MAYO 12,
2019
Se dice que la vida es una
paradoja. Las cosas que deseamos no son necesariamente las cosas que
necesitamos. En este sentido, la vida se nos presenta como el mayor
rompecabezas que vinimos a resolver. Todos deseamos ser felices y plenos, pero
¿cuál es el camino para
alcanzar esto? Si les preguntamos a aquellos que han
trabajado muy duro para obtener gran éxito, fama y fortuna, a menudo veremos
que dicen que todavía no son muy felices. Entonces, ¿quién es feliz en este
mundo? Aunque busquemos la satisfacción de los placeres físicos de la vida,
solo los tesoros espirituales son los que finalmente satisfarán los anhelos de
nuestra alma. El cuerpo demanda con una voz fuerte, pero el alma anhela con una
suave y gentil súplica. El viaje de la espiritualidad es el viaje en el
espíritu. La espiritualidad es el proceso de honrar y nutrir al espíritu, no
solo a las necesidades del cuerpo. Esta semana, el universo nos insta a ir a
nuestro interior y escuchar las necesidades de nuestro espíritu. La energía del
Creador contiene cada deseo y necesidad que alguna vez podríamos tener. ¿Acaso
no tendría sentido desarrollar una conexión más fuerte con la Fuente a través
de la cual todas las bendiciones son posibles? Esta semana nos muestran el
valor de apartarnos de lo externo, al menos por un momento, y buscar
internamente para encontrar la Luz más genuina de todas.
"SE DICE QUE LA
VIDA ES UNA PARADOJA."
La Torá revela 52 estructuras
energéticas específicas para que podamos tener un apoyo en la vida a lo largo
de las 52 semanas del año. El Creador nos envió la Torá para que fuera una
brújula para la vida de la humanidad. Esta semana, nuestra porción de la Torá
es Behar. Behar narra la escena cuando los israelitas están en el
Monte Sinaí luchando con su crecimiento espiritual. Después de la liberación de
la esclavitud en Egipto, haber recibido los Diez Enunciados y la creación del
Tabernáculo, los israelitas continuaban construyendo su estructura espiritual
paso a paso. Los israelitas estaban pasando por un proceso de transformación a
fin de merecer llegar a la tierra prometida que “mana leche y miel”. Behar
habla de la importancia de conectarse con el grandioso plano espiritual de
Shabat y el descanso espiritual. “Pero el séptimo año será́ un Shabat de
solemne descanso…”. El Creador le habló a Moshé para inspirarnos con
la verdad de que para poder ser renovados y recargados auténticamente, debemos
buscar un campo de energía superior. La energía de este mundo en realidad no
existe en absoluto, es tan solo un reflejo y manifestación de los mundos
superiores. El Creador nos está enseñando que si queremos tener bendiciones y
plenitud, debemos evitar la trampa de trabajar únicamente en lo físico. Tenemos
un alma, y ella tiene necesidades espirituales. El poder de Shabat nos ayuda a
acceder y conectarnos con una atmósfera espiritual superior, lo cual nos da la
Luz que es la verdadera fuente de nuestra plenitud. Shabat es el último día de
la semana, en el que la Luz del mundo superior desciende a nuestro mundo. Todo
el mundo es automáticamente recargado con esta energía. Esta es la energía espiritual
que no podemos ver, cuantificar o comprar. Pero esta es la energía que
enriquece nuestra vida. Es la misma energía de las bendiciones que llegan cada
vez que damos una mano a quienes lo necesitan. Este es el poder de la paz
interna que obtenemos cuando ayudamos a un amigo. El alimento de nuestro
espíritu solo puede llegar cuando escogemos despertar la fuerza generosa y
dadora que está latente en nuestro interior. Es en estos momentos divinos en
los que descubrimos que al compartir con los demás somos nutridos, bendecidos y
satisfechos.
"PERSONIFICA LA
ENERGÍA DEL AMOR, LA MISERICORDIA Y LA GENEROSIDAD".
“Y si dicen: ‘¿Qué comeremos el
séptimo año si no sembramos ni recogemos nuestras cosechas?’, entonces
Yo les enviaré tal bendición en el sexto año que la
tierra producirá́ fruto suficiente para tres años”. La Luz nos
está diciendo que nuestra satisfacción, dicha y bendiciones provienen de la
energía y no de las cosas físicas. Tal vez deseamos llenarnos con los placeres
de la vida, pero, a la larga, quizá terminemos aún más insatisfechos. Nuestra
alma está hambrienta de aquello que el mundo físico no puede ofrecer. No solo
de pan podemos vivir. Nuestra alma anhela la Luz del Creador a la cual podemos
acceder en el momento que decidimos despertarla en nuestro corazón. Cuando
tomamos la decisión de ser como el Creador es el momento en el que comenzamos a
vivir. A través del dar recibimos la verdadera Luz que buscamos. Esta es la Luz
que perdura, satisface, y la Luz que fuimos creados para revelar.
Esta semana en tus meditaciones,
transpórtate a un amplio campo. Visualiza flores hermosas que cubren el pasto
en el que caminas descalzo. Siente la calidez bajo tus pies y el gran cielo
azul sobre ti. La luz del sol irradia sobre la tierra y tu cuerpo. Puedes
sentir la calidez sobre tu piel y tu rostro. Decides sentarte en esta hermosa
pradera de flores. La Luz del Creador alimenta cada brizna de hierba, cada
pétalo, cada hoja y cada centímetro de tu cuerpo. Te sientes bañado de esta Luz
verdadera que sana, nutre, sustenta y sacia. La Luz sustenta a cada planta,
animal y ser humano en este magnífico mundo. Solo necesitamos tomar la
decisión. Deshazte de las fuentes que han demostrado no servirte en el pasado.
Aléjate de ellas y ve hacia el Creador. Personifica la energía del amor, la
misericordia y la generosidad. Permítete recibir todo lo que sea posible a fin
de que lo compartas con otras personas. Abre tu corazón a los demás y el
Creador abrirá todas las puertas para ti.
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