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20 de junio de 2017

ACTUALIZACIÓN DE ENERGÍA DE JUNIO: RELACIONES KÁRMICAS; AQUÍ MISMO, AHORA MISMO…


Si últimamente te sientes confuso y descentrado, si miras al mundo y te preguntas qué está ocurriendo, no te preocupes: es algo bastante común. Como dije en meses anteriores, nos encontramos en un momento de intensidad y de energía altamente emocional debido a que están emergiendo muchos asuntos relacionados con el miedo. El motivo es que, cuando vemos lo que ocurre a nuestro alrededor, muchos de nosotros ya no nos sentimos tan seguros en el mundo como nos sentíamos antes. Hay infinidad de razones para ello, y necesitaríamos otro artículo para poder explicarlo. Hoy me gustaría únicamente considerar qué podemos hacer para lograr mantener nuestro equilibrio.


El fin de semana pasado tuvimos en Los Ángeles otro retiro de “Maestría de la Energía”. Cada uno de estos encuentros es único; los grupos son pequeños y aparecen temas relacionados con cada grupo. Los temas que surgieron esta vez fueron, entre otros, “Dar la bienvenida a la alegría” y “Aumentar tu luz y tu magia”. Resultó interesante comprobar que, cuando hablamos acerca de cómo sentir más alegría, el bloqueo más frecuente que apareció fue el de las relaciones kármicas. De hecho, las relaciones kármicas y cómo lograr disolverlas llegó a convertirse en el tema principal del pasado retiro.

El concepto de relaciones kármicas puede encerrar diferentes significados para cada uno de nosotros. En mi opinión, guarda relación los apegos emocionales que sentimos por otras personas. Por ejemplo, un padre siente un vínculo evidente y lógico hacia su hijo, y hará todo lo que esté en su mano por su bien (a menos que su modelo parental que aprendido fuera el de no expresar amor, entonces repetirá esa misma herida en su relación con él). Sin embargo, las relaciones kármicas aparecen en todos los ámbitos de nuestra vida: en nuestras amistades, las relaciones de trabajo, con nuestros amantes y nuestras relaciones afectivas, nuestras familias…

En estos momentos está ocurriendo un cambio importante porque estamos siendo “empujados” hasta el límite de lo que podemos tolerar. Cuando nos sentimos bajos de energía y de autoestima, cuando se ha agotado nuestra paciencia (debido al exceso de estímulos que nos rodean), tenemos una oportunidad única en las relaciones kármicas de nuestra vida. Porque dejamos de hacer cosas que nos perjudican en el ámbito de la relaciones y, en cambio, comenzamos a buscar relaciones que nos apoyan.

La parte difícil para todos es que las relaciones se basan en reacciones químicas entre dos personas. Por ejemplo, si tengo un problema con un amigo y estoy muy enfadado con él, puedo decir: “¡No puedo creer que me haga sentir así!”. Todos sabemos que no es mi amigo quien me hace sentir así. Lo más seguro es que una reacción química con esa persona y con esa dinámica haya provocado en mí una reacción que, a menudo, viene del pasado. Por consiguiente, ese amigo sólo habrá activado la herida de víctima que llevo arrastrando durante toda mi vida.

Con mi reacción, tengo la oportunidad de hacerme más consciente de esa relación kármica para poder seguir adelante y dejarla ir (lo que significa que tengo que sentirla y sanarla) o puedo, por el contrario, exacerbarla y permitir que se quede estancada en mi mente, dando vueltas.

Hay dos razones para que nos quedemos en la esfera de la mente. En nuestra sociedad solemos procesar la información a través de ella y nos comunicamos desde de un nivel más mental. Y, la segunda razón, es que nos ofrece una manera de salirnos y de desconectarnos de nuestro cuerpo. Cuando sentimos emociones intensas, nos asusta la idea de quedar atrapados en ellas o que lleguen a sobrepasarnos. Entonces desconectamos de la emoción y comenzamos a contarnos historias.

Incido en todo esto porque, ahora mismo, hay muchas emociones en el aire y, por lo tanto, también estamos contándonos muchas historias. Es posible que estemos viendo que muchas personas están viviendo lo que nos parecen “dramas” (lo cual para significa ellas “dolor”). Quizá se trate de personas que cuentan lo mismo una y otra vez: “¡No puedo creer que X me dijera eso, o que Y me hiciera eso”, o “No puedo creer que el Universo la tenga tomada conmigo…!”.

Algunas cosas pueden parecernos reales en un momento dado pero, en realidad, es fácil que nos encontremos en un estado de reacción emocional. Estamos viendo una cantidad ingente de reacciones emocionales con muy poca responsabilidad personal, tanto en nuestro entorno, como quizá pueda pasarnos en ocasiones a nosotros mismos. Es posible que últimamente hayas sentido más deseos de lo normal de evadirte o de distraerte, de evitar cosas; que no sintieras deseos de cumplir tus compromisos con los demás, con la sensación de “hoy no estoy para esto”.

Si no es tu caso, si, por el contrario, estas aprovechando la ocasión que te brinda este momento para estar plenamente presente y consciente (lo cual puede parecer más incómodo, pero resulta mucho más beneficioso a la larga si seguimos poniéndolo en práctica), tal vez estés notando esa tendencia en las personas que te rodean.

Como decía, este mes estaremos examinando muy de cerca las relaciones kármicas. Lo que podría suscitar en nosotros las siguientes preguntas: ¿Cómo me estoy sintiendo en esta relación? ¿Qué necesito decirle a esta persona? Si observo mi reacción ante ella, ¿qué necesito decirme a mí mismo, de qué debería ser consciente? ¿Cómo debería comportarme y actuar la próxima vez para no quedarme atascado en esta situación o estancado en esta relación?

Está dándose un verdadero cambio de guardia en nuestras relaciones, lo cual no significa que todas las personas de nuestra vida tengan que desaparecer. Sé que hace 10 ó 15 años muchos experimentamos épocas en que todas nuestras relaciones cambiaron de golpe. Sin embargo, ahora se nos presenta la oportunidad de experimentar cambios más sutiles.

Ahora sabemos qué palabras exactas debemos decir en esa conversación difícil que tenemos pendiente con alguien: “¿Sabes? No me sentí muy cómodo después de nuestra última conversación. ¿Podríamos hablar, decirte como me sentí yo y tú podrías decirme qué te pareció? Si conseguimos entendernos mejor, quizá podamos llegar a un punto común de entendimiento.”

La otra persona no va a sentirse amenazada por estas palabras, que tendrán un efecto muy diferente a si dijéramos: “¡Me has arruinado la vida!”. Ese tono toca directamente la herida del juicio en los demás y enseguida piensan: “¡Me están atacando, me están juzgando! ¡Está haciendo lo mismo que mi padre, lo mismo que mi pareja!”. Y, automáticamente, se ponen a la defensiva.

Todos nos sentimos muy vulnerables ahora mismo, por lo que debemos ser muy hábiles a la hora de:
1) honrar nuestra vulnerabilidad
2) hablar y relacionarnos con otros, sabiendo reconocer que, cuando están enfadados o a la defensiva, quiere decir que se sienten vulnerables.

No podremos tener esa conversación pendiente con todo el mundo. Algunos levantarán sus barreras y sus defensas y se marcharán. Pero muchos “Trabajadores de Luz”, sensitivos y personas que están despiertas te considerarán alguien que ayuda a sentirse seguros a los demás, y esa es una habilidad extraordinaria. No es el tipo de habilidad por la que otorgan medallas, no vamos a publicarla en nuestro perfil de Facebook ni recibiremos ningún reconocimiento social por ella. Sin embargo, ayudará a crear una energía abierta y positiva allá donde estemos y nos resulte posible aplicarla.
Respecto al resto de ustedes, a quienes quizá les encantaría hacer esto pero no se sienten capaces ahora porque se sienten mal, voy a repetir algo que ya dije otras veces. Si llevan tiempo sintiéndose mal, conviertan en una prioridad salir de ese espacio y pongan su atención en sanarse.

Durante la canalización del pasado fin de semana se dijo que, si no podemos estabilizar nuestra energía ahora porque estas fluctuaciones energéticas nos sobrepasan, si lo que está ocurriendo en el mundo nos está impactando demasiado, debemos prestar atención a la depresión psicológica y a la depresión física. La depresión física tiene lugar cuando no movemos el cuerpo, cuando no le proporcionamos el ejercicio, los paseos, el aire fresco, es decir, el alimento multidimensional que necesita. Si pasamos demasiado tiempo delante del ordenador o sentados en casa, si no cuidamos nuestra alimentación y tomamos demasiado azúcar o grasas, no podremos equilibrar lo que nuestro cuerpo está recibiendo. Si deseas o necesitas hacerlo durante dos o tres días, no supondrá un problema, pero si se trata de un hábito que persiste durante varias semanas, nuestro sistema se desequilibrará.

Respecto a la depresión espiritual, ocurre cuando nos sentimos desafiados por las cuestiones más cotidianas y carecemos de una práctica que nos ayude a conectar con los aspectos más elevados de la vida. No es necesario que acudamos a un curso de yoga en Bali. Es gracioso, un buen amigo me envió un mensaje el otro día diciendo: “Dios mío, estoy en un retiro de yoga en Bali y me estoy encontrando con tanto drama y tanta confusión… ¿es que el mundo se ha vuelto loco?”. De manera que un retiro no siempre será la solución; no todo el mundo tiene el tiempo, el dinero ni los recursos para un viaje así.

En cambio, sí podemos prestar atención a las pequeñas cosas. ¿Estás escribiendo a diario todo aquello por lo que estás agradecido? ¿Estás escribiendo tus intenciones? ¿Estás utilizando afirmaciones como “Dejo ir toda energía y toda emoción que no me pertenece” cuando sientes que la situación del mundo te sobrepasa?

Si después de leer los titulares de las noticias en Facebook o de hablar con un amigo te sientes fuera de tu centro, afirma una y otra vez: “Dejo ir toda energía y toda emoción que no me pertenece”, y verás cómo surte efecto.

Por consiguiente, deberemos ser disciplinados con nuestras prácticas espirituales para poder mantener nuestro equilibrio. Si lo hacemos, este período “loco” nos ofrecerá la oportunidad de encontrar una mayor sensación de propósito en nuestra vida cotidiana. Para algunos estará relacionada con el trabajo que desempeñan en el mundo, para otros, serán pequeños descubrimientos, como: “Vaya, estoy realmente presente con esta persona” o “Vaya, nunca había percibido tan claramente la presencia de un árbol” o “¡Hoy me siento vivo!”. Presencia espiritual y sensación de propósito: cuando las dos van de la mano, se convierten en oro puro.

Sólo algunas reflexiones más a tener en cuenta durante el mes de Junio. Está siendo interesante, sin duda ¡ja,ja! En ocasiones nos resultará fascinante, y en otras, puede resultarnos doloroso o hacernos procesar algunas cosas.

De todas formas, hay tanta belleza, tanta conexión, tanto por lo que estar agradecidos… Y es especialmente importante que lo hagamos, hasta el punto de formar parte de nuestra práctica espiritual diaria.

Si te sientes sobrepasado por algo: pasa tiempo a solas, desengánchate de la energía colectiva para volver a tu propia energía o rodéate de personas queridas que te ayuden a expandir tu energía positiva.

Bien, esto es todo por este mes. Mucho amor para todos y cuídense.
Lee

(c) copyright 2017 - all rights reserved by Lee Harris Energy

Traducción: Rosa García
Difusión: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
https://www.facebook.com/ManantialCaduceo


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