Esta semana se inició el sexto mes del año, es el
tiempo en el que nuestra inclinada posición planetaria permite que los rayos
del Sol incidan directamente sobre la zona más
septentrional. El mismo primer día del mes se pudo observar a la Luna en pleno proceso de crecimiento, mostrando
esa noche la mitad de su rostro.
En este mes que está por comenzar, el planeta Saturno adquirirá gran protagonismo. En el día
central del período se producirá su alineación perfecta con la Tierra y el Sol, cuando alcance
la mitad su ciclo de retrogradación anual de 140 días, ubicado en
el tramo final de su estadía por Sagitario. Ese día
el astro de los anillos estará en su punto más
próximo a la Tierra, facilitando que sus
cualidades simbólicas puedan ser percibidas con mayor intensidad.
Saturno fue considerado durante varios milenios como
el último de los planetas, el más alejado de la Tierra y
del Sol, el que establecía los límites de nuestro Universo, hasta que hace apenas
236 años fuera descubierto Urano. A él se le
atribuyen las características que la mitología romana otorga a su divinidad
homónima y los griegos a Kronos, el titán
devenido en dios del tiempo, que castra a su
padre y se come a sus hijos.
El astro que representa la lucha por el Poder, y su ejercicio, es Saturno. Es el que simboliza el control, el status, la
actitud autoritaria, la rigidez, la disciplina, la conducta represiva y el
despotismo. Su veteranía y experiencia en el mando lo llevan a sofocar
cualquier intento de subversión, pues sus aliados son la Ley y el Orden. Es el planeta
identificado con el desempeño de las funciones de gobierno y con la imposición
de la autoridad.
En razón de las condiciones vigentes de Saturno, todo lo que se relaciona con él tiende a
manifestarse de forma más destacada. En los meses sucesivos, cuando el Sol se dirija hacia el sur y hasta que llegue a su
punto más austral (21 de diciembre) seremos testigos
de significativas alteraciones en la vida política de los pueblos y naciones
del orbe. Ese momento, el solsticio de
diciembre, marca el paso del planeta anillado a su propio signo, Capricornio, y lo hará en precisa conjunción con
el Sol.
El cambio de signo de un planeta alejado, como es
el caso de Saturno, tiene significativas
repercusiones, pero cuando se llega al ambiente que le es propicio (Capricornio) y acompañado del mismísimo Sol, sus secuelas serán más impactantes. Un solsticio invernal saturnino como el del venidero
diciembre no se presentaba desde hace más de dos centurias.
La oposición de Sol y Saturno en el
eje Géminis-Sagitario, del próximo 15 de junio, señala la cualidad de todo el segundo
semestre de este año, en términos del ejercicio del poder. A nivel planetario
debería estarse presentando una modificación sustantiva en distintos gobiernos
y estados del mundo, de cara al nuevo ciclo de fundamentación política que
deberá comenzar a finales de este año.
Mayo llegó a su final con la oposición entre los planetas Marte y Saturno, como una
antesala de lo que será el alineamiento de este último con la Tierra y el Sol, indicador del
clima de confrontación política del segundo semestre. Ya se han estado
manifestando fuertes controversias en el escenario político del continente
americano.
En México, Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela esta
semana las fuerzas del orden han debido contener la furia desatada por los
adversarios a sus políticas y gestiones gubernamentales.
Los cancilleres de las repúblicas americanas
intentarán ponerse de acuerdo para arrinconar al gobierno venezolano, en medio
de esta confrontación planetaria Marte-Saturno, y en
momentos de gran conflictividad interna en algunos de los estados que lideran
esa alianza. Lo que lleva a pensar que la pretendida acción interventora no
ocasionará en lo inmediato los efectos deseados.
Marte representa a la violencia de las
fuerzas insurgentes y Saturno a las
del orden establecido, ése es el conflicto cósmico planteado en estos días;
pero, una acción jurídica y política por parte de un organismo multilateral
como la OEA, que representa a los gobiernos, no es sólo contradictorio, sino que
implicaría una acción auto-subversiva de consecuencias imprevisibles, ajeno al
clima sideral de esta semana.
Llega el mes
de junio para ponernos a los habitantes del planeta en sintonía con la
necesaria adaptación a nuevos esquemas de ver y ejercer la saturnidad, es decir, para prepararnos a los tiempos
que vienen: gobiernos que se tambalean y surgimiento de nuevos modos y estilos
de imponer la autoridad.
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