MichaelBerg
Durante los Shabatot dentro del marco que llamamos Bein
HaMetsarim, las “tres semanas negativas”, leemos del libro del Profeta
Yirmiyahu (Jeremías). El trabajo de Yirmiyahu era despertar a los israelitas
para evitar que provocaran la destrucción; sin embargo, si conocemos las
diferentes historias de los profetas, sabemos que no fue capaz de hacerlo. Así
pues, si vemos la vida de Yirmiyahu y el trabajo que intentó hacer, parecería
que fracasó. Pero, si fracasó, ¿por qué leemos sus textos en estas tres semanas
consideradas como las
más “negativas” o difíciles del año?
Hay una hermosa enseñanza que nos da uno de los más grandes kabbalistas,
Rav Tsadok HaCohén. Él dice que aunque nada de lo que Yirmiyahu reveló e
intentó enseñar a lo largo de su vida tuvo el impacto que esperaba, esa Luz es
en realidad la que al final permitirá la revelación de la Redención Final; por
lo tanto, el trabajo y las revelaciones de Yirmiyahu no fueron en vano.
Aunque Yirmiyahu no lo haya visto cuando intentó animar a la gente a que
cambiara, la Luz que reveló y lo que hizo con su profecía, trabajo y enseñanza
en efecto fue más importante que cualquiera de las cosas que hicieron los otros
profetas. ¿Por qué? Porque los kabbalistas nos dicen que la Luz revelada a
través de la profecía de Yirmiyahu será la Luz que usaremos para manifestar la
Redención Final.
Con esto en mente, ahora tiene sentido que leamos a Yirmiyahu en estas
semanas. No debemos conectarnos con el fracaso de esas palabras de hace miles
de años, más bien nos conviene conectarnos con la Luz que él reveló en ese
momento, que es la misma Luz que recibimos ahora. La Luz que nos permitirá a
nosotros y al mundo alcanzar verdaderamente el objetivo de esa Luz: la
Redención Final.
Esperamos que esto despierte en cada uno de nosotros el importante
entendimiento de que ninguna Luz que revelamos y ninguna acción positiva que
realizamos es en vano. De hecho, los kabbalistas enseñan que cuando nuestras
acciones positivas se manifiestan, esa revelación es sólo una pequeña parte de
nuestro potencial, mientras que cuando invertimos energía en alguien o algo, y
no se manifiesta en ese momento como queríamos o esperábamos, la verdad es que
esa Luz que despertamos es más fuerte y, con el tiempo, revelará una Luz mayor…
al igual que la de Yirmiyahu.
Sí, cada acción de naturaleza positiva, generosa o solidaria que vemos
que se manifiesta y ayuda a los demás revela cierta cantidad de Luz. No
obstante, cuando realizamos dichas acciones y parecieran no haberse manifestado
o haber ayudado a los demás, esa acción en realidad revela una mayor cantidad
de Luz. Ese es uno de los regalos que queremos obtener del trabajo de Yirmiyahu
y de Shabat Matot-Maséi.
Además, podemos entrar al Shabat de Matot-Maséi, y a todos los demás
Shabatot de Bein HaMetsarim, pidiendo atraer la Luz que necesitamos
de las revelaciones y enseñanzas de Yirmiyahu para provocar la Redención Final.
Este es un hermoso entendimiento.
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