“La soledad es el camino que más teme el hombre.
Porque allí se esconden todos los horrores, todas las serpientes y todos los
sapos. Allí es donde acecha lo espantoso. ¿No corre la leyenda de que todos los
solitarios, todos los exploradores del desierto de la soledad, son personas
desencaminadas, malas o enfermas? (…) La mayoría de las personas, todas las del
rebaño, no han saboreado nunca la soledad. Se separaron un día del padre y de
la madre, pero sólo para acercarse a una mujer y sumergirse en seguida en un
nuevo nido de calor y familiaridad. Nunca están solas, nunca hablan consigo
mismas. Y al solitario que se cruza en su camino le temen y odian como a la
peste, le arrojan piedras y no se tranquilizan hasta que se ven lejos de él
porque al solitario le envuelve un aire que huele a estrellas y al frío de
espacios sidéreos, y le falta todo ese aroma encantador y cálido a hogar y
nido. (…) La soledad no se elige, del mismo modo que tampoco se elige el
destino. La soledad nos sobreviene si en nuestro interior se halla la piedra
mágica que atrae al destino”. (Hermann Hesse)
“
Las almas tienden espontáneamente, por decirlo
así, hacia las que se les asemejan, pues se sienten con ellas como si
estuvieran con su propia familia, en su casa, mientras que con las otras
se sienten extrañas, como fuera de su hogar. En compañía de sus iguales, las
almas disfrutan de libertad y experimentan los deleites de la vida”. (Emmanuel
Swedenborg)
“Solía pensar que era la persona más extraña del
mundo, pero luego pensé que hay tantas personas en el mundo, que debe haber
alguien allá afuera que se sienta extraña y fallada de la misma forma que yo.
Yo la imaginaba y pensaba que ella también estaba allá afuera pensando en mí.
Así que espero que si estás allá afuera y lees esto y crees que sí, es verdad.
Yo soy tan extraña como tú”. (Rebecca Martin)
“Cuando cae la nieve y sopla el viento blanco, el
lobo solitario muere pero la manada sobrevive. El verano es tiempo para riñas y
altercados. En invierno, tenemos que protegernos entre nosotros, darnos calor
mutuamente, unir nuestras fuerzas”. (George R. R. Martin)
Navegar
contra la corriente (Delia Steinberg Guzmán)
Navegar contra corriente
es:
* Remontar un río cuando
este baja hacia el mar.
* Enfrentar las olas que
van a deshacerse en las playas.
* Caminar de frente,
dando la cara al viento.
* Ayudar a la
Naturaleza, cuando todos tienden a ensuciarla y destrozarla.
* Valorar la vida cuando
todos parecen trabajar en favor de la muerte.
* Mirar los árboles, los
animales y las piedras con el mismo respeto que a los humanos.
* Conseguir un aire puro
cuando todos se esfuerzan por contaminarlo.
* Sentirse libre ante
las variadas máscaras de esclavitud con que tratan de engañarnos.
* Conservar las propias
ideas cuando todos cambian según la moda.
* Vivir un ideal cuando
todos reniegan de todo.
* Buscar la belleza
cuando todos la desprecian.
* Ir en pos del bien
cuando todos tratan de hacer y hacerse daño.
* Velar por la justicia
cuando todos la quebrantan.
* Sostener la virtud
cuando todos alaban el vicio.
* Alimentar los
sentimientos superiores cuando todos se inclinan por las bajas pasiones.
* Ser veraz para
enfrentar la mentira.
* Profesar el auténtico
conocimiento allí donde se elogia la ignorancia.
* Conservar el sentido
común en medio de la locura.
* Mantener la serenidad
cuando alrededor cunde la angustia.
* Vivir la fraternidad
mientras unos y otros se aíslan y se dividen.
* Amar la paz en medio
de un mundo agresivo.
* Ser valiente en medio
de un mundo débil.
* Promover el entendimiento
entre las gentes cuando todos cierra las puertas de su yo interior.
* Ser generoso cuando
todos se vuelven avaros.
* Fomentar el amor allí
donde crece el odio.
* Saber escuchar
mientras todos pretenden hablar.
* Disfrutar del silencio
cuando solo cunde el ruido.
* Apreciar el trabajo
por encima del ocio.
* Desarrollar la
voluntad por encima de los instintos.
* Perseverar en la
condición de ser humano a pesar de las circunstancias adversas.
* Tener fe cuando todos
dudan.
* Creer en Dios cuando
todos lo niegan.
* Levantar los ojos al
cielo cuando todos se arrastran por el suelo.
* Cabalgar en las
estrellas al compás del Ritmo Universal.
Notas
del texto
(1) Fromm, Erich:
“Psicoanálisis de la sociedad contemporánea”
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