por
elarcadeastrotrina
Mercurio está
transitando por Capricornio y entrará en retrogradación el 19 de diciembre a
las 6:26 am hora de Venezuela, hasta el 8 de enero del 2017, donde termina su
proceso a los 28 grados de Sagitario.
Capricornio es
un signo que se caracteriza por tener los pies sobre la tierra y ser muy
prudente, al extremo de ser en ocasiones demasiado apegado al "ver para
creer". Se ha dicho que la influencia de Saturno en este signo afecta el
tálamo cerebral, que es una estructura neuronal que se origina en el diencefálo
(división del prosencéfalo en el embrión), es la estructura más voluminosa de
esta zona. Se halla en el centro del cerebro, encima del hipotálamo y separado de éste por el surco hipotalámico
de Monroe.
El gen
relacionado con la serotonina, la llamada hormona del humor, podría provocar un
tamaño mayor de la región del tálamo cerebral denominada pulvinar, área de las
emociones negativas. Esto inclinaría al pesimismo, según una investigación de
la Universidad de Texas. No obstante, la catedrática de la Universidad
Complutense de Madrid, María Dolores Ávila, afirma que es posible aprender el
optimismo, educando las emociones positivas que permitan ampliar los recursos
sociales, intelectuales y físicos en el individuo.
Mercurio
transitando en retrogradación por Capricornio, puede despertar visiones muy
represivas de la realidad, si no manejamos con asertividad nuestros estados de
ánimo. Ser pesimista se puede confundir
con ser realista, y a veces ese exagerado realismo es más una actitud de
inseguridad disfrazada de escepticismo, lo cual se puede traducir, según
algunos estudios, en afectaciones de nuestra salud física y mental como las que
se detallan a continuación:
Menor
rendimiento académico.
Según el psicólogo C. R. Zinder, de la Universidad de Kansas, los resultados
académicos dependen más de una actitud optimista que del cociente intelectual.
Índices
más bajos de éxito. El
pesimista busca seguridad y se aferra a su impotencia, asegura el profesor Mark
Albion. Mientras que al optimista le mueve el ánimo, la esperanza y la
confianza, lo que logra mejores índices de prosperidad.
Nos
vuelve más vulnerables a infecciones. Esto se debe a la interacción de los sistemas inmunitario,
endocrino y nervioso, según estudios de la Universidad de Wisconsin.
Corazón débil. Según el doctor Deepak Chopra, los
pensamientos negativos aceleran el corazón y suben la presión arterial.
La esperanza de
vida se reduce hasta un 19%, según una investigación de la clínica Mayo de
Nueva York. El optimista se enfrenta a menos estresores, tiene un
postoperatorio fácil y su recuperación es más rápida. Los varones con una
percepción positiva de su salud cardiovascular, tienen un índice de mortalidad
tres veces menor.
Indefensas
ante el cáncer de mama.
El pensamiento positivo puede proteger contra el cáncer de mama, según una
investigación de Ronit Peled, de la Universidad israelí Ben-Gurion del Negev.
Aquí te refiero
un test para que determines que tan pesimista u optimista eres, de manera
que te prepares para la retrogradación
de Mercurio. Es un test que la psicóloga estadounidense Julie Norem, ha
incluido en su obra "El poder positivo del pensamiento negativo".
Piensa en una
situación en la que te gustaría triunfar y puntúa del 1 (mínimo), al 10
(máximo).
1 Probablemente
me salga bien, aunque empiezo imaginándome lo peor.
2 Me preocupa
el modo en que saldrán las cosas.
3 Enumero
detalladamente todas las posibles incidencias.
4 Me preocupa
no poder hacer realidad todos mis planes.
5 Paso largos
ratos pensando en lo que puede salir mal.
6 Pienso en
cómo me sentiría si las cosas fuesen mal.
7 Intento
imaginarme cómo podré solucionar todo lo que salga mal.
8 Evito excesos
de confianza.
9 Dedico mucho
tiempo a la planificación.
10 Pienso en
cómo me sentiré si todo sale bien.
11 A veces me
preocupa más parecer un imbécil que hacerlo bien.
12 Me ayuda
pensar en lo que puede ir mal.
VALORACIÓN: Más
de 50 puntos: eres un pesimista defensivo. Menos de 30: optimista estratégico.
Pesimista defensivo: sin dejar de ser un pensador negativo,
logra reducir su ansiedad relajando sus expectativas y calibrando las
dificultades para intentar reducirlas.
Optimista estratégico: se prepara para un reto poniendo a
trabajar al máximo su fuerza de voluntad y su confianza.
¿Cómo eres tú, pesimista defensivo u optimista
estratégico?
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