La entrada de
Urano en Tauro nos habla de una relación difícil. La “mente cósmica”, aquel que
desvela los secretos, entra en Tauro, el signo del deseo fijo, el signo donde
las formas lunares encuentran su exaltación. Las formas densas y sensuales de
la naturaleza deben reconocer la llegada de las novedosas ideas que siempre
trae consigo Urano, y esto no es fácil.
Es claro que el
planeta espiritual y ocultista por excelencia no está cómodo en Tauro, Urano
está en caída en el signo donde la luz se expresa a través de las formas
lunares/terrenales exaltadas.
Por otro lado
la Luna cae en Escorpión y Urano se exalta en él porque es en el signo
contrario a Tauro donde se trasciende el poder
de las formas, demostrando que es a través del desapego que la Libertad
(Urano) puede realizar su labor; la libertad pide flexibilidad, y la mente
“cósmica”, vinculada a las leyes ocultas, necesita del desapego de las viejas
normas para imponer las nuevas que el mismo desvela.
Así pues, la
pregunta que nos podemos hacer es: ¿cómo se va a desarrollar Urano, la mente
divina, en el signo donde más se muestra el apego/deseo por las formas de la
madre naturaleza?, ¿cómo se va a interpretar a Urano, “el revolucionario”,
desde el signo donde el deseo tradicional por las formas es vivido como una
necesidad natural?
Este tránsito
es la relación del 7R (cualidad principal de Urano) penetrando en el terreno del 4R (el reino de
Tauro), siendo esto, desde un punto de vista exotérico/personal, una relación
difícil, donde el poder del orden, la magia organizada la
geometría, o la Voluntad divina en la Materia no está cómoda en el reino del 4R
en Tauro, donde la fuerza de los deseos ancestrales con su correspondiente
tensión y esfuerzo (con vocación
espiritual o no) es la premisa para lograr la ansiada armonía y belleza. Es
claro que esta relación creará un conflicto y una destrucción en los deseos
taurinos según los verá la nueva perspectiva uraniana como ya caducos. Pero
para que esta destrucción sea vivida como una oportunidad, como una
intervención divina en los tres mundos de expresión de la naturaleza personal,
la conciencia o alma gestora deberá tener un cierto grado evolutivo, un nivel
en donde la mente no esté condicionada por la emoción y así, desde el desapego,
interprete o perciba con claridad el impacto de Urano.
En un sentido
muy positivo podríamos decir que Urano en Tauro obligará a la mente a buscar
soluciones intuitivas, soluciones incluyentes, soluciones donde la tendencias
mas exotéricas del signo (relacionadas con un Venus astral) deberán reajustarse
con las energías poderosamente mentales y novedosas que impone Urano. Si esto
se lleva a cabo, Vulcano, como el
regente esotérico de Tauro, entrará en juego, como el poder de forjar
(construir-modelar) en la naturaleza forma de expresión aquella intuición
(nueva idea o valor espiritual)
percibida gracias a la intervención de Urano.
Vulcano es el
forjador en la Materia, aquel que moldea en ella la Voluntad de Dios para Su
expresión a través de ella, y esto lo hace a través de la fuerza de la
aspiración, el deseo de mejorar que utiliza las fuerzas básicas del sacro para
expresarse en forma creadora a través del chakra laringe.
Dos formas de entender la relación Tauro -
Urano
Exotéricamente
Tauro es el deseo inevitable, kármico, que lleva a la lucha “ciega” y su
constante pensar condicionado o apegado para finalmente expresarlo en forma
poderosa.
Para una
conciencia exotérica Urano en Tauro puede activar los deseos en forma
“extraña”, deseos perversos, alteración de la naturaleza y sus normas,
separación abrupta y total entre materia y espíritu. Este tipo de conciencia
está relacionada con la cruz mutable, la fuerza de la personalidad activada por
las volubles, inconstantes y caprichosas tendencias del deseo. Aquí Urano,
inconscientemente para la personalidad, es destructivo. Es la actividad
desestructurada y alterada de la forma identificada con los deseos
excesivamente centralizados (apegados) de la personalidad.
Esotéricamente
la fuerza o deseo taurino es la bondad de la fuerza motivadora que relaciona la
voluntad espiritual con la forma concreta, esta relación invoca la intuición
que se refleja en la forma como inteligencia creadora, armonía, belleza
práctica o natural.
Para una
conciencia mas esotérica Urano en Tauro es claramente la potenciación de la
inteligencia u orden espiritual aplicada a las leyes de la naturaleza.
Esta
actitud esotérica tiene dos fases:
La primera está
relacionada con las conciencias evolucionadas o de buena voluntad, es la
ascensión a la cruz fija a través de la transmutación del deseo taurino en
aspiración. En esta fase la dualidad entra en juego y el Alma se descubre
en la interacción dual inteligente
transformadora y constructiva. Es el camino del discípulo. Es la conciencia
magnética del Corazón.
La segunda, que
es para conciencias muy elevadas, es la ascensión a la cruz cardinal a través
del servicio universal acuariano. La cualidad de esta cruz (amor incluyente)
permite aplicar el aspecto voluntad del alma al cerebro o mundo físico vía la
mente. Aquí definitivamente la forma-materia está unificada con “lo”
espiritual, es el camino del iniciado, aquel que expresa Voluntad al Bien como
Propósito de Dios. Es la captación por parte del Alma de la dinámica voluntad
de la Monada expresada a través de la materia o personalidad purificada. Es la
actividad (inherente en la vida) como expresión de la divinidad.
Desde Acuario - Tauro
Que la próxima
gran conjunción de Jupiter Saturno en Acuario en el 2020 que inaugura un ciclo
de 260 años de conjunciones en signos de Aire esté regida esotéricamente por el
mismo Júpiter en Acuario y exotéricamente por Urano en Tauro, da a entender que
en el inicio de este nuevo ciclo las cualidades de los dos signos van muy
unidas. En este sentido pienso que para finalizar con el artciulo son muy
adecuadas las siguientes palabras del Maestro Tibetano extraídas del Libro
Astrología Esotérica/Capitulo de Tauro:
“Así como la
Era Acuariana viene a la manifestación para nuestro planeta, trayendo en su
estela la percepción universal de las nuevas expresiones de la síntesis del
mundo, los intereses humanos y la religión mundial, así la humanidad, el
discípulo mundial, comienza a ser influido por Tauro, lo cual traerá en esta
época la reversión de la rueda de la vida para esos miembros de la familia
humana que están preparados, y son hoy numerosos. Esto está sucediendo y sus
resultados son inevitables e ineludibles. El interrogante principal es:
¿Producirá esta influencia taurina, acrecentada como lo está por las entrantes
fuerzas de Shamballa, el enfoque de la luz que Tauro custodia, o fomentará
simplemente los deseos, aumentará el egoísmo y llevará a la humanidad a las
“ardientes cumbres del autointerés”, en vez de llevarla al monte de la visión y
de la iniciación?”
David C.M.
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