís: « ¿Por qué he de
abrirme otra vez para que vuelvan a herirme?» Lo consideraríais arriesgado. Os
convertís en el vacío cuando abrís el sello de vuestro corazón para permitir el
intercambio mutuo —llamado relación sexual— no sólo en lo físico, sino en otro
tipo de intercambio. Buscar fundiros con el vacío es buscar fusionaros con el
vacío llamado la Fuente, pero en una comprensión microcósmica, en este plano de
la Tierra en las relaciones físicas. Por ende, os cerráis y os separáis de
vosotros mismos, y al hacerlo dejáis de ser receptivos. Entonces buscáis
relaciones sin riesgos, sin riesgos percibidos. Muchas veces recurrís a vuestro
propio género porque lo conocéis. Lo consideráis seguro. Ése es el motivo por
el que lo haría una entidad. Y se las juzga porque no se sabe por qué lo hacen.
Pertenece a la oscuridad y se considera antinatural. No es la práctica
aceptada, la actividad conocida. Por consiguiente, se considera que pertenece a
la oscuridad. Todo lo que es de la oscuridad es femenino en naturaleza y
siempre ha sido juzgado, debido a la naturaleza de este plano y a la naturaleza
de la separación.
Cuando
Dios contempló el YO y decidió crear la experiencia de la polaridad, la
feminidad — aquello que no es exterior-mente aparente— fue perseguida como
resultado de ello y colocada durante siglos en el altar del sacrificio. Ésa es
la razón por la que la comunidad científica niega y rechaza en todo momento
aquello que no es fácil y visiblemente aparente, incluyendo lo extraterrestre,
la percepción extrasensorial y todos los sentidos que no son físicos, ya que
son desconocidos, pertenecen a la oscuridad y, por ende, son femeninos. Son muy
poderosos, y ése es otro motivo por el que se los teme, pues los resultados de
dicho poder se pueden sentir y percibir, mas no comprender con un entendimiento
organizado.
La
esencia masculina del Álter Ego percibe el miedo y no hay nada de malo en ello.
No existe juicio. Permitios sentir el miedo, reconocerlo, abrazarlo, amarlo y
dejar que sea como es. Avanzad en vuestro nuevo conocimiento de que ese temor
forma parte de vosotros, unid las manos con él, abrazadlo y seguid adelante con
un conocimiento unificado. No juzguéis ninguna parte de vosotros: masculinidad,
feminidad, cómo expresáis vuestra sexualidad o cuáles son vuestras relaciones.
No os juzguéis, pues, al hacerlo, estáis juzgando a la Fuente de vuestro ser y
os separáis de vosotros mismos.
El
intercambio de fluidos mediante una unión física es intercambiar aquello que es
fluido en la naturaleza de la Fuente, en el Ser progresivo, el movimiento
constante, la fluidez, ir con el flujo. Regocijaos cuando intercambiéis
vuestros fluidos. Regocijaos cuando intercambiéis el amor de toda vida de una
forma sexual. Regocijaos cuando embellezcáis a otros con placer, pues también
estáis embelleciendo vuestro espejo con placer. Os estáis convirtiendo en Dios
ejemplificado, pues conocéis el gozo en una unión armoniosa.
Os
digo que sigáis adelante y tengáis experiencia sexual con todo lo que
contempléis, todo: vuestra pareja, vuestros hermanos, vuestros padres, el Sol,
la Luna, la Tierra, vuestros amigos alados que trinan en los árboles de noche,
la flora y todo lo que se percibe como inanimado. La espiritualidad es la
esencia de Dios. La sexualidad es la esencia de Dios expresándose en lo físico.
Ambas son una. No existe diferencia. Sencillamente son diferentes facetas de
exploración y conocimiento mediante la exploración.
Adelante
en este viaje, en esta aventura llamada relación sexual. Explorad la divinidad
de lo masculino y lo femenino, entended y conoced la polaridad de
Todo-Lo-Que-Es. Adelante con gozo en el corazón. Compartid lo sexual con un
conocimiento y un significado diferentes. Compartid la fusión de una manera
diferente. Encended la chispa de la vida llamada pasión por toda la vida. Que
así sea.
De
momento me despido de vosotros.
En
verdad que es un honor para mí estar en vuestra presencia, y cuando arribe a
una percepción como ésta compartiré con sinceridad la expresión de mi
sexualidad. Al reflejarme en todos los espejos que hay aquí la divina
ilustración de la sexualidad es aparente en todos vosotros y es reflejada de
vuelta hacia aquello que yo soy. Los diferentes fragmentos y facetas de lo que
se considera que yo soy quedan expresados por todos vosotros y os amo de
corazón por esa ilustración, que gozoso comparto.
Compartios
vosotros de similar manera.
Ñamaste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario