Michael Berg
Tal y como hemos dicho muchas
veces antes, Shabat Pinjás es un Shabat muy poderoso, no sólo para la sanación,
como se ha dicho, sino que también es un momento importante para conectarnos y
entender con qué nos estamos conectando durante las llamadas “tres semanas”.
Nada sucede por casualidad, por lo tanto, hay una razón para que Shabat Pinjás
caiga usualmente cerca del inicio de un período de tiempo considerado como las
tres semanas más
negativas del año, lo que los kabbalistas llaman Yeméi
Bein HaMetsarim. Literalmente, esas palabras significan que estos días son
de estrechez o que son restrictivos.
El gran Kabbalista el Ohev
Yisrael, Rav Avraham Yehoshúa Heshel de Apta, explica que no es coincidencia
que en la porción de esta semana leamos sobre todas las festividades de todo el
año. Señala que hay veintiún festividades en todo el año y que estas se
corresponden con los veintiún días que inician con el período de tres semanas
hasta el 9 de Av, Tishá BeAv, considerado como el día más negativo del año.
Además, él dice que en cada uno de estos veintiún días hay una Luz oculta que
es aún más grande que las veintiún festividades. Todos sabemos cuán poderosos
son Rosh Hashaná, Yom Kipur y Pésaj… ahora imagina que tenemos veintiún días
que poseen la totalidad de esa Luz de manera consecutiva, uno después de otro,
¡al menos a nivel potencial!
Se dice que aunque el 9 de Av sea
el día más oculto, en realidad es el día en el que es revelada la Luz de Mashíaj.
¿Por qué? Porque, tal y como enseñan los kabbalistas, en los lugares más
ocultos, aquellos que solemos ver como desafíos u oscuridad, hay más Luz; los
canales de Luz abiertos por la transformación de la oscuridad revelan gran Luz.
El Zóhar usa una frase hermosa
que hace referencia a la letra Tet, que significa nueve, por el 9
de Av; la frase dice: “Su bondad está oculta en su interior”. Por eso la
letra Tet apunta hacia dentro como queriendo decir: “Sí, en
estos veintiún días podrías experimentar desafíos, pero si eres capaz de
mantener la claridad y la certeza de que dentro de cada uno de estos, dentro de
cada uno de los veintiún días, hay bondad, Luz y poder ocultos, entonces podrás
descubrir más Luz que en cualquier otro momento del año”. Por lo tanto, dice
que para quienes buscamos la Shejiná y la Luz del Creador, el
momento del año en el que tenemos mayor capacidad de conectarnos con ella son
estas tres semanas, Yeméi Bein HaMetsarim; los días que son
aparentemente restrictivos, días que en apariencia no están tan llenos de Luz.
Así pues, en Shabat Pinjás lo que
nos interesa pedir es, por supuesto, toda la Luz de Pinjás, la Luz de sanación.
Pero es igual de importante querer entender que en las próximas semanas que nos
llevan a Tishá BeAv hay una gran Luz. Nos enfrentaremos al caparazón de esa
Luz, en un nivel u otro, enfrentaremos el ocultamiento de esa Luz, pero si somos
capaces de mantener la certeza y la claridad de que la gran Luz está oculta en
estos veintiún días (Yeméi Bein HaMetsarim) y en los desafíos, entonces
podremos revelar dicha Luz.
Mientras pedimos recibir la Luz
de sanación, también queremos obtener de Shabat Pinjás la fuerza para realmente
ser capaces de extraer durante las próximas semanas la bondad oculta en estos
veintiún días, sabiendo que en realidad nos podemos conectar y recibir algo más
grande que cualquier Luz que recibamos en el resto del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario