Michael Berg
En la porción Balak aprendemos
que si la profecía está disponible para Bilaam, quien es considerado como un
ser humano muy bajo, entonces debe estar disponible para todos. Así pues, la
Luz que está disponible en Shabat Balak es la de profecía, una Luz que nos
permite vivir nuestra vida conectándonos con la Luz del Creador de tal manera
que nuestro rumbo, decisiones y acciones sean tan claros que nunca tengamos
dudas.
Una persona que tiene estos
cuatro requisitos a la perfección está en el máximo nivel de la profecía, como
Moshé. Sin embargo, si trabajamos en los cuatro, aunque no los hayamos
alcanzado a la perfección podemos recibir niveles de orientación y profecía;
mientras más desarrollemos estos cuatro aspectos de nuestro ser, más alto
llegaremos y recibiremos mejor orientación. Cuando intentamos obtener claridad
sobre algo que debemos o no debemos hacer, a menudo pedimos ayuda y entonces se
vuelve quizá un 60 % claro, y luego vamos en esa dirección. Pero el nivel
final, el lugar por el que todos deberíamos esforzarnos en alcanzar, es tener
claridad absoluta sobre todo, todo el tiempo. Pero tal y como dije, es
importante recordar que esta no es una situación de “todo o nada”; no se trata
de que si no somos profetas como Moshé, entonces no tenemos orientación alguna.
En realidad, consiste en que todos nosotros estamos en algún nivel dentro del
marco de la profecía y que somos dirigidos de acuerdo al nivel en el que nos
encontramos.
Ese es el inicio del
entendimiento del concepto de profecía. Estas son las cuatro cualidades que una
persona necesita para tener una profecía suprema o para aumentar su capacidad
para ser un profeta. Entonces, una persona que posea estas cuatro cualidades
tiene la conciencia, la mente y la capacidad para entender… y cuando tenemos
más profecía, es decir, cuando tenemos una dirección más clara en nuestra vida
gracias a la Luz del Creador, nos elevamos constantemente. Y en Shabat Balak
tenemos la oportunidad de preguntar cómo podemos mejorar en estas cuatro
categorías para tener más claridad y certeza con respecto a las acciones que el
Creador quiere que hagamos y el rumbo que quiere que tomemos.
Además de estos cuatro
requisitos, para poder recibir más orientación necesitamos dejar de usar
nuestra mente para pensar en cosas superfluas, irreales o relacionadas con el
ego porque ese espacio mental limita la cantidad de espacio para la profecía.
Por lo tanto, el Rambam nos dice que la mente tiene que estar preparada. ¿Cómo
preparamos nuestra mente? Dejándoles menos libertad a los pensamientos falsos y
motivados por el ego. Mientras menos pensamientos de este tipo tengamos, más
espacio habrá para profecías reales, para la orientación real. Y cuando una
persona desarrolla su mente para que esté más concentrada en la Luz del
Creador, dicha persona se eleva. De hecho, cuando ese momento de profecía viene
a nosotros, cuando “el espíritu reposa sobre nosotros”, nos volvemos una
persona distinta y llegamos a un estado en el que estamos más elevados, incluso
más que quienes tienen sabiduría.
No obstante, puede ocurrir que alguien
que tenga los cuatro requisitos y también haya preparado su mente aún no reciba
profecía. ¿Por qué ocurre? Porque se nos dice que hay otra pieza necesaria en
nuestra preparación para recibir la profecía. Los profetas no se despiertan en
la mañana y dicen, por ejemplo: “Hoy a las 2:30 voy a pedir una profecía”. Así
no es como funciona; los profetas reales no saben cuándo llegará la profecía o
la claridad. Más bien se concentran en su deseo por el momento en el que el
espíritu repose sobre ellos, su deseo de que llegue la claridad. Pero para
recibirlo, tanto ellos como nosotros tenemos que encontrarnos en un estado de
alegría. Eso significa que una persona puede tener las cuatro cualidades de las
que hablamos o al menos intentar desarrollarlas y tener la mente preparada,
pero si no se sitúa en un estado de alegría, la profecía no podrá llegar a
ella. La profecía no puede llegar a nosotros cuando estamos tristes o no nos
impulsamos a crecer.
Si trabajamos en nosotros a nivel
espiritual para alcanzar estos cuatro requisitos: ser sabios, ser fuertes, no
dejarnos influir por la inclinación negativa y tener conciencia expansiva, y
además hacemos lo que podamos por preparar nuestra mente y situarnos en un
estado de alegría, la profecía puede venir a nosotros y podemos comenzar a
vivir nuestra vida constantemente orientados por la Luz y libres de dudas. Y la
ayuda para prepararnos de modo tal que podamos recibir estos niveles supremos
de profecía está disponible para nosotros en Shabat Balak.
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